Iris Cagigas mantiene su idilio con el Regional

Las tiradas matinales no sirvieron para que ninguna bolista encarrilara el campeonato, pero sí para dejar fuera a una de las grandes favoritas, Marta Castillo. La corraliega, subcampeona el pasado año en La Cavada, no se adaptó a las boleras de La Cigoña y La Cadorra y con dos tiradas de 119 y 123 solo pudo ser décima. Fue en el corro cubierto de La Cadorra donde peores registros globales se lograron en una matinal en la que la mejor fue Laura Abascal, que precisamente sí tuvo mejor concurso bajo techo. A cuatro bolos se quedó Laura Saiz, mientras que Naomi Solórzano, con dieciséis manos marcadas por la regularidad, era tercera. En esa sesión matinal tuvo que hacer un esfuerzo extra Iris Cagigas, que con dos bolas perdidas en la caldera con cuatro y cinco bolos respectivamente en la primera tirada, se recuperó en el segundo concurso para pasar a cuartos en sexta posición.

Ya por la tarde, y con la bolera de La Cigoña repleta de espectadores, Laura Saiz tomó el mando del concurso después de unos cuartos de final en los que, salvo las dos primeras manos de tiro largo, apenas cometió falló alguno. La de Ibio había dejado claro por la mañana que venía a por el torneo y avanzó de ronda con once palos de ventaja sobre Iris Cagigas, que superado el susto matinal recuperó su nivel habitual en un torneo que ya había conquistado en 2019 y 2020 remontando durante las eliminatorias decisivas. Junto a ellas, Laura Abascal y Naomi Solórzano, esta última después de superar en el desempate a su compañera de peña Andrea Gómez.

Las de Peñacastillo necesitaban una bolada para meterse en la pelea por el campeonato, especialmente una Naomi Solórzano que llegaba tras ganar el miércoles en La Población y que, a raya alta, cumplía su objetivo tras derribar 74 bolos. Abascal, por su parte, con un juego más irregular, no pudo superar el empuje de la de Polanco, que totalizó 149 y fue la encargada de marcar el corte para las otras dos semifinalistas: Iris Cagigas, que necesitaba 136 palos para pasar a la final, y Laura Saiz, que tenía que derribar 125. Mucha madera en ambos casos, pero no un reto imposible para dos bolistas en plena madurez que querían convertir el Campeonato de Cantabria en un duelo entre jugadoras de la Bolística.

Tras una primera parte del concurso conservadora en la que el temor a la caldera hizo mella en su registro, el espectáculo de Iris comenzó desde los diez metros. Con 44 en las dos tiradas de la mano la de Cubas se dejó a tiro el pase a la final, superó a su compañera en la bolera y encarriló un título que se iba a jugar con Naomi Solórzano después de que Laura Saiz se cayera mediada la semifinal y no lograse los palos que necesitaba para llegar al epílogo. Lo tuvo a tiro en la octava mano, pero una mala subida le dejó en el tercer lugar del cajón.

Se repetía la misma final de los Regionales de 2019 en Boo de Piélagos y 2020 en Quintana con una diferencia. Esta vez era Iris la que iba por delante, en concreto diez bolos. Una diferencia que creció en tres palos en la tirada de apertura, en la que la de Peñacastillo dejó una bola atrás. El paso de las tiradas no hizo sino aumentar la ventaja de la de Cubas, que pese a los intentos de la de Peñacastillo de embocar para recortar distancias finalizó el torneo dieciocho bolos por encima de su rival en la final.