Iris y Víctor arrasan en las citas del circuito

Para el de Peñacastillo, repetir lo de hace doce meses, cuando ganó todos los torneos oficiales menos cuatro era casi misión imposible. Solo Rubén Haya, que se impuso en Renedo, Colindres y Cayón, y Óscar González, que lo hizo en Cosío, osaron hacer frente a la dictadura de Víctor. Este curso ha sido diferente y con el camargués y El Junco en el dique seco, otros ocho bolistas se han llevado triunfos. Con todo, las doce competiciones que el de Guarnizo ha sumado a su palmarés suponen el 52% de las citas del circuito. En un curso en el que ha pinchado en eventos importantes como el Campeonato de Cantabria, el Santander y El Millón, los torneos con tiradas previas han sido un bálsamo, como muestran las victorias en Renedo, Quijano (después de una de las mejores semifinales de la historia) y Torrelavega.

Los dos jugadores que han puesto en más aprietos a Víctor han sido Carlos García y Jesús Salmón. El zurdo, además de arrebatarle el Santander o ganarle en cuartos de El Millón, protagonizó una remontada espectacular para ganar en Barcenilla y cerró el curso con otro triunfo en Cosío. El camargués, por su parte, se llevó las citas de Entrambasaguas y Solórzano, amén de estar presente en buena parte de las fases finales del año.

Sin embargo, el 2022 ha sido la temporada de los bolistas más modestos. David Penagos con dos (Parbayón y Cádiz), y los hermanos Carlos y David Gandarillas, Javi Platas, Vicente Diego o Fran Rucandio, han inscrito su nombre para la historia entre los triunfadores de la campaña. Especialmente emotivas fueron las victorias del de Casar, que ganó en casa el Memorial Calixto García, o del de Comillas, que lo hizo después de derribar en semifinales en San Vicente 157 bolos y necesitar de la última mano para frenar la remontada de Salmón.

La temporada ha sido significativa también para los hermanos Gandarillas, capaces de ganar sendos concursos. El mayor, Carlos, lo hizo en un accidentado Mozuco de Cayón que comenzó en Cayón, acabó en Sarón por culpa de la lluvia y en el que volteó la desventaja que tenía con Pablo Lavín en las dos últimas tiradas. El pequeño, David, se hizo con uno de los torneos que se juegan en tierras asturianas, el Miguel Purón de Noriega.

En categoría femenina, por el contrario, el número de triunfadoras se ha reducido de siete a cinco. Blanca Riaño y Laura Saiz no han podido llevarse ningún torneo puntuable, como ya hicieran en 2021, y han sido las cinco grandes jugadoras del panorama bolístico las que se han repartido un circuito en el que la mejor ha sido Iris Cagigas, que gracias a un gran inicio de curso ha ganado el 46% de los concursos del CINA.

La de Cubas doblegó a sus rivales en las tres primeras citas de la campaña, en Peñacastillo, Renedo y Unquera, y remató ya en el segundo tramo del curso en la Casa de los Bolos y en La Concha de Villaescusa, donde estrenó el palmarés oficial del Torneo de los Mártires que en años pretéritos había sido de invitación. Otra gran temporada de la de la Bolística, que remató con el Regional individual y que no pudo quitarse la espina en el Campeonato de España, en el que terminó en la quinta plaza.

El título nacional fue para Andrea Gómez, que no lo ha pasado bien en 2022 y que se quitó la espina de la mala campaña en Torrelavega unos días después de llevarse su único torneo puntuable del curso en La Cavada.

Junto a la de Casar se han repartido las competiciones Marta Castillo (Los Corrales y La Patrona), Laura Abascal (La Cigoña y Parbayón) y Naomi Solórzano (Ortiz Tercilla y Bansander). Tres jugadoras que se han repartido el 45% de los torneos, un punto porcentual menos que los ganados por Iris Cagigas. Una prueba de que, muchas veces, los nervios en los tramos finales de las competiciones juegan malas pasadas.

Por poner un pero a la temporada en la categoría, pocas son las jugadoras capaces de competir con las grandes y dar la sorpresa. Solo Noemí Pelayo, que se ha colado entre las ocho mejores, se sale de la norma habitual de los últimos cursos.