Rahm, césar y salvador en Roma, lidera a Europa en la Ryder Cup

Después de un actuación discreta, el campeón del Masters apareció con sus fantasías cuando se decidía un partido muy equilibrado. En el hoyo 16 se metió al público en el bolsillo con un último disparo proyectado casi desde el Coliseo, desde 19 metros, un chip directo al agujero. La afición local estalló porque Koepka tenía todo a su favor para conseguir un birdie. La alegría en el bando del Viejo Continente desapareció cuando Koepka se apuntaba un birdie en el 17 y colocaba por delante de nuevo a Estados Unidos.

Pero en el capítulo final (par 5) reapareció como un emperador el Rahm que conquistó Augusta. Viajó desde el tee con dos grandes y largos primeros golpes para plantarse en la hierba corta, aunque lejos del objetivo. Llegó su turno cuando se mascaba la victoria americana porque la distancia era considerable. El vizcaíno proyectó la bola desde 10 metros y dio en la diana. Apoteosis en las laderas que rodean el 18 romano.

Y eso que Rahm no estuvo, ni mucho menos, tan atinado como en el partido que abría por la mañana la 44ª Ryder Cup, donde en ese primer duelo se impuso con Tyrrell Hatton a Scottie Scheffler y Sam Burns por un contundente 4 y 3 (cuatro hoyos de ventaja a falta de tres por jugar). El vizcaíno formó pareja por la tarde con el joven danés Hojgaard, de 22 años, en los encuentros de la modalidad fourball (cada golfista juega con su bola y se cuenta la mejor tarjeta individual de cada dúo).

Lo cierto es que fue el nórdico quien llevó la voz cantante de la dupla europea en los dos primeros tercios del recorrido. Rahm volvía a enfrentarse por segunda vez a Scheffler, que en esta ocasión se emparejaba con Brooks Koepka, es decir, el número uno mundial y el ganador del último PGA Championship juntos en la misión de reducir la ventaja que había conseguido el equipo local durante la mañana. Y es que Europa nunca había disfrutado de un contundente 4-0 en la serie inicial de cuatro partidos en la Ryder.

Hojgaard marcó la pauta con siete birdies hasta el hoyo 14. Los europeos llegaron a situarse dos puntos arriba (hoyo 8) y, a al mismo tiempo, contrarrestaban los birdies americanos. Pero el duelo estaba en tablas en la décima bandera y Rahm reaccionó en la siguiente con un birdie para igualar el que rubricó Scheffler. Después, en el 15, los estadounidenses cobraban ventaja por primera vez en el partido, cuando aún no sospechaban que la mayúscula exhibición del maestro vasco en la parte final impediría su triunfo.