Judit Bueno recupera el cetro regional

Más allá de la traca final, el campeonato estuvo marcado por el altísimo nivel que desplegaron las jugadoras. 265 palos tuvo que derribar Laura Abascal para meterse en cuartos, un esfuerzo extra que también tuvo que realizar la vigente campeona, Iris Cagigas, que embocó en la última mano para superar los 25 que necesitaba para volver en la sesión vespertina.

La jugadora de la Bolística se quedó fuera de la defensa de sus dos últimos entorchados por cuatro bolos, los que le separaron de una Andrea Gómez que estropeó su concurso de cuartos en la última mano. Al contrario que la de Casar, Naomi Solórzano fue de menos a más (empezó con solo doce), hasta derribar 153 y liderar una clasificación en la que dominaba con tres de ventaja sobre Marta Castillo y seis sobre Judit Bueno.

A esas alturas de campeonato el mayor temor de las bolistas no eran los nervios, sino la caldera. Andrea solo pudo llegar a 124, mientras que Judit, que buscaba su cuarto Regional, ejerció de favorita, tiro de regularidad y con 146 obligaba a sus rivales a 144 y 141, respectivamente, para pasar a la final. Ambas estropearon su registro y se tuvieron que jugar entre ellas su continuidad sobre la bolera. Marta Castillo obligó a la de Polanco a diecisiete, a Naomi se le escapó un pitonazo con la segunda de birle y con los cuatro palos de la bola póstuma mandó el concurso al desempate. Lastrada por una queda, la primera que tiraba, la de Peñacastillo vio cómo su rival no fallaba para meterse en la final.

Veteranía pese a su juventud, la de Judit, juventud pese a su veteranía, la de Marta, frente a frente en busca del Regional. La de Cabezón partía con dos palos de ventaja, un empate técnico que a raya alta se había convertido en diez de margen para la de Peñacastillo. La corraliega, lastrada por una queda que frenó el bolo, templó nervios de tiro largo para recortar a tres la distancia con Bueno. Como se esperaba, el título se iba a decidir en la última mano. Judit entró con cuatro de ventaja y Marta guerreó e incluso pegó con la última al primero, aunque se quedó en doce palos. Con ocho la de Cabezón era campeona, con diecisiete batía el récord. Al final, quince palos y sólo el título. Que no es poco.