Los jugadores de La Rasilla y Jairo Arozamena, negativos en el test de covid

Es una de las boleras con más solera de la región, en ella hay programada actividad durante gran parte del año y, siempre que hay competición, el público responde dando ambiente al juego. Sin embargo, ver partidos de División de Honor en La Rasilla es algo cada vez más cotizado. Desde que comenzara la Liga Rucecan allá por el 20 de marzo se han disputado ya siete jornadas y, hasta ahora, los aficionados corraliegos no han podido ver a su equipo jugar en casa. Tampoco será este próximo fin de semana, puesto que la plantilla del club se encuentra confinada por un contacto estrecho con un positivo por covid.

También se encuentra recluido en su domicilio hasta el próximo domingo el presidente, Chisco Ceballos. «Nosotros tenemos un armador fijo y además, para enganchar a los niños, cada semana viene a plantar un niño de la escuela de bolos, que hace el partido el domingo y los entrenamientos de esa semana. En este caso el alumno que ha dado positivo es al que le tocaba pinar, por eso somos contacto estrecho», asegura el mandatario. Tanto él como los jugadores han dado negativo en los test realizados, aunque no podrán abandonar sus domicilios hasta el día 2 de mayo a las 19.00 horas. También dieron negativo Jairo Arozamena, bolista de Casa Sampedro y monitor de la Escuela de Bolos de Los Corrales y los alumnos de la entidad.

Por este motivo el equipo no podrá disputar los partidos previstos para el fin de semana ante San Jorge en Santillana y ante Andros en Los Corrales, un duelo entre peñas muy cercanas y cuyo aplazamiento hará que, una semana más, en La Rasilla no haya bolos de la máxima categoría. «Hemos trasladado dos partidos de bolera, uno por lluvia y otro por viento, y hemos suspendido otro por covid. Basta que tengamos cerca la bolera cubierta para que surjan estas circunstancias. Son cosas que pasan, te da rabia, pero no podemos luchar contra ellas», afirma Ceballos.

Los datos no mienten. En el tramo final del 2020, La Rasilla disputó los dos últimos partidos del curso en su corro y acumuló dos triunfos. Los anteriores los jugó en recintos cubiertos y acabaron con derrota. Este año, dos partidos en casa, dos lejos de Los Corrales, dos encuentros perdidos. «Nos perjudica en una parte importante, hace dos años más del 60% de los puntos los conseguimos en casa. La Rasilla, por sus características, es una bolera difícil. Pero son las reglas del juego».

Para paliar el problema, la peña tendrá pronto lista la bolera cubierta que llevará el nombre de Cundi Ceballos. «La bolera está para jugar, pero falta rematar la segunda fase. En principio estará lista a principio del próximo mes de agosto».