Julián Vélez confirma que optará a la presidencia de la Cántabra de bolos

El mundo de los bolos, con unas piezas divididas que, a menudo, se entremezclan, esta vez tiene que orientarse, en palabras de Vélez, entre la élite y los bolos del pueblo. Y es que la nueva candidatura estará formada por clubes de categorías modestas, sobre todo Segunda y Tercera, y se opondría a una lista con los equipos más importantes del panorama bolístico. «Haciendo un símil futbolero, si el Madrid o el Barcelona deciden el futuro del fútbol, mal lo iban a pasar los equipos de Regional», remata el que fuera hasta hace poco jefe de gabinete del consejero de Ganadería y, además, coordinador de la última campaña electoral del Partido Popular.

En declaraciones a este periódico, Vélez no quiso desvelar sus compañeros de camino, aunque formarán parte de la asamblea miembros del actual ente, del que el candidato apunta «que ha hecho un gran trabajo, con Norberto Ortiz al frente, y tienen interés en que todo continúe como está». El próximo viernes el grupo tendrá su primera reunión, en este caso con la modalidad de pasabolo tablón, de cara a un futuro en el que, si ganan, pese a que reconoce que han ido y van muy justos de tiempo, Julián asegura poder aportar «una relación institucional a todos los niveles», algo que considera fundamental para las peñas, sobre todo en los ayuntamientos. «Hay que hacer ver a todos los alcaldes que los bolos son un patrimonio».

«No creo que nadie en los bolos esté sorprendido de mi candidatura», apunta además Vélez, que con respecto a su filiación política aclara que ya había preparado su asalto federativo en dos ocasiones anteriormente y que considera curioso que se aluda a su parte política y no a la de su contrincante.

Enfrente, Sañudo afirma que respeta «al máximo a cualquiera de los candidatos que se presente, es bueno para el mundo de los bolos», antes de añadir, «me alivia, porque me achacaba que mi candidatura era política». Un tema, el político, subyacente en todo lo que rodea a ambos cabezas de lista y que, por el bien de los bolos, debería quedar fuera de cualquier debate.

Más allá de ser la cara visible, el futuro de los bolos y sus aspectos más técnicos se decidirán en asamblea, un grupo definido ya claramente en el caso de Sañudo, que cuenta con entidades como Peñacastillo, Riotuerto, Camargo o Atlético Deva, jugadores como Víctor González o árbitros como Augusto Fernández o Marta Salam. En este aspecto Vélez afirma que todavía no están definidos todos los nombres ya que la premura de tiempo les ha impedido concretar quiénes serán los nombres definitivos.

Después de una legislatura bronca, con una reestructuración repleta de puntos dudosos y un enfrentamiento claro entre la Apebol y la asamblea federativa, los bolos aspiran a volver a la paz o, al menos, a una paz aparente, porque la calma completa parece que nunca llegará. Dos asambleas, dos modelos de ver los bolos que, se supone, que tiene un nexo común. Será el 15 cuando se cierre el plazo para presentar las candidaturas y el 27, cuando se desvele el futuro, a corto plazo, del mundo de los bolos.