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Juan Carlos de la Fuente
Santander
Lunes, 12 de febrero 2024, 17:04
A las cinco de la mañana, hora española -nueve horas menos en el Allegiant Stadium de Las Vegas- los Kansas City Chiefs conseguían algo inédito desde hacía 19 años en la NFL: su segunda Super Bowl consecutiva. El equipo de Patrick Mahomes, que sumaba su ... tercer anillo y su tercera designación como mejor jugador de la gran final de la Liga de fútbol americano, se imponía en la prórroga a los San Francisco 49ers. Han pasado 29 años desde que estos lograron su último título, y tendrán que seguir esperando, porque lo importante no es cómo se empieza -llegaron a tener un 10-0 a su favor- sino cómo se termina.
La Super Bowl es el mayor espectáculo deportivo del mundo. Todo en este evento es superlativo. Los derechos de televisión de esta edición número 58 superaron los 110.000 millones de dólares. Un anuncio de 30 segundos costaba la increíble cifra de siete millones. La audiencia a nivel mundial se situó por encima de los 115 millones de espectadores, y el precio medio de una entrada superaba los 9.000 dólares, pero eso no impidió que el Allegiant Stadium se llenara hasta la bandera. Entre los presentes en el graderío, innumerables famosos, como Paul McCartney, Lebron James, Leonardo DiCaprio, Justin Bieber, Beyoncé, y por supuesto, Taylor Swift, novia de una de las estrellas del equipo de Kansas, Travis Kelce. Con ambos se recrearon las cámaras cuando celebraron el título con un apasionado beso.
Cuatro ediciones atrás, los protagonistas y el desenlace fueron los mismos, pero en este caso San Francisco comenzó pisando fuerte, liderado por Brock Purdy, un joven quarterback de 24 años. En un encuentro en el que las defensas se impusieron a los ataques, y las estrellas de ambos conjuntos comenzaron cometiendo errores, los 49ers consiguieron situarse con un 10-0 en el marcador avanzado el segundo cuarto, tras un gol de campo y un touchdown de Christian McCaffrey, posiblemente el mejor corredor de la NFL, para llegar al descanso con un 10-3. Kansas minimizaba daños con un gol de campo.
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Óscar Bellot
El descanso es uno de los momentos más esperados de la Super Bowl, por el grandioso espectáculo que en cada edición ofrece la NFL. En esta ocasión el elegido fue Usher, que ofreció un recorrido por sus 30 años de carrera musical, con el especial aliciente de la presencia de Alicia Keys entre otros muchos artistas.
El tercer cuarto fue el de la reacción de los Kansas City Chiefs, que por cierto, llevan la bandera de España en su indumentaria, producto del hermanamiento de la ciudad americana con Sevilla. Con un gol de campo de 57 yardas, récord de la final de la NFL, acortaban distancias, y un touchdown de Valdés Scatlin les colocaba por primera vez por delante en el marcador, con un 13-10. Reacción de San Francisco con anotación de Jennings, y de nuevo igualdad en el último cuarto, con la intensidad de las defensas primando ante los ataques, lo que condujo a la prórroga, al acabar el tiempo reglamentario con empate a 19.
En el tiempo extra los San Francisco 49ers de Purdy no pudieron lograr más que un gol de campo, y Patrick Mahomes y sus Chiefs no perdonaron. Con suspense hasta los últimos segundos, Hartman completaba en la zona de anotación un pase de Mahomes que valía partido y título. El tercero en cinco años, que marca una nueva dinastía del equipo de Kansas. Tan solo los Patriots del ya mítico y retirado Tom Brady lograron, hace 19 años, dos títulos consecutivos.
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