Laura Abascal y Andrea Gómez triunfan en el Regional de parejas

Con la pareja defensora del título sin posibilidad de repetir por culpa de la baja por lesión de Judit Bueno, Naomi Solórzano formó con Carla Gómez, joven jugadora de la Escuela de Peñacastillo que se estrenaba a la vera de las grandes. Pese a que cumplieron con sus registros no pudieron avanzar a semifinales tras unas tiradas matinales en Quintana y Borleña de Toranzo tras las que mandaban sus compañeras de partida Andrea Gómez y Laura Abascal, que con 543 palos hacían buena su condición de favoritas.

Por detrás suyo se situaban Iris Cagigas y Miriam Velarde, a 24 palos, una distancia prudencial pero menos acusada en los torneos de parejas. La de Cubas, a nivel individual, ya sabía lo que era ganar uno de los regionales más emotivos de su carrera en esa bolera, mientras que por parejas también había triunfado en ese corro... Con Laura Abascal. Es decir, que ambas sabían lo que era subir al primer lugar del cajón en el recinto. Completaban la ronda de semifinales dos equipos que pocas veces fallan y que estaban dispuestos a dar la sorpresa, los formados por Rebeca Bustara y Cristina Cabielles y por las hermanas Laura y Alicia Saiz.

Las encargadas de marcar el ritmo en semifinales fueron las camarguesas. Esta vez Bustara no se estrelló con la caldera y tanto ella como Cabielles demostraron que cuando les salen las cosas bien están a la altura de las mejores. Con 267 palos se colocaron con 782 en el global, frente a los 760 de las hermanas Saiz. Quedaba por delante la tirada de las favoritas, que si no querían quedarse fuera iban a tener que apretar. Fueron ocho tiradas de sufrimiento, de tensión. Las de la Bolística iban a 264 para meterse en la final, una cifra elevada pero no inaccesible para dos jugadoras como Miriam e Iris. Sin embargo, al final se quedaron en 255, lo que daba acceso a la fase decisivo a las de Camargo. Frente a ellas, y con tres palos de ventaja, Laura y Andrea, que hicieron valer su ventaja de los dos primeros concursos para mantenerse en cabeza.

La final era uno de esos concursos en los que la cabeza fría importaba más que el estado de forma. Tres bolos de margen en un torneo de parejas es casi un empate técnico, lo que obligaba a ambas duplas a no fallar para llevarse el título. En las primeras tiradas se impuso la experiencia de Abascal y Gómez, campeona de España hace apenas quince días, a la hora de dirimir momentos decisivos, lo que las llevó a llegar al ecuador de la fase decisiva con 140 bolos, frente a los 126 de sus rivales. El tramo final no hizo sino aumentar la ventaja de las de Peñacastillo, que se destaparon con 288 palos para sumar un nuevo título para ellas este curso y otro entorchado para su peña. Y ya van unos cuantos durante la presente temporada del 2022.