La Liga Femenina lanza su primera bola

El torneo tiene todos los ingredientes para que los aficionados no puedan parpadear ni un fin de semana. Un campeón, la Bolística, que repite equipo, intenciones y filosofía en pos del objetivo. Un aspirante, Peñacastillo, que también repite partida y que superados los nervios del primer año no quiere dejar escapar el que sería su primer título de la competición. Y, junto a ellos, una peña que siempre partiendo desde segunda fila ha dado más de un disgusto a los favoritos. Campoo de Yuso tiene argumentos a su favor como una bolera complicadísima o una plantilla que después de varias temporadas repitiendo nombres ha superado todas las dificultades hasta llevarse varios trofeos de campeón.

Dentro de la simetría de la competición con respecto a la de 2021 también repiten los aspirantes a colarse en el podio final. Camargo dio más de una sorpresa el año pasado, derrotó a Peñacastillo en El Parque y tiene en su capacidad birladora su principal aval para estar a la vera de los grandes. También va a estar ahí Atlético Deva, que ha sumado la experiencia de Sara Liaño a una plantilla cada vez más completa y que, sobre todo en su bolera, se agarra para no dejar escapar los puntos.

Tras ellos, en el teórico ránking clasificatorio, aparecen las peñas que le dan sentido a la competición. Porque para que haya favoritas, tiene que haber equipos que completen el torneo. Entidades que, miguita a miguita, paso a paso, consiguen salir año a año a disputar una Liga que no anda sobrada de protagonistas. Plantillas muy jóvenes, como las de Rebujas, Los Remedios, Carandía o Casar; con alguna bolista más veterana, como Zurdo de Bielva; o supervivientes, como La Carmencita, que no ha podido sacar partida masculina pero sí se mantiene fiel a las féminas.

Todo ello gracias a pioneras como Mabel Hernández, que comenzó en el mundo de los bolos con la primera Liga y se mantiene en activo siempre fiel a su peña de Bielva. La jugadora fue protagonista de un acto en el que se reunieron todas las peñas, que no todas las protagonistas debido a tratarse de un día laborable, para la primera foto de familia del curso. Una campaña que contará con el mismo número de partidas que la anterior, algo que no es poco dados los vaivenes de la competición en los últimos años, y que es un primer paso para que su crecimiento sea imparable. Los pasos están claros, lentos pero seguros. Cantera, promoción y cercanía entre las mejores y las que empiezan. Un camino que consolide lo que comenzó allá por mayo de 1997.