La Liga femenina se revitaliza

La Liga femenina volverá a superar la decena de peñas por primera vez desde 2013. Si se cumplen las previsiones y todos los equipos inscritos saltan a la bolera, serán once las partidas en liza gracias a las incorporaciones de Los Remedios, Rebujas y Peñacastillo, que sirven para compensar las bajas de Concejón de Ibio y de San Lorenzo. A las tres nuevas se unen las seis supervivientes del 2020 (Torrelavega, Campoo, Deva, El Pendo, Casar y Carandía) y La Carmencita y Zurdo de Bielva, que tienen previsto reintegrarse en la competición tras su ausencia en 2020.

Estas últimas, fundadoras del torneo en 1997, se han inscrito en el torneo, aunque todavía tienen prevista una reunión para decidir qué hacer en caso de que las circunstancias sanitarias no mejoren. La plantilla de las de Herrerías estará formada por Mabel Hernández, Madgalena Gutiérrez, Virginia Abascal y las hermanas Carla, Laura y María Sainz. La otra peña que no compitió el año pasado y vuelve al albero es La Carmencita, que, en palabras de su presidente Iván Liñero, se encuentra buscando una quinta jugadora para completar su plantel y poder así competir con todas las garantías este curso, aunque el estrecho mercado de la categoría va a obligar a las de Cuatro Caminos a un esfuerzo extra.

Desde que hace 24 años seis peñas disputaran la primera Liga, el número de equipos en liza ha ido variando entre ocho y doce, los que compitieron entre los años 2002 y 2004. En 2006 fueron once las entidades en juego, diez en 2013 y desde 2014 no llegaban a una decena las participantes. En 2020 eran diez las previstas, pero la pandemia cambió las reglas del juego y solo comparecieron siete.

Lejos de hundirse, el pasado año fue un paso atrás que ha servido para que la Liga Bolos en Femenino coja impulso y pueda poner de nuevo once peñas sobre la arena. El empujón definitivo para volver a superar la decena de equipos ha llegado desde Guarnizo, Los Corrales y Peñacastillo. En los dos primeros casos tanto Los Remedios como Rebujas han aprovechado el impulso de sus respectivas escuelas de bolos para dar paso a las generaciones más jóvenes en la competición adulta. En el caso de los santanderinos, y de cara a poder formar en el futuro la partida con gente de casa, han optado por construir un equipo con algunas de las mejores bolistas de la actualidad en busca de pelear por el título. Judit Bueno, que será la capitana, Laura Abascal, Naomi Solórzano, Andrea Gómez parten como favoritas para llevarse la Liga en el primer año de los de Cañas.

Para lograr este objetivo tendrán que superar a las peñas que se jugaron el entorchado en 2020, Campoo y la Bolística. Las del Besaya parten como campeonas y, además de mantener a Iris y Águeda Cagias y a Miriam Velarde, se han reforzado con otras hermanas, Laura y Alicia Saiz. En La Población sigue la misma partida, la misma bolera y las mismas dificultades para ganar a orillas del pantano. Con todo lo que eso significa.

En un escalón inferior, en cuanto a favoritismo, parten El Pendo y Deva, dos conjuntos capaces de ganar a cualquiera. En Maliaño ha aterrizado Lorena Escalante, procedente de Ibio, mientras que hasta Unquera han llegado jugadoras de la talla de Marta López o Tamara Santamaría, que acompañarán a Mayka Rodríguez, Lucía González y Lucía García. Completan la competición las que siempre están ahí y las que siempre miran hacia la cantera para completar su equipo: Casar y Carandía. Con dificultades, pero nunca fallan. Y eso siempre es de agradecer en una categoría que afronta el año con optimismo.

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