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Hace poco más de un año, Carlota Fernández (Noja, 1995) regresaba de Budapest, la capital de Hungría, con una medalla. De oro. El equipo femenino español se proclamaba campeón del mundo por equipos. Y además, con un guion propio de una gran película. La ... nojeña, protagonista en el último combate ante una rival -japonesa- de más peso, con el hombro izquierdo tocado... Y dio el punto a España para el oro.
Este fin de semana, el equipo español lucirá el dorado en su karategi. El que identifica al defensor del título. Pamplona acoge el Mundial por equipos. Y la cántabra está en esa selección que aspira a revalidar título planetario.
Poco después de regresar de Budapest, se operó de ese hombro izquierdo. «La recuperación fue rápida. Estoy a tope. El objetivo era estar bien para el Mundial», señala la nojeña, que no puede estar más ilusionada por defender el título en casa, en España. El equipo español llega «muy motivado, con la certeza de que podemos ganar». Y a la vez, con nervios, «porque tenemos las perspectivas muy altas».
Serán tres combates por cada eliminatoria. En total son cinco karatecas en el equipo femenino español. Junto a la cántabra estarán en Pamplona María Torres, María Isabel Nieto, Indira del Mar y Sonia Pereira. «Y no es por pesos», añade Carlota, con lo que la puede tocar medirse, como en Budapest, a rivales que le superen en peso. El sábado por la mañana comenzará la fase de grupos. En el de España están también «Francia, China, Marruecos y Chile». Hay cuatro grupos y los dos primeros países clasificados de cada uno pasan a los cuartos de final, que junto con las semifinales se celebrarán en la tarde del sábado. El domingo queda reservado para las eliminatorias por el bronce y la final.
Además de las francesas en su grupo, están en otros Alemania, Turquía. Pero un cruce con Japón solo es posible en la final. Harán bien los demás equipos en temer a las del karategi dorado. «Porque ganar ya no es una fantasía», reconoce la nojeña. Además, pelear en casa no será una presión. «Yo creo que se convertirá en fuerza. Peleamos en casa y las gradas estarán llenas de amigos, familiares, gente de clubes y escuelas... Estaremos bien arropadas».
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