Diego Sarabia guía a Mazeltof hacia la historia

La jueza de competición en el Derby de Loredo, esa señora llamada marea, decía que el día adecuado era este domingo y la hora, un poco inusual para lo que se estila en ese hipódromo sobre la playa. El programa comenzaba a las 13.30 horas y se cerraba más allá de las 14.30 horas. Entre medias, una marea bajando –el año pasado el mar se echó encima de la última carrera– y el gran trabajo de máquinas y operarios para dejar la pista de arena perfecta. Quizá fue la conjunción de esa hora tardía, la jornada electoral y el día nublado que privó de la típica postal de caballos corriendo junto al mar en un día azul lo que hizo que la asistencia de público fuese algo menor que en otras ediciones.

Tras una primera exhibición de los más pequeños con sus caballos y ponis, llegó la primera de las dos carreras del día. El premio Junta Vecinal de Loredo, sobre 1.500 metros. Incredit, de la cuadra Jiménez y con la monta de Andoni Lezama, sonaba como favorita de una prueba en la que también competían Picwocky, de la cuadra La Bárdena y Álvaro Sainz a las riendas: So Hi Storm (Río Cubas), con Diego Sarabia como jinete y Coolmeen Vega, de la cuadra Endika Arcentales y guiado por César Alonso.

Con una vuelta y unos 150 metros más por delante, desde el principio Incredit, la única yegua del cuarteto, se puso en cabeza. Y no soltó ese primer puesto en ningún momento. En los últimos metros, So Hi Storm y Diego Sarabia recortaban diferencias, pero la yegua británica y Andoni Lezama cruzaban esa línea de meta dibujada sobre la arena con medio cuerpo de ventaja sobre el binomio de la cuadra Río Cubas. «La carrera ha estado muy bien, con la pista en buen estado. Es un circuito bien hecho. Y la yegua es la que lo ha hecho todo», señalaba Andoni Lezama tras la victoria en la primera carrera del día en Loredo.

Otra exhibición de jóvenes jinetes precedió a la segunda y última carrera del programa. El Gran Premio Derby Internacional de Loredo. El Derby propiamente dicho y con un recorrido de 2.000 metros. Mazeltof y Diego Sarabia eran, lógicamente, los rivales a batir por otros cuatro dúos: Melampo, de la cuadra Soñador, con Andoni Lezama a las riendas; Sison, de Endika Arcentales con César Alonso a la grupa; Trovatore, de la cuadra Calejaña y Pablo Laborde como jinete. Y la única yegua, Athelia, de la cuadra La Bárdena, con Manuel Revuelta llevando las riendas.

Hacer historia con Mazeltof tenía miga. «Porque es un caballo para montarlo con escuadra y cartabón. Y con un cuaderno psicológico. Siempre le tienes que llevar engañado. Siempre tiene que creer que puede contigo. Siempre tiene que creer que va fácil. Y cuando tú le obligas y le pides el 100% ahí es cuando se para y no te da nada», señala Diego Sarabia. Desde el inicio, fue Trovatore el que marcaba el paso. Hizo en primera posición el recorrido hasta llegar a la llamada curva de Somo, la que antecede a la larga recta de llegada. Pero por ahí, Mazeltof y Diego ya le acechaban muy de cerca. En ese momento llegó el juego psicológico del que habla la parte humana de ese binomio histórico. «Cuando le he pedido para pasar al otro, me ha costado mucho, mucho, ponerme delante. Pero es un caballo con tanta calidad, que por mucho que vaya con la cabeza arriba y las orejas guiñadas, parándose, se acaba poniendo por delante y gana». Eso fue lo que ocurrió. Mazeltof rebasó sin miramientos a Trovatore para permitir incluso que Diego saludase a la tribuna, levantado en la silla, al cruzar la línea de meta. Trovatore entraba segundo y Athelia abrochaba la tercera plaza.

Al igual que ocurrió con otro caballo histórico de Sarabia en Loredo, Acamante, Mazeltof se retirará en plan campeón. Porque su histórico tercer triunfo, y además consecutivo, en el Derby de Loredo será el último. «El caballo va a correr a Sanlúcar y ya lo retiramos. Tiene siete años. Nos ha dado ocho victorias en los tres años que lo tenemos. A pesar de su cabezonería hemos ganado carreras muy bonitas con él. Ha sido un caballo con el que he disfrutado muchísimo entrenando, no solo en carreras. Y al final las carreras son esfuerzos y yo creo que ya ha hecho los esfuerzos suficientes. Ahora, le toca disfrutar y nosotros disfrutaremos viéndole a él». Dejará así en tres ese récord en Loredo un caballo que ha retado a su jinete en cada carrera pero que atesora una calidad enorme en su 'motor'. «Si este caballo no fuese así de raro... ¿Especial?. En carreras de caballos decimos que tiene mucha cabeza, que no se quiere emplear», añade Diego Sarabia. «Si no tuviese esas dificultades, no estaría corriendo aquí, sino en París o en Epsom. Es un caballo de una calidad excepcional. Solo un caballo con la calidad que tiene él gana una carrera parándose y con la cabeza arriba. Eso sí, si me quedo quieto, se queda último. Al de arriba le obliga a emplearse mucho. Cada vez que le monto son carreras muy físicas y luego, al día siguiente, me deja 'tumbao'», concluye entre risas quien ganó su duodécimo Derby de Loredo. En 2024, ya sin Mazeltof, Diego Sarabia buscará aumentar un palmarés ya mucho más que extenso.