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Montjuic, el principio y el fin
Aniversario

Montjuic, el principio y el fin

Epicentro de los Juegos Olímpicos de 1992, que cumplen su 30 aniversario, será la casa del Barça dentro de un año

Rubén rozas

Lunes, 25 de julio 2022, 09:06

1992 fue un año histórico en España. Si con la celebración en Sevilla de la Exposición Universal el país trasladó al exterior una imagen renovada y de modernidad, con los Juegos Olímpicos de Barcelona, de cuyo inicio se cumplen este lunes 30 años, puso el nombre de la ciudad condal y de toda la nación en el foco internacional. Todo ello cuando apenas diez años atrás se había disputado el Mundial de fútbol con el que España comenzó a abrirse tras la dictadura franquista. Si la mayor competición balompédica representó un gran avance, los Juegos Olímpicos fueron el culmen. El acontecimiento más esperado cada cuatro años por fin pisaba suelo español, captando toda la atención y suponiendo un reto mayúsculo.

Los Juegos Olímpicos de 1992, únicos celebrados en España, no solo supusieron una revolución en el deporte nacional, sino que también permitieron que Barcelona dejara de vivir de espaldas al mar Mediterráneo. El gran evento que, sin duda, impulsó la construcción de nuevas instalaciones y también la mejora de muchas de las ya existentes por aquel entonces. Una competición que, más allá de las semanas que duró, dejó un importante legado tanto en la ciudad como en Cataluña y en todo el país.

Lejano queda ya aquel sábado 25 de julio de 1992 en el que Antonio Rebollo lanzaba la flecha con la que encendía el pebetero olímpico, ese instante tan esperado desde que años atrás Juan Antonio Samaranch pronunciase aquello de «À la ville de... Barcelona». Un momento y una fecha que pasaron a la historia y que aún tres décadas más tarde siguen manteniendo viva su llama.

Muchas fueron las instalaciones que acogieron pruebas. El Palau Sant Jordi, las piscinas Bernat Picornell, el Palau Blaugrana o el Puerto Olímpico tan solo fueron algunas de ellas, pero si una sobresale por encima de todas esa es el Estadio Olímpico de Montjuic, situado en una zona montañosa de la capital catalana. Ahora llamado Estadio Olímpico Lluís Companys, fue el epicentro del deporte internacional entre el 25 de julio y el 9 de agosto de 1992.

El cambio

Aun habiendo transcurrido ya tres decenios, todavía permanece intacta en la memoria la fotografía de Fermín Cacho, con los brazos en alto, cruzando la línea de meta del Estadio Olímpico para lograr el primer oro del atletismo español en una de las imágenes más icónicas del deporte de este país. Ese momento que representaba a la perfección el cambio que había supuesto para España la celebración de los Juegos de Barcelona, en los que se batió el mejor registro español en el medallero con la suma de 22 preseas, registro que 30 años después sigue sin ser batido.

Archiconocido por haber sido la cuna del olimpismo en 1992, Montjuic va más allá. Si bien es sumamente recordado por la gran cita deportiva, fue la casa del Espanyol durante doce temporadas tras vender el club perico Sarriá. Años en los que el conjunto blanquiazul logró sumar hasta dos Copas del Rey a sus vitrinas e incluso plantarse en toda una final de la entonces denominada Copa de la UEFA, siendo parte importante del fútbol de la ciudad condal.

Recinto que, también, hasta hace unos meses había sido el último estadio en el que la selección española había jugado en Barcelona con un duelo contra Perú en febrero de 2004. Un privilegio que tenía hasta que La Roja recibió a Albania en el RCDE Stadium durante el pasado mes de marzo. Aunque, lejos de quedarse ahí, dentro de apenas 365 días, de cara al curso 2023-2024, se convertirá en el hogar temporal del FC Barcelona mientras prosiguen las obras de remodelación del Camp Nou, separado por poco más de cuatro kilómetros, dentro del proyecto Espai Barça que pretende transformar las instalaciones del club azulgrana.

Un césped, el de Montjuic, donde el mismísimo Leo Messi realizó su debut oficial con la casaca del Barça a las órdenes de Frank Rijkaard en un derbi ante el Espanyol. El traslado del conjunto azulgrana es una muestra más de la importancia que el Estadio Olímpico de Montjuic ha tenido en la historia deportiva de Barcelona, donde aún hoy en día permanece el espíritu olímpico tras unos Juegos que fueron gloria en la España democrática.

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