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Grano a grano, como una trabajadora hormiga que acumula reservar para el futuro, la categoría femenina intenta sentar las bases para su supervivencia. ... El 2019 que finaliza ha sido escaso en cuanto a practicantes, especialmente en el Circuito, pero abundante en cuanto a buen juego, bolos caídos y, sobre todo, en cuanto esperanza para años venideros. Se ha consolidado el torneo mixto, la Liga ha recibido una importante aportación del Gobierno de Cantabria e incluso el Banco Santander ha dado el paso de anunciar que en 2020 las féminas también tendrán su torneo.
A nivel colectivo, las dueñas del curso bolístico juegan a la orilla del pantano del Ebro. Desde que se lanzó la primera bola liguera allá por el mes de abril, Campoo de Yuso se mostró dominadora, aplastante y superó una a una a todos sus rivales. «Lo mejor ha sido ganar la Liga. Es un título que me gusta mucho jugar con mis compañeras y hace mucha ilusión ganarlo», señala Marta Castillo, uno de los puntales campurrianos. Una piña dentro y fuera del corro que lograba así su segundo título de la regularidad seguido.
Pese a llegar como campeonas, las de La Población no eran las grandes favoritas para repetir título, o al menos no las únicas. La Carmencita, por historial, y sobre todo la Bolística, que se había reforzado con Iris Cagigas, completaban un trío de aspirantes que con el paso de las jornadas derivó en una dictadura de Campoo. Para Miriam Velarde, jugadora de las de la capital del Besaya, su peña comenzó la competición «perdiendo demasiados puntos en los partidos iniciales», lo que las dejó sin opciones muy pronto. Y es que el mal comienzo sorprendió incluso a algunas de sus rivales, como señala Mayka Rodríguez, jugadora de Atlético Deva. «La única sorpresa es que la Bolística no haya sido capaz de conseguir el título de Liga».
Precisamente las de Unquera han sido una de las peñas revelación. El equipo comandado por Jaime García y José Antonio Fernández Posadas y capitaneado por Mayka, ha sido capaz, en su primer año en la competición, de plantar cara a las favoritas y de acabar el torneo de la regularidad en la quinta plaza, un éxito que para Tamara Santamaría, capitana de San Lorenzo de Parbayón, se cimentó en su gran inicio. «Tuvieron un gran comienzo de temporada, además con jugadoras muy jóvenes. Junto a ellas, Concejón de Ibio también ha puesto en jaque a las aspirantes, aunque con una partida más consolidada, lo que les ha permitido ser subcampeonas».
Como compensación a su mala temporada liguera, Torrelavega y La Carmencita se jugaron el título de Copa en la Carmelo Sierra. Un todo o nada para salvar el curso en el que las de casa salieron triunfadoras. «Ha sido el primer título a nivel de peña y el ganarlo en casa con toda la afición de nuestro lado tiene un sabor aún más especial. Fue un día muy bonito», destaca Laura Abascal, capitana de la peña del Besaya.
A nivel individual el curso bolístico 2019 tiene tres nombres que se han repartido el protagonismo de campeonatos y récords. Quizá el hito más destacado llegó en los octavos de final del Trofeo al KO, cuando Naomi Solórzano batió con 169 el mejor registro de la categoría, igualó la marca que poseen Tete Rodríguez y Óscar González y se quedó a un palo, que llegó a tocar y que no cayó por escaso margen, de lograr el mejor registro de la historia. En una temporada difícil para ella por la pérdida de su madre, la de La Carmencita elige sin embargo como mejor momento de su año «el Campeonato Regional por parejas con Judit (Bueno), en el que entramos en la final con una desventaja de 40 bolos y remontamos hasta prácticamente tener el título en la mano».
Finalmente las ganadoras de ese torneo fueron Laura Abascal e Iris Cagigas, una Iris que además ha levantado el Regional individual, el Torneo de Maestros, el Trofeo al KO de la Semana Bolística y los dos circuitos. «Lo mejor ha sido la regularidad y el haber completado una gran temporada». A la de Cubas se le escapó el Campeonato de España en favor de Judit Bueno con la última bola, cuando iba a ganar a dieciséis y había subido ocho.
Más allá de la competición, la categoría ha dado un paso adelante en cuanto a igualdad en los premios, aunque para Naomi «es verdad que cada vez hay más igualdad, pero todavía falta un empujoncillo». La aportación de la Consejería a la Liga en forma de subvención ha sido otro de los aspectos destacados para las jugadoras. «Estamos notando un gran impulso y nos están ayudando a dar a la categoría el lugar que se merece, nos sentimos cada vez más valoradas dentro de nuestro deporte», cree Laura Abascal. Como muestra, algo que ha alegrado especialmente a las jugadoras es la creación del Torneo del Banco Santander femenino para 2020.
Sin embargo, no todo es positivo. Y es que la participación en los circuitos sigue siendo limitada, demasiado, algo que para Tamara Santamaría es un aspecto a mejorar. «La participación es escasa, apenas la mitad de las fichas. Se podría hacer algo para mejorar la participación, como dotar económicamente mejor los concursos o crear dos categorías a nivel individual para dar aliciente a las jugadoras que no participan o que se apuntan a uno concurso». El aspecto comunicativo también tiene aspectos por pulir. El partido decisivo para que Campoo se llevase el título se cambió sin anuncio previo, por lo que no se enteraron ni las peñas rivales, lo que resta seriedad y visibilidad a la competición. Hay que cuidar los detalles.
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