El mundo del surf se reúne para homenajear a Rafa Riancho

El mundo del surf no ha querido esperar para dar un último adiós a Rafa Riancho, fotógrafo especializado en olas gigantes, que falleció el pasado mes de diciembre en un hotel de Portugal. Algunos de los históricos del deporte de la tabla, aquellos a los que Riancho inmortalizó en innumerables ocasiones desde los acantilados, quisieron despedir a su manera a uno de los que mejor ha retratado sus cabalgadas. Para ello, se echaron al agua para formar un círculo con las tablas, una señal de respeto y honra para el que ya no está. Mientras, otro nutrido grupo hacía lo propio desde los acantilados, el lugar desde donde el santanderino esperó horas y horas para lograr la mejor instantánea posible. Lo logró en numerosas ocasiones, tanto en Cantabria como en numerosos puntos de la geografía europea.

Riancho, que había nacido en Santander hace 63 años, comenzó captando olas gigantes en espacios emblemáticos como la Vaca Gigante en Santander y Santa Marina, en Loredo, aunque en los últimos años había optado por dedicar su tiempo y esfuerzos en sacar a los mejores riders del mundo que pasaban por Nazaré, donde se dan algunas de las mejores olas del planeta.

Allí se encontraba cuando falleció el pasado 19 de diciembre, a la espera de lograr una foto más que le encumbrara dentro del olimpo de los mejores fotógrafos del surf, como ya hiciera la que le realizó a Justine Dupont cuando se enfrentó a un monstruo de agua de más de veinte metro de altura.

Muy conocido en el mundillo a nivel planetario, fueron muchas las muestras de pésame por su fallecimiento las que mostraron algunos de los mejores 'riders' españoles e incluso europeos o americanos. Por eso, sus paisanos quisieron despedirle como se merecía, en el agua o sobre los acantilados.

En la cita se reunieron nombres cercanos a Riancho como los de Nano Riego, Luis García, Daniel Pablos, Paco Santana, Guillermo Gutiérrez...y muchos más, surfistas, amigos y personas que compartieron con el fotógrafo horas y horas de espera y de mirar al mar en busca de la ola perfecta, esa que no existe. Fue una última imagen; un último retrato con el que su amigos quisieron despedir al que ha sido uno de los mejores fotógrafos del mundo del surf.