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José María de la Peña, jugador, monitor y asambleísta de pasabolo tablón. sane
«Necesitamos a localidades como Ramales o Colindres»
Pasabolo tablón

«Necesitamos a localidades como Ramales o Colindres»

En 2021 ha vuelto a volar la madera en Cantabria gracias a la modalidad más espectacular visualmente. José María de la Peña repasa una temporada llena de competición

Borja Cavia

Santander

Martes, 9 de noviembre 2021, 07:31

A estas alturas del año, la mayoría de los jugadores de bolos están alejados de la madera. Algunos están de vacaciones, otros miran al altillo del garaje solo de reojo y algún otro, los menos, se acercan a la arena de vez en cuando a matar el gusanillo. Sin embargo, cual aldea de Astérix, hay una especie bolística que ha seguido jugando hasta hace escasos días: el pasabolo tablón. La bolera de Bustablado de Arredondo acogió los últimos lanzamientos de una temporada en la que casi ninguna competición ha fallado a su cita habitual con el calendario.

Una temporada larga que, eso sí, comenzó algo más tarde de lo habitual. «Este año hemos empezado más tarde, la situación no era la mejor y se eligió que las Ligas estuvieran compuestas por dos grupos», aclara José María de la Peña, asambleísta de la modalidad, jugador de la peña de Ampuero y uno de los máximos exponentes del juego que, reconocido por los monitores, más gusta a los niños en el Aula Madera de Ser. Y es que pasa por ser la más espectacular visualmente para los aficionados.

Sorpresas, lo que se dice sorpresas, no ha tenido la temporada. San Vicente de Baracaldo ganó la Liga Nacional después de imponerse en una espectacular fase final a Valle de Villaverde en la bolera de Ampuero y, por decimoséptima vez, José Antonio Cano ganó el Campeonato de España de Primera. Fue en la bolera de San Vicente de Baracaldo donde el de Carranza, afincado en Ampuero, doblegó a Galder Munsuri para seguir agrandando su leyenda. Y es que solo Joseba Cedrún ha sido capaz de batirlo en los últimos dieciocho años. Joseba, junto a Gustavo Alonso, se llevó el título de parejas de la bolera de Maritina de Laredo.

José Antonio Cano se llevó en Baracaldo su decimoséptimo título de campeón de España de Primera Categoría

El torneo más disputado en los últimos cursos siempre es el Regional de Primera, que esta vez regresó a la vitrina de José Mari. «La verdad es que jugué muy bien y pude ganar mi sexto campeonato. Llevaba ya tres años sin ganarlo y ya tenía ganas, ahora el objetivo es llegar a los ocho que tienen Míchel del Río y Manuel Llamosas». Dos leyendas, la primera de ellas todavía en activo, que ven peligrar su récord por culpa de la segunda juventud de 'Látigo', que compagina sus tareas como jugador con la de dirigente de la escuela de bolos de Ampuero y como asambleísta.

La escuela, o mejor dicho, las escuelas, son el gran caballo de batalla de la modalidad. Como de todas, porque ninguna va sobrada de chavales sobre la bolera. En el caso del tablón la situación es más optimista, sobre todo gracias a peñas como Las Cárcobas o Valle Villaverde y localidades como Ampuero, que con sus dos peñas, la que lleva el nombre de la villa y San Pedruco, tiran de un carro que todavía tiene repuestos para llegar lejos. «Llevo desde que era pequeño oyendo que vamos a desaparecer», aclara De la Peña, «pero de momento eso no llega. Sí que es cierto que necesitamos a localidades importantes como Colindres o Ramales, que son históricas para nosotros, pero la situación no es insostenible todavía».

Los jugadores han vuelto a cobrar dietas en la disputa de los Campeonatos de Cantabria

La situación en los últimos meses parece haber cambiado. Los jugadores han empezado a recibir dietas en los Regionales y, a petición del nuevo presidente de la Federación Cántabra, Norberto Ortiz, el Campeonato de Cantabria de categorías infantil, cadete y juvenil se disputó en la bolera del Aula Madera de Ser. Y para allá que se trasladó la caravana del tablón. «Estuvo muy bien, Norberto estuvo ayudando y la gente quedó encantada», señala Látigo. Un primer paso para extender la modalidad más allá de su zona de influencia. Si De la Peña le pone un pero al curso es lo ocurrido con su equipo, Ampuero, que tras ganar su grupo en la Liga regular vio cómo La Taberna les dejaba fuera del ascenso a Liga Nacional «siendo mejores tras hacer un gran partido». Pese a ello, el balance es positivo: han estrenado bolera cubierta, un recinto deseado y ansiado que, a falta de algunos retoques, espera afianzar su título de 'Catedral del pasabolo' en los próximos años. Además, disputaron la final de la Copa Presidente y se alzaron con el Regional de Segunda gracias a Javier González, de apenas dieciocho años.

Si 2021 ha sido un año de normalidad relativa por culpa del sistema de competición y de algún caso de coronavirus que, como en todas las modalidades, ha alterado el calendario, en 2022 se prevé la vuelta a la normalidad completa. Baracaldo tendrá que defender el título en Liga regular ante el acoso de la 'Marea Verde' de Villaverde. El resto de los cántabros peleará por no descender y Las Cárcobas, descendido de la máxima categoría, y Ampuero, tendrán que verse las caras en la pelea por el ascenso. Será un nuevo curso en el que los jugadores mirarán de reojo si vuela la madera en Ramales y Colindres y, sobre todo, será una campaña en la que Cano seguirá metiendo miedo allá donde tire. Pero, sobre todo, será un 2022 en el que la modalidad más espectacular de los bolos en Cantabria luche por no perder jugadores en Liga y alumnos en las escuelas. Lo demás vendrá solo.

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