Los números uno de Cantabria saltan a escena

Una responsabilidad extra que, sin embargo, el de la capital del Besaya se toma con ganas. «Para mí es una oportunidad para que la gente disfrute de mí. Estar en cuadro es un premio al trabajo, pero los trabajos son muy duros. Jugamos contra Lucas Bergamini y Víctor Ruiz, una pareja muy complicada ante la que queremos sacar el partido adelante como sea».

A Sara jugar en su tierra siempre se le ha dado bien. Con Celeste Paz hizo vibrar a la afición al meterse en octavos de final del Wopen 2019, una prueba exclusivamente femenina que desapareció con la pandemia, y el pasado curso, junto a Patricia Martínez, se quedó en dieciseisavos tras lograr su pase a cuadro. Dos rondas solo para las elegidas y que este año son el primer reto de 'Sarita'. «El objetivo este año siempre ha sido llegar a cuadro, y luego ya a disfrutar o a sufrir, depende contra qué pareja nos toque». Más allá de las veces que se ha colado entre las 32 mejores, su evolución en el ránking, donde ha pasado del 74º puesto al 53º, habla bien a las claras de su buena campaña.

Para Sara será el último torneo que dispute con Alicia Blanco, su pareja los últimos meses, aunque ya tiene acompañante para lo que resta de curso. «A partir de Menorca, mi compañera será Sara Pujals, ya hemos quedado para lo que resta de temporada».

Un cambio de parejas que también ha sufrido en las últimas semanas Jorge, que tras compartir cancha con Gonzalo Rubio o Edu Alonso, ha vuelto a formar pareja con el valenciano Salva Oria. «A nivel deportivo la temporada es buena, aunque últimamente estamos teniendo muchos cambios de proyectos. Lo importante al final es jugar bien y si los resultados no salen hay que buscar una solución».

Una de las claves del éxito de los cántabros en el torneo es el apoyo del público, que se ha volcado con el torneo y que va a llenar tanto el club oficial como las tres pistas oficiales: la central en el Palacio de Deportes, la dos en el Pabellón de Soto de la Marina y la tres en el Pedro Velarde de Muriedas. Por eso Jorge, que todavía no sabe dónde va a debutar este miércoles, a partir de las 15.30 horas, cree que jugar en una u otra tiene sus ventajas. «A nivel de salida de bola no cambia, pero sí que cambia el apoyo de la afición, en la 'Ballena' se crea menos ruido, menos bombonera, mientras que en Soto se crea mucho mejor ambiente».

El primer partido de Sara será en el club, y si logra pasar de ronda disputará su siguiente duelo en una de las pistas auxiliares. «Yo de preferir prefiero la central, en el aspecto del público en el resto están más cerca, eso sí». Y es que claro, en la categoría femenina jugar en el Palacio de Deportes supone que han llegado a cuartos de final.

Este martes será el primer asalto para la jugadora capitalina, que en caso de avanzar a la siguiente ronda ante una pareja procedente de la pre-previa, tendría que volver a saltar al veinte por veinte en sesión vespertina para jugar el acceso a cuadro. Un camino duro, aunque nada comparado con la longitud de una temporada repleta de viajes y vuelos. «Creo que el año que viene va a ser todavía peor, aunque este año nos han ayudado un poco más y eso se nota también».

Jugar en casa es un plus, pero también una responsabilidad. En las dos primeras jornadas el respetable cántabro ha abarrotado Central Padel coincidiendo con los partidos de los locales y este martes y el miércoles, pese a ser día laborable, ni Jorge ni Sara estarán solos. Y es que ambos son la gran esperanza del pádel regional en el torneo.

Además de los número uno del ránking cántabro, el torneo ha contado con varios representantes en las rondas previas. El que más lejos ha llegado es Miguel Ángel Fernández Sota que, en una participación extraordinaria, avanzó tres eliminatorias antes de caer en la primera ronda de previa ante Adrián Blanco Antelo y Javi Martín, dos de los jugadores más sólidos de los últimos años.

Maikel y su compañero, el vallisoletano Álex Cinca, habían superado por este lunes por la mañana a Fran Ramírez e Ignacio Sager por 7-5 y 6-4 y en su siguiente compromiso lograron poner en apuros a Blanco y Vázquez en la primera manga, en la que solo cedieron en el tiebreak. Ya en la segunda, la pegada del gallego y la calidad del pucelano acabaron con la resistencia del santanderino, que se fue aplaudido de la pista.

Tampoco pudo ganar su partido de este lunes Cristian Germán Gutiérrez, 'Sanyito', argentino afincado en Cantabria y que, como curiosidad, es yerno de Gerardo Castanedo, presidente de la peña Camargo de bolos. Cristian jugando junto a Christian Fuster, cayó ante Sergio Alba y Denis Perino en dos sets por 6-4 y 6-4 en un disputado encuentro.