La oposición pide adelanto electoral en La Marinera

Fernando Ruiz y su equipo llevan dos años como responsables de la SDR Castreña (denominación bajo la que se inscribe y compite Castro dadas las deudas del club original, SDR Castro, que sigue vivo pero oficialmente inactivo) y ya habían mostrado su disposición a finalizar su legislatura, máxime dado el importante apoyo social que recibieron hace dos temporadas.

Ante esta situación, el grupo opositor, entre el que figuran personas vinculadas de uno u otro modo al remo castreño, algunas de ellas en la faceta de técnico, busca apoyos para propiciar un relevo o, al menos, que se presente la oportunidad de concurrir a unas elecciones. En caso contrario, deberán esperar mediados de 2025, cuando en principio se deben celebrar las elecciones a la presidencia del club.

Fernando Castro asumió la dirección de la entidad en julio de 2021 al ganar unas elecciones en las que obtuvo 285 votos, una amplia mayoría respecto a Eduardo Lazcano, que obtuvo 153. Una de sus primeras decisiones fue prescindir a final de curso de Quique Vitoria para sustituirle por Paul Galdiz, un técnico llegado de Orio que tuvo un recorrido breve en La Marinera de solo un año. Ya en abril había anunciado su marcha. Las dificultades económicas -la nueva directiva se encontró con que por problemas de tramitación se había perdido durante un año la subvención del Gobierno de Cantabria- y el éxodo de remeros terminaron con la recuperación que había experimentado en club en los dos años anteriores y La Marinera descendió a ARC2.

Este año, ante la profunda crisis, el proyecto se puso en manos de un hombre de la casa: José Ángel Vázquez 'Champán', que consiguió reunir una tripulación para echar la trainera al agua y mantuvo a Castro en la competición. Los malos resultados (colistas en casi todas las regatas de la tercera categoría) no restan un ápice de mérito al castreño: el objetivo, y complicado, era sencillamente poder salir a competir, lo que hizo en su mayor parte con remeros muy jóvenes y una plantilla escasa.

Para intentar revertir la situación, Ruiz echó mano de un mito de La Marinera: José Luis Korta, que tras dejar Sestao aceptó la propuesta de formar un equipo desde cero en un proyecto en el que no se contó ya con Champán. Con la subvención ya asegurada, la esperanza de captar algún nuevo patrocinador y una gran fe en el oriotarra, Ruiz y su equipo consideran que la situación es más favorable que hace un año y confían en la reconstrucción.

Sin embargo, la última asamblea, en la que no se respondieron ciertas dudas -o la respuesta no satisfizo a los socios- y la dificultad para captar remeros han incrementado el malestar de un sector. Ya al asumir el mando Korta dejó claro que su primer objetivo era captar palistas para armar una plantilla que en aquel momento no tenía. Tanto los que permanecían de cursos pasados -no eran suficientes, máxime tras la marcha de Luismi Villar y un grupo de su confianza a Pedreña- como de AN Castro, la cantera y jóvenes que desearan incorporarse. Después, los descartes de principio de año debían completar la plantilla.

El técnico ha tenido dificultades para completar el barco en algunos entrenamientos y esto ha incrementado la inquietud, pero la directiva envía un mensaje claro: La Marinera saldrá a competir en ARC2, aunque con modestas aspiraciones en 2024; en un proyecto a medio plazo. Incluso ha invitado públicamente a incorporarse al proyecto a quienes consideren que puedan aportar más alternativas al equipo, pero con la misma presidencia.

Si no hay acuerdo, bien para un adelanto electoral o bien para buscar una solución unitaria, se prevén más movimientos en el entorno de La Marinera, que vive en estos momentos con cierta incertidumbre cuando se acercan los descensos de invierno.