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La plantilla actual de Pedreña posa bajo las banderas que el club ha ganado en esta temporada. En las paredes y el techo de la nave que hace de sede cuelgan algunas de las enseñas más importantes en la historia del equipo. Vídeo: Héctor Díaz / Foto: Daniel Pedriza

El orgullo de todo un pueblo

Pedreña, uno de los grandes nombres en la historia de este deporte, cumple en este 2020 sus primeros 125 años de historia

Viernes, 14 de agosto 2020, 07:09

Al visitante con un mínimo de curiosidad que llega al municipio de Marina de Cudeyo en verano no se le pasa por alto un detalle. Multitud de casas lucen una bandera blanca. Algunas de ellas, con un logotipo. En otras, directamente hay pancartas. 'Todos somos Pedreña', 'Ánimo campeones'... A la cabeza vendrá la asociación de ideas a lo futbolero. Pero el estío no es tiempo de balón, sino de remos y traineras. Esas pancartas y banderas muestran el orgullo de todo un pueblo -Pedreña- y su municipio por una auténtica leyenda sobre las aguas. Por palmarés y, sobre todo, por historia. En este 2020 Pedreña cumple sus primeros 125 años de existencia como equipo de remo. La trainera en la que han remado varias generaciones de Bedias, Castanedos, Sotas, Portillas, Roqueñís... Será casi imposible encontrar una familia que no haya tenido a alguien bogando en la trainera en una u otra época. De ahí que Pedreña se engalane en cada temporada de remo. Porque la trainera es el equipo de todos. El orgullo de todo un pueblo.

«Los pescadores de Pedreña siempre son los primeros en llegar con su pesca a la capital. No es de extrañar, son fornidos Trasmeranos». En un periódico de finales del XIX, José María de Pereda ya describía la fortaleza y buen hacer de unos hombres que, por pura supervivencia, remaban más que nadie para vender los primeros su mercancía. El paso lógico de aquellas pugnas entre embarcaciones para ganarse la vida fue el competir en regatas. En el tiempo se pierde cuando fue la primera, pero ese pueblo al sur de la bahía pone un año como su señal de salida a una historia que en este 2020 cumple 125 años. El 5 agosto de 1895 una trainera de Pedreña, la 'Laurabat', se impone en la llamada Bandera de Los Cabildos. Seis millas en 42 minutos y 50 segundos. El premio, una bandera y 100 pesetas. En Pedreña consideran esa regata como la primera oficial de su equipo. En 1919, en la Copa del Rey Alfonso XIII, el conde Scláfani, delegado de Pedreña, inscribe al equipo como Sociedad Deportiva de Remo Pedreña, su nombre actual. Como curiosidad, el club es antes que el pueblo, ya que Pedreña, por entonces un barrio de Elechas, se 'independizó' en 1927.

Aquellos remeros de finales del XIX encuentran continuidad en este 2020 en un equipo que ha visto pasar por sus bancadas a varias generaciones. «En Pedreña han remado tres hermanos, mi padre, mi tío y un hermano de mi abuelo», señala Eduardo Carriles Bedia, que a sus 38 años lleva «desde los 16» en el club.

Remeros de tres traineras de Pedreña a bordo de la 'Laurabat'

En Pedreña había tres traineras de pesca de sardina. Pero remeros de todas ellas bogaron en la 'Laurabat' el 5 de agosto de 1895 en la Bandera de Los Cabildos. José Ansorena, 'Trapallada', guió a doce hombres en esa regata de seis millas y en la que las traineras tomaban la salida de minuto en minuto. Al regreso a Pedreña, la bandera fue paseada por todo el pueblo. La 'Laurabat', en la imagen y que es la más antigua que se conserva de una trainera de Pedreña, estuvo en activo hasta 1915

El segundo apellido de Eduardo, 'Bedia', lleva a la memoria el gran nombre de esta historia. José Bedia Sierra, Pepe Bedia, llevó el timón de Pedreña para convertirla en una suerte de Real Madrid del remo. Cuatro Campeonatos de España -entre ellos el primero que se celebró, en 1944- y tres Banderas de La Concha se ganaron con Pepe de patrón en los años 40 y 60. «En esa época dorada, éramos el equipo de toda Cantabria», señala con orgullo Calixto Presmanes, hoy a sus 58 años presidente y antes «remero, directivo...». De aquella 'Castilla' que arrasó el Cantábrico una canción servía para que los habitantes del interior de la provincia en aquella España en blanco y negro, y que quizá no habían visto el mar en su vida, supiesen de la existencia de un equipo grande. «Orio, Orio, Orio, quién te ha quitado la fama / Los remeros de Pedreña, orgullo de La Montaña».

La 'Concha' que falta

A aquellas tres 'Conchas' se unió otra, la de 1976. Pero en ese corazón de siglo y cuarto de latidos de esfuerzo hay una herida que nunca cerrará. En 2005, Pedreña ganó La Concha en un día de mar de mil demonios en San Sebastián. Pero una reclamación de Orio le dio el triunfo a Hondarribia. «Yo era el entrenador entonces», señala un guipuzcoano, Joseba Fernández, que también es el técnico de los pedreñeros en 2020. «Preparamos la trainera para ese mal tiempo. Pensábamos en todo momento que podíamos conseguirlo». Toda Cantabria arropó los días posteriores a la vieja dama de las aguas, con hasta 5.000 personas en Santander y los fieles de todo su municipio escoltándoles hasta Pedreña. «Es lo más grande que nos ha pasado recientemente», añade con un punto de emoción Calixto Presmanes. «Esa bandera no esta aquí, en nuestra sede. Pero el triunfo sí», afirma con rotundidad Fernández.

Aquella lección de orgullo sirvió para reverdecer la historia de un grande. Para ponerla al alcance de los más jóvenes. A sus 20 años Javier Aja, natural de Entrambasaguas, lleva cinco años en el club. «Cuando empiezas, ves todas esas banderas. Y preguntas, miras en internet... Y te das cuenta del club en el que estás». Cuando se compite fuera, sobre todo la gente mayor «mira a Pedreña siempre de forma distinta. Y porque hemos sido siempre un club señor», apostilla Presmanes. En el pueblo, Joseba Fernández tiene 'asesores' con muchos años de experiencia. «Claro que hay gente que te dice cosas. Se nota que tienen conocimientos de remo. Está en su ADN, es lo que han vivido». Eduardo Carriles lo ilustra a la perfección. «En Pedreña, todo el mundo sabe de remo».

Tras siglo y cuarto, la proa de 'La Pedreñera' apunta alto. El ascenso a la ACT, o por qué no, volver a pelear en San Sebastián por estar entre los mejores en La Concha. Pero lo que no ha cambiado desde 1895 son los valores que ya guiaron a la 'Laurabat'. «El compañerismo, la convivencia... Las alegrías y las penas que nos llevamos. Se hacen amigos para toda la vida», concluye Eduardo Carriles para resumir 125 años de amor por un club de remo. «Y además, en el equipo del pueblo».

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