Óscar pisa el acelerador y manda tras derribar 150 bolos

El Junco empezó con quince. Una mala tirada que se podía haber convertido en una losa cuando vio desde la silla como su rival abría con 23. A partir de ahí, el de Borbolla empezó a arriesgar algo más y a arrastrar madera de birle, especialmente a la mano. Los diecinueve que bajó ya en la segunda pusieron de manifiesto quería repetir el título logrado en el mismo recinto hace dos años. En total, 80 palos a raya alta.

A media que Óscar crecía, Víctor sufría. Esta vez tirar detrás sabiendo los bolos que necesitas para no perder el tren no fue un estímulo para el de Astillero, que empezó a perder comba al quedarse tan solo en once en la tercera tirada. El campeón regional no encontraba el bote de subida, lo que le obligaba a birlar desde posiciones lejanas a la caja. Pese a todo, 74 a medio concurso y la sensación de que podía a más.

No bajó el ritmo el de Liéganes, que pese a que al pulgar falló alguna bola de birle, dejó claro que viene a por su octavo Campeonato de España con 150 palos. Una tirada estratosférica que le sirvió para colocarse líder con tres bolos de ventaja sobre Víctor, que con una última bola de uno se quedó en 147.

Antes, hasta bien entrada la tarde los registros no habían despegado. Con el mérito de haber llegado, la tensión del evento y que 'La Bolerona', pese a contar con un tercio del aforo sigue siendo mucha bolerona, para muchos jugadores la primera tirada es pura supervivencia, un intento de hacer jugada para, al menos, tener otra oportunidad de lucir.

La mejor cifra del primer turno fue la de David Cecín, que con 132 bolos se aseguraba el pase a octavos y, aunque ya lejos del liderato, se mantiene vivo en la competición. Por encima del resto destacó también el concurso de Nazario García, nacido en Lamadrid, residente en Galdácano y Campeón Regional del País Vasco. Tras jugar en categorías menores y retomar la actividad bolística hace algunos años en aficionados, el bolista entre en el corro bilbaíno de San Ignacio y ayer fue capaz de hacer 120 palos que a punto estuvieron de darle el pase a la siguiente ronda.

Tras el descanso llegaba la traca final, los mejores del curso pasado, los favoritos para el título. El primero en mandar un recado al resto fue Carlos García. El de Andros La Serna hace tiempo que dejó de ser un aspirante para ser un candidato y llegaba a la cita como vigente subcampeón. Regular desde tiro y birle, como prueban sus cuatro manos con diecisiete bolos, solo una blanca de subida y otra de uno de birle en la última mano le impidieron certificar un registro mayor.

Con más público en la bolera y algo menos de calor en el ambiente saltaron al corro Lolo Lavid y Jesús Salmón. El de Las Fraguas, con 78 bolos a raya alta, apuntaba hacia el liderato. Campeón sobre el albero del Besaya en 2015, una tirada irregular, con una bola de uno, y un caballo abierto hicieron mella en sus cifras en la quinta y en la sexta. Quedaba las dos tiradas con raya al medio y al pulgar, una combinación que unida al pulso del de Andros derivaron en dos bolas de caja, 23 palos en la octava y un total de 145.

Salmón también sufrió en la quinta y en la sexta, cuando un par de bolas que no entraron al dos y una blanca le dejaron en trece bolos. Antes había vuelto a dar una exhibición de birle para llegar con 72 a raya alta. Tras marrar de nuevo en la octava, se quedó en 130. Esta tarde la jornada comenzará de nuevo a las 15.00 horas y en ella los dieciséis mejores tiraran en orden inverso al de su clasificación. Será el momento de comprobar quiénes son los aspirantes, y quiénes los elegidos para la gloria.