Las paladas regresan entre mascarillas

La mascarilla no impide que el olor a salitre se cuele por las fosas nasales y los remeros respiran hondo para recuperar las sensaciones perdidas durante el confinamiento. Eso sí, con ese nuevo apéndice facial que, las circunstancias mandan, se ha convertido en una parte más del equipamiento. Los clubes regionales van recobrando su actividad ante el inminente comienzo de la competición. Su 'nueva normalidad'. Ya en el agua. Porque un remero, como un pulpo, está perdido entrenando en un garaje. O en una habitación. Incluso en un jardín. Y así durante los últimos tres meses. En estos primeros chapoteos, las impresiones de las cuadrillas son positivas. Hay ganas de salir de una situación que ha trastocado la estructura de una temporada en la que algunas entidades han depositado muchas esperanzas.

Pedreña, en su 125 aniversario, quiere hacer de la campaña la mejor celebración de cumpleaños posible y superar los resultados de los últimos cursos, en los que desde que perdió la presencia en la ACT, no había logrado reunir una plantilla con capacidad para intentar retornar a la élite traineril.

Este martes los de Marina de Cudeyo lograron poner dos botes en el agua, con algunas ausencias de remeros por motivos laborales. Joseba Fernández, técnico pedreñero, recibió a todos los que se habían dado cita en el hangar donde las embarcaciones del club habían pasado tres largos meses de inactividad. De los 25 remeros que componen la plantilla, sólo faltaron los tres gallegos y los dos asturianos, que a partir del día 21 se unirán al proyecto. El resto completó en la mañana de ayer la obligada revista con los doctores, para ser sometidos a los preceptivos test y conocer su estado físico general. A mediodía, todos recibieron el visto bueno y, ya por la tarde, con ese gusanillo del retorno, se sentaron en las bancadas de la trainera pedreñera para iniciar un ritual de preparación que les debe llevar a entrar en competición en los primeros días de julio.

Para Joseba Fernández era el día esperado por todos los componentes de su cuadrilla. «La verdad es que han sido tres meses muy largos y muy duros. Un confinamiento muy exigente, ya que entrenar entre cuatro paredes es tremendamente duro. Por fin llegó este día. Hemos sido capaces de mantenernos como equipo y llegar a este día en el que vamos a disfrutar y sentir esas sensaciones que tanto nos gusta a la gente que practicamos el remo», explica.

El trabajo físico ha sido intenso y todos los remeros han llegado en buen estado, pero la ansiedad después de ese encierro puede influir psicológicamente: «Tanto ahora, después del confinamiento, como en las reuniones telemáticas que hemos llevado a cabo todos los domingos por la noche en las que intercambiábamos impresiones, hemos intentado animar a la gente que podía estar algo tocada. Creo que el equipo ha aguantado bien la situación. Si bien ha habido momentos en que lo hemos visto negro el poder competir este verano, la gente ha respondido muy bien, ha aguantado fuerte, lo que nos hace ser todavía más optimistas de cara al momento que estamos viviendo de poder ir al agua y estar muy próximos de poder empezar la competición y alcanzar las cotas que queremos».

A Pedreña se le sitúa en los pronósticos en la lucha por las plazas de play off de ascenso. Su técnico lo ve así. «A principios de temporada nos situaban como favoritos, situación que se confirmó con nuestro trabajo en invierno. Nos hemos medido contra equipos de nuestra Liga y también de la de ACT y hemos dado un buen nivel, superando incluso a algunos de ellos. Esto ha hecho que nos haya situado como favoritos», dice Fernández, quien, sin embargo, pide cautela, porque «después de la situación que se ha vivido, creo que no tiene mucho sentido colocar a unos en un lugar y en otro. Hay muchas cosas que ver a partir del día de hoy y ver cómo estamos y evitamos las lesiones. Así mismo, hay que intentar juntar el bloque». Espera «un verano atípico. Tendremos que intentar ser mejores que nuestros rivales y dar un nivel cercano al que podíamos haber dado sin haber vivido toda esta situación del Covid-19».

La trainera 'Pedreñera' tendrá en su popa a un patrón con experiencia contrastada y con mucha ilusión por sumar con su presencia y trabajo el logro de los objetivos del club: Cristian Garma. «Realmente todos tenemos ganas. La verdad es que se te hace duro. No es lo mismo entrenarse en casa haciendo, en mi caso, bicicleta o cinta estática. La cabeza, a última hora, te anima a rendirte». Sin embargo, en la cabeza del remero esa posibilidad no contaba como una opción. «Hemos sacado esto adelante y, gracias a Dios, comenzamos a entrenar en el agua y trataremos de conseguir una lucha lo más bonita posible y adecuada a las circunstancias en las que hemos tenido que prepararnos».

El patrón de la tripulación de Marina de Cudeyo asume que los rivales y aficionados sitúan a los de Joseba Fernández como favoritos, pero tiene sus planteamientos sobre ese pronóstico. «Así es. Nos dan como los favoritos, pero yo creo que nuestro principal rival somos nosotros mismos. No hay que descartar a ningún club, pero el rival de Pedreña somos nosotros. Debemos seguir haciendo las cosas como hasta ahora y tener una buena mentalidad, hay equipos como San Pedro, San Juan y algunos vizcaínos», afirma Garma.

El remero pedreñero reconoce que «en los descensos de invierno hemos estado muy bien, pero eso ahora no vale para nada». El parón puede habrer pinado los bolos en otro orden: «Donde tenemos que demostrar es en las regatas que empezamos ahora y es donde queremos que Pedreña vuelva otra vez a la ACT». Mira a su alrededor y es optimista. «Veo muy bien a la gente de la cuadrilla. Habría que darles un premio a todos, ya que de cabeza han sido muy duros y tienen mucho hambre. El bote va a navegar muy bien y estoy seguro que este año vamos a tener muchas alegrías».