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Tranquilo, sosegado y cauto. Como siempre. A Sergio García no le intimida estar ante el combate de su vida. Lleva unos cuantos, pero este lo es más que nunca. El sábado pelea en Las Vegas con Tony Harrison y necesita «ganar para seguir en la ... Liga de EE UU». Lo dice él. Una derrota podría dejarle fuera de La Meca del boxeo, pero un triunfo puede auparle al Mundial y a consagrarse entre los mejores. Aún así no siente presión, se siente «afortunado».
-¿Por qué dice que es la pelea más importante de su vida?
-Es crucial en mi carrera porque si la pierdo, o me ganan con una mano rápida y en frío puedo caerme de la Liga de EE UU y tendría que replantearme muchas cosas. Estoy perfecto para ella, pero es fundamental ganarla.
IMPORTANCIA
-¿Qué más puede darle esta pelea?
-Aunque no es una eliminatoria del Mundial se puede decir que es equivalente. Tiene la importancia de una eliminatoria, el lugar, el escenario, el rival y todo hace que tenga una repercusión enorme.
-Ha caído de pie en EE UU. Gustó en Los Ángeles pese a perder, podría pasarle lo mismo esta vez, ¿no?
-Puede que si no ganamos no nos llamen más. Por eso todas las peleas que he tenido han sido importantes, pero esta es la que más porque puede condicionar lo que venga después. Si no podemos volver a pelear en EE UU tendríamos que estudiar si queremos retomar el circuito europeo o no.
-¿Se sentirá muy presionado?
-No, no siento presión, todo lo contrario, me siento afortunado por todo lo que he vivido y he hecho. Tengo una oportunidad muy importante y hay que ir a ganarla y aprovecharla, pero no pensar más allá. Me lo preguntaban algunos periodistas de EE UU y les dije lo mismo; No quiero pensar más allá y en lo que puede pasar. Puedo subirme al ring y ganar, puedo perder como la otra vez y seguir gustando allí y puedo subir y en el primer asalto recibir un golpe y caer o que se lo dé yo y caiga él.
-La primera vez fue en Los Ángeles y ahora Las Vegas. No se puede pedir más.
-Es probable que el impacto esta vez sea menor que cuando llegamos a Los Ángeles la primera vez. Ya hemos visto lo que es aquello, cómo funciona esa sociedad y cómo ven el boxeo. Incluso el escenario, esta vez el combate será en un hotel muy grande pero menor que el Stapples Center. Al final, siempre lo digo, el ring es igual y allí arriba estamos él y yo.
-Ya tendrá claro la estrategia...
-La estrategia siempre es distinta en cada combate y con cada rival. Esta vez el boxeador es muy bueno; bueno en explosividad y en rapidez, pero se parece más a mí. Fundora era raro, diferente a cualquier otro, pero Harrison es más parecido a mí y puedo conducir la pelea marcando el ritmo. Con Fundora tuve que tantearle mucho. Es más mi estilo.
EL RIVAL
-¿En qué ha mejorado desde la pelea en Los Ángeles?
-Hemos mejorado algunas cosas. Hemos trabajado mucho la fuerza y otros aspectos que vemos que necesitamos, tanto por el rival como por lo que es el boxeo en EE UU. La pegada siempre es algo que se dice, pero yo pienso que la pegada es algo que se tiene o no se tiene. Tu puedes mejorar la fuerza pero la pegada... Es como un atleta que necesita mejorar el fondo, pues lo entrena y lo mejora poco a poco, pero un velocista, esa explosividad, o se tiene o no se tiene. Se mejora, pero poco.
-Junto al Niño está Víctor Iglesias, su entrenador. El jefe adelanta lo que es el boxeo en EE UU.
-Sergio ha mejorado mucho la mentalidad y sobre todo la capacidad de saber qué se necesita y lo que hay que hacer. Allí hay que atacar, atacar y después volver a a atacar. Hay que dar espectáculo porque si no vuelves y eso hay que tenerlo presente.
-La expedición cántabra sale hoy rumbo a la ciudad del juego y el espectáculo. ¿Tiene ya el plan organizado para esta semana? ¿Qué tal lleva el peso?
-Salimos desde Bilbao a Munich y desde allí directo a Las Vegas. Ahora estamos en dos kilos y medio por encima. Otras veces estoy tres así que voy, incluso, mejor. Allí entrenaremos por la mañana y por la tarde descansaremos. No hay que volverse loco porque hay que trabajar sin gastar y sin encontrarte débil.
-Iglesias también aprendió de la otra vez y todo será más sencillo.
-La otra vez nos volvimos locos y pensábamos que había que descubrir América y nos dimos cuenta que tenemos todo aquí para entrenar. Así que vamos con unos días para adaptarse al horario, pero los deberes están hechos. Aquí, en el Gimnasio Kronk lo tenemos todo, así que hemos apurado hasta el final.
-Y en el rincón del Niño los de siempre
-En el rincón estaremos los de siempre; Magdalena Quinn, la mujer de Víctor, y Óscar Zarrain y en primera fila mi mujer y el niño. Un rincón sencillo, pero el necesario.
-¿Qué les diría a los cántabros que le acompañarán desde la tierruca?
-Lo que quiero es decirles a todos los amigos y a la gente de confianza es que ojalá puedan recuperar todo lo que perdieron en las apuestas la otra vez. A los cántabros, a las instituciones y al Gobierno solo puedo darles las gracias por el apoyo que siempre me han dado. Es evidente que sin ellos no hubiéramos llegado aquí, son parte de lo que hemos sido hasta ahora y, por tanto, de lo que pueda pasar.
-Pero, sea como fuere no tiene por qué ser el último combate en EE UU, ¿verdad?
-Hemos firmado otras tres peleas con la promotora. Ellos también me quieren allí y saben que si hay espectáculo pues te tienen firmado, pero no se puede hacen planes porque todo puede pasar. Hay que pensar en partido a partido y a medida que se abren las puertas ver qué se puede hacer.
-De Torrelavega a Las Vegas...
-No es fácil, pero vamos a darlo todo como hicimos en Los Ángeles. Echamos la vista atrás y vemos lo que hemos ido logrando y te alegra. Vamos a disfrutarlo pero sabiendo que hay que ganar y que nos la jugamos.
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