Peñacastillo arrasa en la Supercopa

El partido dirimía la supremacía a nivel de peñas de la temporada actual, aunque el título correspondía a los méritos acumulados en 2021. Peñacastillo se ha llevado el torneo más importante, el de la regularidad, mientras que la Bolística, pese a su irregular campeonato liguero, doblegó a Campoo para hacerse con la Copa, con lo que la Supercopa del año que viene, que ya formará parte del calendario oficial, tendrá a los mismos protagonistas.

En la apertura del encuentro de ayer las de Cañas no dudaron en situarse en la distancia máxima, los diez metros, a lo que Torrelavega contraatacó con una raya al medio que sólo subía para colocar el emboque de veinte. Sin acabar de redondear una gran tirada a Peñacastillo le sobró una bola para llegar a los 40, un lanzamiento que Andrea Gómez aprovechó para derribar tres más y mandar a ganar a 44. Las de casa subieron los mismos que su rival, 17, pero con el birle peor ubicado se quedaron a dos palos de la igualada.

El mismo problema tuvieron las propietarias de la bolera en el segundo parcial. La Bolística repitió el tiro de Peñacastillo y Laura Abascal repitió la raya que había colocado Miriam Velarde en el parcial anterior antes de una tirada en la que subieron menos bolos, los birles quedaron en mala posición y en el que dejaron franca la oportunidad a las capitalinas para poner tierra de por medio. Y, claro, una partida del nivel de las campeonas de Liga no desaprovecho la oportunidad gracias a un emboque de valor veinte logrado por Blanca Gandarillas.

Una semana después se repetía la situación para Torrelavega. Al igual que ocurriera en la final de la Copa ante Campoo de Yuso, en un visto y no visto perdían por dos chicos. Lo primero para buscar la remontada era variar la táctica, subir la raya y colocar el cachi a la mano. El cambio le sentó bien a Peñacastillo, que incluso con una bola blanca, que Blanca Gandarillas arregló con su segundo lanzamiento, se plantó en los 50 bolos después de bajar 28. Una montaña de madera que las del Besaya tuvieron en su mano superar en la subida, aunque el problema que les pesó toda la tarde les impidió sumar su primer parcial. Y es que la posición de las bolas les impidió que el birle estuviese a la altura del tiro.

Con el título en la mano el 'Senado' de Peñacastillo, formado por las jugadoras -incluida Judit Bueno, que ayer actúo de quinta- y por Nel González, el presidente de la entidad, decidió oponer una raya alta al pulgar para contrarrestar el acercamiento a la caja de la Bolística. En un intento desesperado de meterse en el partido se bajaron hasta los siete metros, la distancia mínima de la categoría, desde donde la subida fue menor que en chicos anteriores. La diferencia fue que, esta vez, los birles fueron algo más cómodos, Iris Cagigas birló ella sola once palos y con 30 de bajada, al menos, obligaban a las capitalinas a no descuidarse. El mandado surtió efecto y las locales estrenaban su casillero en el partido.

El encuentro retornó a la situación inicial en el quinto, diez metros y el cachi en la diagonal al pulgar con la raya al medio. Cumplidoras de subida, las jugadoras de Peñacastillo son un martillo pilón en el birle, lo que les sirvió para un nuevo recado de 47 palos al que la Bolística intentó llegar a base de buscar el primero y un emboque salvador que a un paso estuvo de llegar con la última bola lanzada por Iris Cagigas, que estacó y se quedó a escasos centímetros del éxito.

Al final, alegría y llantos para las jugadoras de Peñacastillo, que tras ganar la Copa el pasado curso en 2022 se han quitado la espina liguera y, además, ha logrado una Supercopa que se llevó la pasada campaña Campoo de Yuso. Tras dos ediciones, a partir del año que viene estará incluido en el calendario de la Federación Cántabra y constará como título oficial.