Peñacastillo gana la Liga más larga

Lo mejor que se puede decir de la partida de Cañas este curso es, de nuevo, su capacidad para sobrevivir en los momentos más complicados del año. Cuando Salmón todavía no estaba a punto, cuando José Manuel perdía demasiadas bolas o cuando rivales de la parte baja de la tabla les ponían el agua al cuello los santanderinos fueron capaces de sacar adelante partidos, o al menos puntos, que se han antojado decisivos en el tramo final de la competición. Y este año lo han hecho con un rival enfrente.

Al final en cursos precedentes eran los rivales los que se quitaban puntos entre ellos, lo que facilitaba el despegue en la tabla de los presididos por Nel González, pero en 2021 han pasado buena parte del curso mirando hacia arriba, primero al liderato de Borbolla y luego al de Andros, que comandó el pelotón de cabeza hasta que un jueves de agosto Peñacastillo les barrió de la bolera. Los de Las Fraguas han rozado la gloria en su primer año en la categoría y, con un equipo de lujo, solo les han fallado las fuerzas en el tramo final. Justo en el peor momento posible. Y es se cuando se presentaron en sociedad en la Mateo Grijuela llevaban dos puntos de ventaja y un empate les hubiera lanzado hacia el título, algo que no lograron en una tarde aciaga.

Se acaba una época en Peñacastillo, no en cuanto a títulos, que eso lo dictará la bolera, pero si la de la capitanía de Jesús Salmón, que cambia Cañas por Maliaño después de cuatro ligas, una Copa Presidente, dos Copas Federación, a falta de la de 2021, tres Supercopas, una Copa Apebol, tres Regionales y un Nacional de parejas, un título que todavía puede ganar el día 17 una vez más. En la capital se quedan Víctor, José Manuel, Sebi, Haya y llega Mario Pinta, es decir, una plantilla para aspirar a todo.

El partido de ayer tuvo poca historia. Sobarzo no compareció en Cañas, no cerró de catorce metros y en el segundo parcial, cuando había subido veinte con emboque y necesitaba birlar quince palos con seis bolas para poner la igualada bajaba nueve. Sin el brillo de jornadas anteriores, sin alardes, pero los capitalinos sumaron los cuatro chicos que necesitaban después de un cuarto en el que acertaron de pleno con un emboque nada sencillo colocado por Óscar Cianca.

Cuando acabó el partido en la Mateo Grijuela Peñacastillo todavía no era campeón, lo tenía a un paso. Y es que Andros, después de comenzar ganando, vio como Comillas mejoró en su juego. Los comillanos, ya descendidos, siempre han sido un hueco duro de roer en su corro y lo demostraron sobre todo en el último chico. Y es que los capitalinos le deben buena parte de su alirón de ayer a Alfonso González, que en el epílogo embocó para mandar a los del Valle de Iguña a 45, una cifra que no lograron después de una subida irregular.

Al final, manteos, champán y la cuarta celebración consecutiva en Cañas. Para su capitán, Jesús Salmón, «ha sido una Liga muy competida, muy diferente a otros años. Empezamos jugando mal y al final hemos reconducido la situación». El camargués cree que el ir de menos a más ha sido clave en la consecución final del torneo. «El juego que hemos desarrollado en la recta final ha sido decisivo, especialmente ese partido que jugamos contra Andros al ganar 4-0. Nos dio alas y les traspasamos la presión».

Del resto de la jornada, Riotuerto y Sampedro, ya con la Copa asegurada, resolvieron el partido por la vía rápida. Lo mismo hizo Borbolla, que recordó en Muslera al de los inicios de curso y tiro de eficacia embocadora para colocarse más cerca de meterse en el torneo del KO. La victoria de Noja y el empate de Ribamontán ante Camargo hace que tanto los nojeños como los de Loredo necesiten un empate en el duelo que ambos disputan la semana que viene para colarse en la Copa Federación.