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Con la División de Honor encarrilada y la Primera Categoría pendiendo de un hilo, otra de las incógnitas que queda por resolver es lo que ocurra con la Liga Femenina. Compuesta por diez peñas, de momento se han mantenido al margen y ... a la espera de la decisión de la Federación Cántabra sobre el futuro de la competición, aunque ya hay alguna que apuesta por aplazar la competición para 2021. No es el caso del vigente campeón, Campoo de Yuso, que acumula dos títulos ligueros consecutivos y cuyas jugadoras están dispuestas a salta a la arena en busca del triplete. «Siempre y cuando salgan equipos suficientes, sí jugaríamos», aclara la capitana de las campurrianas, Diana López.
Las jugadoras han sido las que han tomado la decisión, como así reconoce el presidente de la entidad, Chapi Saiz. «En principio la postura de las peñas era hacer lo que dijera la Federación. Como estamos también hablando de salud yo pregunté a las jugadoras, porque si ellas me decían que tenían miedo no jugaríamos, pero me han dicho que por ellas sí, siempre y cuando esto no vuelva para atrás y las autoridades sanitarias lo permitan». Este año el torneo vuelve a contar con diez peñas gracias a la incorporación del Pendo Camargo, la cuadrilla femenina de Roper, que es otra de las peñas que apuesta por arrancar la competición, como el propio presidente de la entidad, Gerardo Castanedo, reconocía hace unos días en una entrevista en El Diario. «Nosotros vamos a sacar adelante el equipo. Yo espero que sea una categoría muy bonita y nos hagan disfrutar».
Sí quieren jugar. Campoo, El Pendo, Torrelavega, Carandía, San Lorenzo y Atlético Deva dicen sí, bajo unas determinadas circunstancias.
No quieren jugar. Zurdo de Bielva es la más firme. Casar de Periedo es otro de los equipos que aboga por no jugar.
Dudosas. La Carmencita y Concejón no se han pronunciado al respecto.
Torrelavega Siec, principal aspirante a sentarse en el trono de Campoo, es otra de las entidades que sí se plantea echar la temporada adelante, aunque con condiciones. «Estoy igual que con la División de Honor. Apostamos por jugar, pero no a puerta cerrada», afirma su presidente, Luis Ángel Mosquera. La de la capital del Besaya es una de las peñas que más público acoge en cada partido, tanto de los equipos masculinos como del femenino, por lo que solo abrirían en caso de poder contar con público.
Una de las inquilinas de la Carmelo Sierra es Iris Cagigas, que asegura que ya ha empezado a ejercitarse y no vería con malos ojos que se jugase la Liga. «Creo que la temporada dependerá de cómo esta situación evolucione y de lo que recomienden las autoridades sanitarias y la Federación Cántabra. Me amoldaré a lo que crea conveniente mi peña y la mayoría de las que forman la categoría femenina. Sin embargo, hay otras que no tienen claro que se pueda disputar la temporada. Además de los problemas sanitarios, el curso estaría marcado por los problemas económicos y por el cambio de calendario, que obligaría a jugar en fechas en las que normalmente no hay bolos. «El tema económico sí puede repercutir», reconoce Chapi. «Intentas pagar la gasolina a las jugadoras, hay otros gastos y ahora cómo vamos a pedirle algo a un comercio que ha estado cerrado tres meses».
Unas de las peñas que más firme se ha mostrado en su negativa a la hora de competir es Zurdo de Bielva. «Nosotras preferimos no jugar. Hemos estado hablando estos días y por diversas circunstancias no creemos que sea buena idea empezar tan tarde y acabar en pleno otoño», confirma Mabel Hernández. Una circunstancia que se añade al hecho de que las nuevas fechas pueden incidir en las particularidades personales de cada bolista. «Por problemas personales que no hubiéramos tenido en las fechas normales de la Liga en julio, agosto y septiembre, nos costaría ser suficientes para poder jugar», remata la de Herrerías.
Una situación que puede repercutir también en Atlético Deva. Alguna de sus jugadoras tiene previsto estudiar fuera de Cantabria a partir de septiembre, aunque las de Unquera si están dispuestas a jugar. «Nos gustaría que se jugara, pero debería hacerse primero una reunión de todos los presidentes para llegar a un acuerdo y así conocer todas las opiniones», cree Mayka Rodríguez, capitana del equipo.
Otra peña joven, Casar, se suma a las que no quieren disputar el curso. «Todas opinamos que no se debería jugar», asegura Alba García, jugadora de la peña. De momento, división de opiniones.
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