La pequeña gran selección cántabra

Si en el Campeonato de España Infantil por Federaciones Autonómicas de Natación Artística, que se celebrará los días 4 y 5 de mayo en Palma, hay desfile por selecciones, habrá una similar a esas delegaciones olímpicas. Pequeña en cuanto a integrantes, pero a ilusión y a orgullo no les va a ganar nadie. Lara López (Santander, 2009), Irma Von Weber (Zúrich, Suiza, 2009), y su entrenadora, Virginia Jean (Besançon, Francia, 1984), conforman la primera selección cántabra de este deporte de la historia. Todas del ACN Marisma, ya que la natación artística sigue siendo tan minoritaria en Cantabria que solo el club santanderino cuenta con nadadoras de esta especialidad.

Sorprende que en el año 2024, Cantabria tenga por primera vez en su historia una selección regional. «Y ha sido porque es una modalidad de competición nueva. Se estableció por primera vez en 2023», señala Jean. «Y con los resultados de las chicas, que demuestran su trabajo, han visto que podíamos ir». Lara devuelve rápida el elogio a su entrenadora. «Y gracias a que tú has estado insistiendo». Además, el campeonato será de primera categoría, la más elevada que hay en la antigua natación sincronizada, con lo que el nivel de las selecciones participantes será el mayor que se pueda presenciar en una piscina.

Las dos nadadoras del Marisma se ganaron el derecho a competir en el Nacional hace tiempo. «Yo, el año pasado», añade Irma. Lara, un poco antes. «En 2022», afirma. Un sistema de marcas mínimas es el que las llevará a Palma. Irma reconoce que aún «no he pensado» en ese pequeño hito que harán en el deporte cántabro al ser las pioneras. Pero Lara sí lo ha hecho. «Es algo emocionante. Y un orgullo».

La primera participación en un campeonato de esta categoría hace que la pequeña selección cántabra no sueñe con títulos o con medallas. Sus aspiraciones son «hacerlo lo mejor posible», resalta Lara López. «Y a disfrutar de la experiencia», añade Irma. En la piscina, el principal reto será el de «conservar el nivel que llevamos», indica Lara, para volver a participar en un campeonato así. La competición en Palma servirá para aprender de otras, ya que en Cantabria siempre se enfrentan entre ellas. «Distintas músicas, figuras, movimientos de brazos, bañadores... ¡Todo!», indica Irma. Debutar en un campeonato así les hace no saber a ciencia cierta «el nivel que habrá», afirma Virginia Jean. Pero se presupone alto. «Cataluña, Madrid o la Comunidad Valenciana son las comunidades más fuertes», apostilla Irma Von Weber.

Con cinco años ya de experiencia en la natación artística en el caso de Lara y cuatro en el de Irma, ambas, que entrenan de lunes a viernes de la mano de Virginia y David Arranz, ya están entre las mayores del ACN Marisma. Un deporte generalmente con poco recorrido para sus practicantes. «Con el bachillerato ya todo se complica», señala Lara. Aunque la nueva reglamentación de la artística las hace tener esperanzas de seguir en las piscinas. «Con 20 años se es júnior», dice Virginia. El pasado día 20, en el Open de Rutinas de Cantabria en el que las sincronistas del Marisma se subieron a bastantes podios, había hasta alguna nadadora de categoría sénior. «Es algo que me parece genial. Hay un nivel de madurez», apunta la entrenadora del Marisma. «Y en esas edades no hace falta volver a empezar. Puedes no dejarlo del todo», comenta Irma.

En «la competición más importante que habremos hecho nunca», resalta Lara, la selección cántabra estará contenta «si nos ha salido una buena coreografía», dicen las dos nadadoras, que competirán en dúo, además de Lara en solo. «Y si ganamos a una, o dos...», añade Lara entre risas. Virginia insiste en conservar esa nota mínima para «repetir». Pero hasta esos primeros días de mayo todo son nervios mezclados con la mayor de las ilusiones. La de competir con la mayor dignidad posible y representar a Cantabria en un campeonato así por primera vez para escribir una página, por modesta que sea, en la gran historia del deporte cántabro.