Un presupuesto austero y el objetivo de mandar en Cantabria

Atrás queda la etapa en la que, hace solo cuatro años, Pedreña estuvo a punto de ascender a ACT. Fue incluso favorita tras un gran final de competición regular, pero ese cara o cruz que es el play off se le dio mal. Tenía entonces como entrenador a Joseba Fernández, en su segunda época al sur de la bahía. «Entonces teníamos mucho apoyo del Ayuntamiento, que ese año hizo un gran esfuerzo, y además cuando tienes entrenadores de ese nivel ellos mismos involucran a algunos remeros para reforzar la tripulación», explica Presmanes, que ahora aborda otro tipo de proyecto, con más poso pero al mismo tiempo obligado a sacrificar, en cuanto a resultados, el corto plazo, en una Pedreña que el año pasado comenzó un proceso de renovación. Ha vivido la mejor época, con grande presupuestos gracias al apoyo público y los patrocinadores privados, y la economía de guerra, y siempre ha conseguido que salga al agua una trainera competitiva en su categoría.

Ahora, consciente de la necesidad de echar mano de lo de casa y del riesgo de que algún remero que despunte viaje a Vizcaya, donde las cifras y primas son otras, trabaja en la sostenibilidad.

Aun con este escenario, Pedreña se ha reforzado. Los remeros más jóvenes han ganado experiencia, Borja Gómez puede aportar mucho a la popa y Luismi Villar, el castreño que afronta su segunda temporada al frente del barco pedreñero, ha atado algún refuerzo más. De nuevo en su mayor parte remeros jóvenes, algunos procedentes de Actividades Náuticas de Castro, que en un club sin barco en categoría absoluta deben migrar cuando terminan la etapa juvenil y en su caso han preferido -o así se han dado las cosas- Pedreña a La Marinera. «También contamos con algún veterano, que puede ser importante para dar experiencia al equipo, y tenemos ya la plantilla prácticamente cerrada, a falta de que pueda haber alguna incorporación o de descartes que tengamos que hacer, porque a diferencia de otros años tenemos una plantilla amplia, de 27 remeros», se felicita Presmanes.

Entre esos veteranos que pueden aportar mucho está Sorin Dagan, rumano ya cántabro, clásico de la poderosa Marinera de la primera década del siglo y con cerca de dos décadas de experiencia en ACT que llega procedente de Urdaibai. También ha llegado procedente de Camargo, su rival directo en Cantabria, un a sus 27 años aún joven pero curtido remero como Adrián Blanco. Dos de los mimbres con los que Pedreña confía en impulsar su sostenido crecimiento y recuperar, después de dos años de hegemonía camarguesa, el título cántabro de traineras, uno de los grandes objetivos de la temporada.

Presmanes coincide con Borja Gómez en objetivos: intentar ser el mejor barco cántabro y mejorar en Liga el resultado del verano pasado, cuando Pedreña terminó séptima con 56 puntos en una temporada de menos a más en la que terminó en segunda tanda y dejó atrás a Camargo, que décima con solo seis puntos menos tuvo que bogar en el play off de permanencia. Claro que en estos momentos del año, aún sin descensos y la referencia que dan los tiempos de las demás tripulaciones, no resulta sencillo hacer pronósticos.

Ya el año pasado Luismi Villar adelantó que el proyecto era a futuro y en esa misma línea se ha trabajado, con una plantilla más joven y quizá con menos vatios que en la mejor época reciente, pero a cambio más joven y amplia, dejando atrás los veranos en que La Pedreñera se vio lastrada por la escasa profundidad de banquillo.