«Sin público estás más solo que nunca, pero hay que dejar las emociones en casa»

-Lo primero de todo y tal y como están las cosas, ¿cómo lleva Sergio García la pandemia?

-Es complicado, pero te tienes que adaptar. Tampoco puedes hacer nada y ni tan mal que estamos peleando. Mucha gente está parada y nosotros tenemos la suerte de poder pelear...

-Dice usted que hay que adaptarse a esta nueva vida y a una pelea diferente como la de su quinta defensa, ¿cómo se consigue eso?

-Es una pelea sin público que solo se puede llevar a cabo gracias a la televisión. Es todo muy diferente; las sensaciones encima del ring, los sentimientos... Hay que imaginarse sin el público y será difícil. Sin apoyos ni abucheos es como si fuera un entrenamiento, pero que te la estas jugando ahí arriba. Te juegas la carrera. Si es cierto que un boxeador sin público está sólo en el ring.

-¿Cómo se entrena alguien para pelear sin público?

-No tiene entrenamiento. Hay que ser consciente de ello y no salirse de guión. Las sensaciones van a ser todas distintas a una pelea normal, así que si te dejas llevar por lo que sientes o te pide el cuerpo puedes acabar mal. Hay que ceñirse al guión y punto. Creo que hay que adaptarse porque esto va para un rato largo. No va a ser un día.

-¿Se ha hecho la idea de que la pelea del próximo 5 de diciembre puede que no sea la última en estas condiciones?

-Yo creo que va para largo. Llevamos ocho o nueve meses y nos queda otro año más hasta que empiecen las cosas a funcionar. A ver cómo va la vacuna y luego habrá miedos. Limitaciones de aforo por todo lo que ha pasado... No va a ser fácil volver a cómo estábamos. Va para largo. Esto ha venido y se va a quedar con nosotros, como la gripe. Ojalá sea una tontería dentro de unos años, pero ahora es muy serio.

-Y a usted, ¿le ha cambiado la vida en estos ocho meses?

-Mis rutinas las sigo igual que antes, simplemente que las cosas son todas más difíciles; hasta para guantear la cosa se complica. Cierran las comunidades y no puedes traerte gente de fuera así como así para trabajar. Todo son trabas y no es nada sencillo, pero yo sigo igual.

-¿Cómo llega a la pelea? ¿Qué opinión tiene del rival?

-El rival es cosa de Víctor. Le he mirado y poco más, pero tampoco sé cómo le voy a entrar porque es cosa de él. De la preparación estoy muy a gusto y estoy haciendo lo que se puede. Hago guanteos con compañeros de aquí cerca y podemos ir manteniéndonos. Hay que dar gracias porque estoy seguro que hay gente mucho peor que nosotros. La pelea será muy distinta. Mas bien la puesta en escena, pero hay que mentalizarse porque no va a ser solo esta sino que van a ser muchas más. Si quieres mantenerte en activo, claro, porque si quieres no pelear pues todo cambia. El 80% de los boxeadores no están peleando y están peor.

-¿Es esta pelea el último escalón de Sergio García antes de afrontar el Mundial?

-Para mí es una defensa más que tengo que ganar para mantener el título, seguir sumando y aprendiendo y acercarse cada vez más a lo que queremos. Estamos a la espera.

-¿No piensa que ya le ha llegado la hora de luchar por el Mundial?

-Seguimos a la espera. Lo mismo nos llaman mañana que te siguen teniendo ahí dos o tres peleas más. Mañana igual sale una oportunidad y nos dicen que en dos meses tenemos la oportunidad y hay que aprovecharla. Es difícil que te llamen así por así.

-¿Qué es lo próximo a lo que puede aspirar Sergio García entonces?

-Nosotros queremos seguir defendiendo lo que tenemos, el título. Y seguir creciendo. Nos pueden llamar para darnos una oportunidad, o por un Mundial vacante o quién sabe... Lo importante es tener el título y poder pelear. Siempre tiene más valor defender el título que hacer una pelea cualquiera. No es lo mismo una derrota o una victoria con el cinturón por medio que después de haberlo perdido. Hay que seguir avanzando.

-Psicológicamente, ¿cómo se encuentra Sergio García?

-Eso bien. Como siempre. Es la incertidumbre de si pelearemos o no, si a última hora se aplazará y tendremos que pelear dentro de dos meses... Esas sensaciones son lo peor. No depende de nosotros y sí de los políticos. Hoy se hace una cosa y mañana se hace otra y eso sí que es difícil de llevar.

-Cada pelea, los que entienden de boxeo dicen que Sergio García es mejor, ¿en qué ha progresado esta vez?

-Víctor dice que sí he mejorado. Dice que he mejorado las piernas y yo me noto que me salen mejor cosas que antes no hacia. ('Cada vez se acerca más al tope que yo quiero'. La frase es de Víctor Iglesias, que contesta por alusiones).

-Cuando empezó en esto del boxeo, hace ya más de catorce años, ¿se imaginaba que le iba a tocar defender el título sin público en medio de una pandemia mundial?

-Esto no se lo esperaba nadie. Siempre me dice Víctor que vaya época más dura me ha tocado para ser boxeador. Primero la crisis del 2008 cuando tenía que empezar a trabajar y no había dónde, ahora una pandemia cuando estás a tope de tu carrera... Pero bueno, que si pasamos esto, peor lo pasaron nuestros abuelos cuando les tocó una guerra y sacaron esto adelante. Siempre piensas cuando empiezas en llegar a lo más alto, pero luego casi no te da tiempo a valorarlo porque estás pensando en el próximo objetivo y no te da tiempo. Cuando te vas acercando y vas ganando, lo tienes, pero no lo valoras del todo porque piensan en más. Te imaginas las cosas de una manera y luego son de otra. Hay que quedarnos con lo positivo. Y paciencia.

-Está usted a nada de igualar a Javi Castillejo en defensas del europeo del superwelter, otro récord más...

-Es algo muy bonito; muy importante porque Castillejo fue uno de los mejores boxeadores de este país. Iremos poco a poco. Si esta vez ganamos estaremos a una defensa más. Y en Cantabria nadie lo ha conseguido. Lo tiene chungo el que venga después -ríe-. Pasarán los años y vendrá alguien que lo hará, seguro.

-¿Le está costando más que otras veces venir a entrenar?

-No. Como siempre. Esto es una rutina que hay que saber llevarlo. Lo que me está costando más es la dichosa pandemia.

-¿No tener público va a ser lo que más condicione la pelea?

-Da igual pelear en casa que fuera. Nos da igual y hay que metérselo en la cabeza. No quiero que me pase como en la anterior pelea que me sentí muy raro y no me salió una buena pelea. Quiero subirme al ring y que salga todo como lo que me manden. Es como un entrenamiento en el que vas a oír lo que dicen en tu esquina y también lo que digan en la del contrario. Hay que dejar las emociones en casa. Tendremos un guión y habrá que cumplirle pase lo que pase sin dejarse llevar.