Los Remedios aprieta la Liga

Pese a su buen momento los de Muslera necesitaban mostrar una versión casi perfecta para puntuar, aunque el comienzo no fue esperanzador. Con siete bolas de tiro Los Remedios llevaba dieciséis palos, pero la última bola de Vallines se fue blanca, el birle no salió como debía y el cierre se quedó a dos bolos. Enfrente, a Peñacastillo le goteó el colmillo y dejó siete bolas de pegar para ponerse por delante.

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Si a una peña superior y encima en racha le dejas una puerta abierta, las opciones de sorpresa se reducen al mínimo. En el segundo Peñacastillo se fue a los veinte metros y, aunque no tiró bien, cerró con todo lo justo gracias a que Mario Pinta acertó dos veces con el asequible emboque que colocó Federico Díaz. Los de Guarnizo lo tenían a tiro de tocar el primero, pero la distancia máxima pesa y el parcial se quedó en casa.

De tiro corto los visitantes ajustaron el marcador antes de volver a perdonar en el cuarto. Esta vez, de nuevo de veinte metros, Peñacastillo ni cerró, lo que abrió las puertas al empate. Nada más lejos de la realidad, la saca fue tan amplia que los de Muslera ni siquiera birlaron de segundas.

De tiro corto y al pulgar los de Muslera apretaron de nuevo el marcador antes de que el epílogo decidiera el partido desde la distancia máxima. Los Remedios colocó el cachi al pulgar un pelo más escondido que en chicos anteriores, y después del fallo local y cuando llevaban el cierre encarrilado una bola de su capitán se enredó con los bolos y no salió de la caldera, pese a que Carlos Gandarillas pudo cerrar con una última bola que llevó dos cuando necesitaba cuatro. El líder también marró de segundas y, esta vez, Los Remedios, pese a sufrir en el inicio de la subida sentenció el empate con emboque de Luis Vallines con el último lanzamiento de tiro.