El reto más ambicioso para un debutante

El proyecto nace con vocación de hacer ruido deportivo, aunque el origen fue muy diferente. «Pensábamos en un proyecto modesto, empezar en Segunda y en tres o cuatro años llegar a División de Honor».

Sin embargo, todo cambió cuando el proyecto llegó a oídos de Lolo Lavid, que se involucró para que los objetivos fueran más ambiciosos. «Su interés nos suponía un espaldarazo, porque podíamos traer a jugadores importantes». Y es que el jugador de Las Fraguas enseguida vio claro que de aquel inicio podía surgir algo grande. «Cuando yo le comenté que estábamos planteándonos hacer un equipo de bolos enseguida me dijo que contáramos con él, que le interesaba», aclara Julián Terán.

Y es que más allá del proyecto bolístico, Andros ofrecía la posibilidad de una relación laboral que, en muchos casos, ha sido clave para que los jugadores se decanten por fichar con ellos y que era el primer paso a la hora de materializar la llegada de los bolistas. «Es condición indispensable que nuestros jugadores cumplan los mismos requisitos de formación que exigimos al resto de los trabajadores», aclara Javier.

Después de que los jugadores pasaran la entrevista (no todos lo hicieron), formalizaran su contrato y la plantilla estuviera cerrada, los esfuerzos se centraron en comenzar la competición lo más arriba posible. «Nos sorprendió porque surgieron varias posibilidades y eso, desde el punto de vista nuestro que queríamos empezar, fue muy positivo. Pero para los bolos no tanto. Ves que no estás muy arraigados».

Después de reunirse de manera formal con cuatro peñas para ocupar su plaza finalmente la elegida fue San Felices, que no pasaba por su mejor momento. «Ellos querían dejarlo y nosotros al final cubrimos su lugar».

Superados los trámites extradeportivos, el siguiente paso es plasmar sobre la arena los objetivos iniciales. «Hay que quedar campeones de Liga, está claro». Así de contundente se muestra Alfredo Aja, el director técnico. Pese a que con una plantilla compuesta por Lolo Lavid, Carlos García, Pedro Gutiérrez, Jaime Ríos y Pablo Lavín hay pocas dudas acerca de su favoritismo, el máximo responsable en materia deportiva de la entidad cree que no sería un fracaso no quedar primeros, aunque admite que «hay que ascender sí o sí». Es el presidente el que resta un poco de presión a la temporada. «El equipo evidentemente es para quedar campeón, pero los bolos hay que tirarlos. Si no quedamos campeones de Primera, ya quedaremos el año que viene».

Aja cargará sobre sus espaldas con toda la responsabilidad deportiva, formará también parte de la plantilla y asegura que va a «coordinar con los jugadores. Lo primero son ellos, las sensaciones son suyas». Además de ser el enlace desde fuera con la partida y especialmente con el capitán, que será Lolo Lavid, Aja tendrá la última palabra en caso de dudas acerca de la estrategia a seguir, aunque le cuesta reconocerlo. «Yo siempre haré caso a mis jugadores».

La peña comenzará los entrenamientos el lunes 13 de enero y las tres sesiones semanales se repartirán entre las boleras de Maliaño y Parbayón, dos de los corros que se plantean como futuras boleras auxiliares en caso de que necesitasen jugar bajo techo.

Además de con el primer equipo Andros La Serna Valle de Iguña contará con una escuela, a la que ya hay apuntados quince alumnos y que llevará el nombre de un histórico, Jandro Gutiérrez. En ella los monitores serán los propios jugadores de la peña. Equipo en Primera, escuela... La guinda del pastel sería una partida femenina que, si bien a largo plazo no está descartada, de momento no entra en los planes de la entidad. «A día de hoy no nos lo hemos planteado», asegura Javier, aunque si la escuela da sus frutos en el futuro no está descartada la opción.