Roper quiere romper la estadística

Más allá de las rachas de cada peña en cada temporada, los bolos tienen varias particularidades que hacen que la primera vuelta del campeonato pueda ser engañosa. La Liga comienza en los albores de la primavera, con los jugadores fríos y con las estrategias sin pulir. A medida que avanza el curso los bolistas arrancan también las tiradas individuales, lo que hace que su estado de forma vaya en progresión hasta que llegado el mes de junio se encuentran casi al 100%. Por eso son más frecuentes los resultados sorpresivos en la primera vuelta, cuando las partidas no están en su mejor momento y el intermedio del torneo ofrece algún dato no habitual.

El antecedente más inmediato data del pasado curso, cuando Riotuerto acabó la primera vuelta en cabeza de la tabla. Los cañoneros, tras ganar a San Jorge, llegaron al ecuador de la competición con veinte puntos, dos más que Peñacastillo, pero un mal comienzo de la segunda vuelta les apeo del liderato. Pese a ello, llegaron con opciones de seguir arriba al decisivo partido ante los de Cañas, en el que sucumbieron y perdieron buena parte de sus opciones de levantar el trofeo de la regularidad, que acabó en manos de los santanderinos.

En 2017 sí se cumplió el tópico que otorga todo el favoritismo para el título al mejor de la primera vuelta, aunque Hermanos Borbolla llegó a ese punto como primero tan solo por la diferencia de chicos con Peñacastillo. Los costeros igualaron con J. Cuesta en la decimotercera jornada, mientras que los capitalinos habían ganado con rotundidad a Gajano, lo que les dejaba empatados a 21 puntos. A partir de ahí, Noja puso la directa y acabó la liga con seis puntos de ventaja.

Borbolla también se alzó con el campeonato la campaña anterior, aunque en este caso no había sido capaz de llegar al ecuador como primero. Y es que en 2016 después de la decimotercera jornada los que encabezaban la tabla eran Sobarzo y Roper, empatados a 21 puntos y con los de Penagos por delante gracias a la diferencia de chicos. Exactamente la misma situación que podría darse si ambas peñas ganan sus partidos de este fin de semana. A partir de ahí los nojeños pisaron el acelerador y lograron proclamarse campeones con dos puntos de ventaja sobre sus rivales.

Una derrota en Los Tilares impidió a Roper ser «campeón de invierno» en 2015. El beneficiario de ese pinchazo fue la Bolística, que con empate en Sobarzo sumaba diecinueve puntos, los mismos que los de Maliaño, pero se ponían por delante por diferencia de chicos. El a la postre campeón, Hermanos Borbolla, era tercero a un punto, aunque al final, como en años posteriores, apretó en el tramo final y se llevó el torneo de la regularidad, una cita que ganó matemáticamente ante Roper en un polémico encuentro en el que fue expulsado Rubén Haya.

El que no dio opción a sus rivales en 2014 fue Peñacastillo. Los de Nel acabaron el curso con ocho puntos de ventaja sobre el segundo y ya en el intermedio de la liga iban destacados con 22 puntos, tres más que Borbolla que ocupaba la segunda plaza. Además de obtener su primer título de División de Honor, la partida formada por Víctor, Ico Núñez, Jaime Ríos y Pedro Gutiérrez es la que más puntos ha obtenido en los últimos cinco años en la primera vuelta.

Roper ha alcanzado los 21 puntos, uno menos que los capitalinos en 2014, y los mismos con los que acabaron la primera vuelta hace tres campañas. Borbolla en 2017 también sumó la misma cifra, mientras que en 2015 las peñas no lograron llegar a ese número en los primeros trece partidos. El pasado año, Riotuerto se quedó en veinte.

Si las estadísticas no engañan, más allá de por cuadrilla y juego, Sobarzo y Peñacastillo se han convertido automáticamente en favoritos para ganar la liga. Claro que, a veces, los números engañan.

Aunque no era su objetivo inicial, los de Maliaño ahora tienen la oportunidad de reverdecer viejos laureles y alzar un campeonato que se les resiste desde 2011. Pese a los movimientos en la plantilla el equipo sigue respondiendo y va a vender muy cara su piel. Pese a ello, no lo tendrá fácil. Y es que por detrás vienen peñas muy fuertes.