«No sabía si retirarme o no, pero gracias a mi entorno he decidido seguir»

En poco más de dos semanas, en concreto el 15 de abril, regresará al cuadrilátero tras un año de parón desde que el 9 de abril de 2022 cayese en el Hotel Virgin de Las Vegas ante Tony Harrison. Víctor Iglesias ya no estará en su esquina. La sociedad inquebrantable se rompió tras aquella velada de Nevada. La segunda derrota consecutiva, también a los puntos, como la del Staples Center en California –las dos únicas en su carrera– le cambiaron el paso y su entrenador lo dio a un lado. El Niño pensó incluso en retirarse, pero ahora regresa con nueva ilusión y ofertas de Londres, donde entrena, y Estados Unidos. Pero antes quiere reaparecer ante su público. Resurgir en el mismo pabellón Vicente Trueba que le encumbró y con el mismo carácter sencillo y humilde; con el mismo tono calmado. Lo hará ante un joven argentino con diez victorias en su estadística.

–Ha pasado un año desde su última pelea, ante Tony Harrison. ¿Qué ha hecho durante este tiempo? ¿Cómo lo ha vivido?

–Con un poco de incertidumbre por el cambio de entrenador. Ahora estoy muy contento, pero los meses que estuve inactivo los viví con mucha incertidumbre sobre mi futuro. No sabía si retirarme o continuar, pero gracias a mi entorno, el del gimnasio, los amigos y la familia, y a que me seguían lloviendo ofertas, decidí seguir.

–¿Cómo le dice Víctor Iglesias que se retira, que no quiere seguir entrenándole?

–Nos ofrecieron pelear en Londres, le dije que me acompañara y dijo que no. Intenté convencerle, pero tuve que respetar su decisión y no pude hacer esa pelea. A dos meses del combate no tenía entrenador. Y no iba a ir a lo loco, sin prepararme, así que tuve que renunciar.

–Meses después le reclutó ÁngelFernández, entrenador nada menos que de Anthony Joshua, entre otros. ¿Cómo se produjo el contacto?

–Hizo una entrevista con un medio especializado en boxeo; estuvieron hablando de mí, de que no tenía entrenador y qué le parecía. Ángel dijo que tenía las puertas abiertas y un amigo lo vio. Fue hace unos meses. Entonces yo estaba muy desanimado, pensando en dejarlo, pero en diciembre me volvió a llamar la promotora de Estados Unidos y mis amigos del gimnasio y todo mi entorno empezaron a animarme. Pensándolo en frío, me dije que me había costado mucho llegar hasta aquí y tener estas oportunidades para desaprovecharlas.

–Ese fue el momento definitivo. ¿Y el contacto final?

–Ángel había hecho esa entrevista, mi entorno se puso en contacto con él y fui a ver cómo es el sitio. Tuvimos una entrevista, me puso en la mesa lo que había y yo lo que quería. En enero nos pusimos de acuerdo, me vine a Londres a probar y aquí estoy.

–Cuenta con un entrenador de nivel mundial...

–Más que el cambio de entrenador o de modo de trabajo he notado el cambio de vida; yo tenía mi vida en Torrelavega. El mayor sacrificio ha sido dejar a mis hijos en Cantabria y el tener que venir siempre aquí –a Londres– para las preparaciones. Y el idioma. Yo no sabía nada de inglés. Ahora lo estoy cogiendo poco a poco y ya me entiendo.

–Ahora sí se le nota ilusionado.

–Sí. Y con ganas de hacer esta pelea de Torrelavega, retomar la actividad y ver las opciones que me están ofreciendo. Después de pelear en el Vicente Trueba veremos qué decisión tomamos a futuro.

–¿Qué tiene mente?

–Estoy abierto a ofertas de buenas peleas. Lo primero es esta que tengo en casa para retomar el pulso y verme cómodo con Ángel en la esquina. Después habrá que ver las opciones que me han ofrecido enEstados Unidos y en Londres, pero lo primero es preparar esta pelea y ganarla, claro.

–Estados Unidos, Reino Unido o quizá los dos...

–Eso es, creo que al final es fácil que me veáis en los dos sitios.

–¿Tiene pensado volver a prepararse para ser aspirante al título mundial?

–Lógicamente, a no ser que salga una defensa voluntaria, no lo veo para este año, pero todavía soy el número 9 en lista del Consejo Mundial y son los diez primeros los que optan, ya sea una defensa voluntaria u obligatoria.

–Lo que está claro es que abre una nueva etapa.

–Sí. Después de toda una vida en un mismo sitio, de repente se acaba. Pensé: '¿Qué hago? ¿Acabo o continúo?'. Decidí continuar, porque en el boxeo es muy difícil conseguir oportunidades como las que tengo y que me sigan llamando. Yo miro por mis hijos y por su futuro.No sé si me quedan dos, tres o diez combates, pero lo que tengo claro es que haga lo que haga, lo voy a a hacer bien. Esto es boxeo; debes tener todo muy bien trabajado. No voy a ir a jugármela porque sí. Después regresaré a mi casa con mi familia, pero para las preparaciones tengo que concentrarme aquí, en Londres.

–¿Ha notado muchas más facilidades para entrenar ahora?

–En cuanto a sparrings, sí. Pero lo importante son las ganas. Puedes estar en el mejor gimnasio del mundo y con el mejor entrenador del mundo, pero sin ganar de sacrificarte, de correr, de trabajar para dar el peso, todo eso da igual.

–¿Echa de menos Torrelavega?

–Sí, y eso que yo ya tengo todo encarrilado aquí. La verdad es que me ponen todas las facilidades del mundo. Me acaban de poner la comida en la mesa en el hotel y eso vale mucho en una preparación.Yo solo me tengo que dedicar a entrenar y descansar, sin más. Es duro, pero van a ser solo unas semanas durante la preparación de cada combate. Y luego, volver a Torrelavega, claro.