Salmón gana en Maliaño y manda otro aviso a sus rivales antes del Regional

El pase a la final se puso caro, muy caro, desde primera hora de la tarde, cuando Héctor Salmón derribó 108 palos para marcar el corte. Con catorce jugadores al tiro, la primera fase se dilucidó en seis tiradas, dos de catorce, dos de dieciséis y dos de dieciocho metros, con solo las dos últimas a raya al medio.

A medida que los jugadores desfilaban por el corro de El Parque la cifra se iba afianzando como válida. A falta de lo que ocurra a partir del viernes, Víctor continuó este miércoles con su semana para olvidar a nivel individual, después de caer a las primeras de cambio en el Torneo del Santander y quedar tercero en Noriega. El astillerense falló en el último birle, cuando tenía el pase a tiro de tres palos y birló uno. No lo hicieron Óscar, que iba a dieciocho en la sexta tirada y logró veinte, ni Salmón, que fue el mejor de la ronda con 117.

La final quedó prácticamente decidida en la tercera mano, cuando Jesús subió doce, birló quince y se colocó con 67 palos después de tres tiradas. Una bestialidad a la altura de pocos bolistas. El camargués acertó de tiro y, cuando eso ocurre, la jugada está garantizada. Porque de birle, los arrolla. Con Héctor Salmón descolgado desde las primeras manos, Óscar tiró de raza, arrestos y, sobre todo, de calidad para seguir peleando por la victoria.

El Junco falló pocas bolas, buscó el primero en la última y logró derribar 148 bolos, muchos bolos, pero la tarde era de Salmón. En total, 162 bolos, 98 de ellos de birle con dos bolas de uno, y un aviso: Jesús está más en forma que nunca y quiere volver a subir a lo más alto del cajón.