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Con apenas 27 años. Víctor González lleva cuatro poniendo patas arriba el mundo de los bolos. Su pose al tiro ya es inconfundible; una imagen ... icónica de los corros como lo era la de Cabello. Su palmarés ya suma cinco grandes campeonatos individuales. Muy lejos de los 21 de Tete, pero tiene 27 años y trata de tú a tú, e incluso vence, a figuras eternas de los bolos como Óscar, Salmón y Haya. Y no es tanto el relevo generacional como al talento y derroche físico de un tirador que ya no es aquel inexperto y algo tímido jugador que incluso tuvo dudas de seguir en los bolos. Tanto en los corros como fuera de ellos, Víctor González (El Astillero, 1994) ha crecido, y mientras comienza su carrera laboral prepara también su asalto a la historia. La misma calma dentro y fuera de los corros. Las mismas expectativas de un grande cuya vidriera lucirá con brillo en la Bolerona para orgullo de toda la saga. De su padre, que le inculcó el amor por los bolos y tuteló su carrera durante la formación y los momentos más difíciles. Y de su hermano, una de las grandes promesas del bolo palma. Solo su hermana no siguió ese camino.
-Nada menos que 757. No es que haya ganado el Campeonato de España. Es que vaya bolada.
-Si; no contaba con batir otra vez el récord del campeonato y al final, mira. Empecé bien, pinché en octavos y el viernes me sentí muy cómodo desde el primer concurso.
-Y nada menos que con Óscar González detrás, lo que no permite relajarse ni un momento...
-Eso lo tenía claro ya antes de empezar. Tanto él como Salmón son siempre favoritos y como te despistes te hacen una media de 150 y te ganan, así que había que estar atento desde la primera tirada y darlo todo, sin relajarme nunca aunque tuviera buenos registros. Lo demostró Salmón en el segundo concurso, cuando se puso a la altura de Óscar y de mí, y el mismo Óscar en cuartos. El objetivo era seguir tirando a por todo con cada bola.
-Tete tiene el récord y el de Treceño le sigue de cerca y con admiración. ¿Estará pensando en que pueda correr peligro su récord?
-Pues que Tete te mire así es la leche, claro que sí. Ojalá pudiera llegar a tener su palmarés pero ni siquiera pienso en ello porque es extremadamente difícil. Yo lo que quiero es sumar todo lo que pueda y si un día llega ese momento, pues llegará.
-Cinco campeonatos con 27 años. ¿Llegó siquiera a imaginarlo hace aproximadamente un lustro, en los momentos más duros?
-No; nunca imaginé yo algo así. Si me dices hace seis o siete años que iba a pasar esto... ni se me podía ocurrir. Por eso estoy tan contento, porque creo que estoy haciendo las cosas bien.
-Encabeza una generación que sin embargo no consigue desbancar a los clásicos que irrumpieron ya en la década de los noventa. Entre los nacidos en los jóvenes, solo usted y Gabi Cagigas han ganado un gran campeonato. ¿Qué ocurre?
-Lo primero, que si no han llegado a ganarlo es porque los que están son muy buenos y siguen siéndolo, aunque hayan superado los cuarenta años. Solo hay que ver los registros que consiguen, que son muy difíciles. A día de hoy solo Gabi y yo hemos ganado un campeonato, pero estoy seguro de que poco a poco va a llegar gente nueva. Siempre va a haber alguien; los bolos no se van a acabar porque tarde más o menos en llegar el relevo.
-En medio de estos grandes registros, hay quien opina que las boleras están ahora demasiado fáciles. ¿Qué les diría?
-Que sus motivos tendrán para decir eso, pero yo creo que tenemos todos mucho mérito. Sí que es verdad que algunas boleras quizá las ponen bastante fáciles, pero otras no es tanto como se dice, ni mucho menos. Por ejemplo, en el caso de Peñacastillo la bolera no regala nada. Hay mucho mérito y se ha demostrado en diferentes boleras, algunas complicadas, en las que también se pueden hacer esas boladas; algunas que prácticamente no han cambiado en los últimos veinte o treinta años. La de Roiz, por ejemplo, también es muy difícil.
LA PROGRESIÓN
EL RÉCORD
BOLERAS 'FÁCILES'
-Tampoco se puede quejar de los últimos años en su peña. Peñacastillo tiene ahora a tiro la Liga.
-Hemos remontado, aún quedan tres partidos que son tres finales y vamos a ver si podemos ganar el título, que por supuesto vamos a por él.
-Salmón, Víctor, Haya y José Manuel. Aunque el capitán se marcha a fin de curso, quedará como una partida mítica como las de Las Higueras, Rotella, Roper, Borbolla... ¿Hablan de ello?
-No; la verdad es que no. A ver: sabemos que llevamos tres años muy buenos y ganando muchos títulos, pero no pensamos en las peñas anteriores. Intentamos hacerlo lo mejor posible y sí que creo que eso quedará en la historia.
-¿Qué piensa ahora al echar la vista atrás y recordar aquel tiempo en el que las cosas no le salían y meditó dejar los bolos?
-Son momentos que se atraviesan; momentos malos en los que se te pasa de todo por la cabeza. Lo llegas a decir, pero poco convencido, porque no te sale nada o te ves en una mala racha y te desanimas. Pero mereció la pena.
-¿Le costó a su entorno, o a su padre, convencerle de que siguiera?
-No hubo nada de lo que convencer. Se pasó por la cabeza, pero sin más, nunca tomé la decisión de dejarlo.
-Hasta ahora ha compatibilizado los bolos con los estudios. Es el momento de entrar en otra fase...
-Sí, después de terminar la carrera -Administración de Empresas-, he estado haciendo un máster y ya lo he terminado. Ahora empezaré a trabajar con mi padre en Anievas -Comercial Anievas, el negocio familiar-.
-¿Y cómo ha llevado la pandemia, tanto en lo personal como en lo que a la preparación deportiva se refiere?
-Mal, como casi todo el mundo, imagino. Lo hemos llevado lo mejor que hemos podido, pero, claro, no gusta. Ni por lo personal ni en el juego. Jugar sin público no es bonito ni cómodo, pero es lógico; hay que atravesar este mal trago y pasarlo lo mejor posible. Para el año que viene ojalá vuelva la normalidad, aunque eso mismo ya lo decíamos el año pasado.
-¿Cómo ha podido seguir con la preparación, en especial con su gusto por el trabajo en el gimnasio?
-Yo todos los años me preparo en gimnasio. Empiezo nada más acabar la temporada de bolos y trato de alargarlo hasta junio o julio; hasta que ya es incompatible con los bolos. Entreno mucho en gimnasio y me gusta, no por los bolos, sino por sentirme yo bien. Durante la pandemia y en especial en el confinamiento, entre que me dejaron algo de material y otro que ya tenía yo, pude seguir entrenando en casa y me pude apañar.
-¿Qué espera ahora del resto de la temporada, si se puede pedir más?
-Dar todo cada día, como siempre hago. Ahora vuelve la Liga, que claro que queremos ganarla, y después lo que vaya viniendo. Me gustaría bajar a Cádiz y ganar allí, porque es un concurso que no he ganado nunca. Pero, paso a paso, porque queda mucha competición.
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