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A punto de cumplir 46 años, Jesús Salmón (Camargo, 1 de diciembre de 1974) sigue instalado en la élite bolística. Y lo hace a base ... de clase, carácter ganador y de tener una de las cabezas más privilegiadas vistas sobre una bolera.
-Llega el invierno bolístico. Aprovecha para parar del todo o siempre es bueno coger las bolas de vez en cuando.
-Prácticamente acabamos de terminar la temporada. Estamos confinados y hace buen tiempo, así que como a mis hijos les gustan mucho los bolos de vez en cuando salgo a la bolera y me entretengo algo.
-¿De verdad les gusta a ellos o es usted, que no puede pasar sin su rato de bolera?
-No no, yo siempre paro. Es un tiempo prudencial, dos o tres meses, y en enero vuelvo a empezar. Lo que pasa que este año es especial, estamos confinados casi en nuestras casas y hay que hacer algo para mantenerse.
-¿Aparte de bolera hace alguna otra actividad durante el tiempo de preparación?
-Habitualmente vamos al gimnasio, pero ahora yo no lo estoy haciendo. Cada uno tiene que ser consciente de la situación que se vive y hay que hacer un ejercicio de responsabilidad para que la situación pase cuanto antes.
-Con la situación actual, ¿plantear una liga de 30 jornadas no supone desafiar a la suerte después de que el Covid solo haya rozado los bolos este año?
-No sé, yo soy jugador e intentaría darle la mayor normalidad posible dentro de las circunstancias especiales que nos ha tocado vivir.
-¿A nivel global es para estar orgulloso de los bolos en 2020?
-Hemos tratado de cumplir con todos los requisitos que nos han puesto y nos hemos adaptados a la situación. En todas las circunstancias de la vida todo es mejorable, pero este año nos ha tocado aprender y adaptarnos a las situaciones nuevas. La situación nos ha enseñado un poco más.
-A nivel de peña han tenido otra gran temporada.
-Sí, ha sido un año muy bueno, aunque en las finales de la Copa presidente y de la Apebol no fuimos estuvimos en nuestro nivel habitual. Las finales siempre son para jugarlas y ganarlas, pero a veces no puede ser y los rivales juegan.
-A cambio de esas dos finales de Copa han logrado mantener la imbatibilidad en Liga
-Quedar imbatidos es una cosa muy bonita y muy difícil de conseguir, se ha hecho pocas veces y va a quedar en el currículum de los jugadores y de la peña.
-En el compendio de todas las competiciones. ¿Cree que han jugado mejor que en 2019?
-Si somos justos a nivel de juego hemos mantenido una línea mucho más regular durante el 2020. Es cierto que en 2019 hubo una temporada en la que estuvimos muy finos, sobre todo a medida que avanzó la temporada y cuando llegaron las finales conseguimos sacarlo adelante, como la de la Copa Presidente y la de la Copa Federación.
-¿Cuesta mantener la tensión en la bolera sabiendo que la Liga está prácticamente ganada?
-Tenemos la suerte de estar en un equipo en el que hay muy buen ambiente y un presidente que nos sabe llevar bien y nos va poniendo pequeños objetivos. Al final esa estrategia nos ha valido de mucho para estar activos y metidos durante toda la temporada.
-A nivel individual ha ganado el Banco Santander, El Carmen o Roiz y ha sido subcampeón regional. No se podrá quejar...
-Estoy contento. Se ha podido jugar poco pero he hecho cosas buenas. El año anterior no jugué a un gran nivel pero este he tenido algún momento en el que estaba bastante fino. Una pena para mí no haber podido rematarlo con algún campeonato individual, pero hay que pensar que perder un regional con 720 bolos es para dar la mano al rival y felicitarle. En el Nacional no estuve a mi mejor nivel y además El Junco estuvo galáctico.
-¿Ha vuelto a ver la final del regional para saber lo que falló?
-No, ya sé lo que fallé, la séptima tirada. Intenté hacer más de lo que debía y no estuve lo suficientemente frío y calculador como el momento precisaba para pararme, hacer una buena jugada y que cambiase la presión de lado. Intenté hacer lo máximo y al final hice lo mínimo. Eso al que perjudicó y le cambió la situación fue a mí en beneficio de Víctor, al que no quito ningún mérito, porque hacer 729 está al alcance de poca gente. Aunque no lo ganase estoy contento porque los 720 son mi mejor marca de siempre en un campeonato.
-¿El 2020 ha servido también para que usted y Óscar González se reivindiquen ante la aparición rutilante de Víctor?
-Es que es la realidad, Víctor ha irrumpido en los cuatro o cinco años a un nivel fantástico pero nosotros llevamos 25. Todo tiene su mérito, ahora mismo competir con estos jugadores, saber que tienes que hacer una media de 140 para ganar y pese a ello conseguirlo creo que es algo muy digno y de valorar. Yo tengo que estar preparado para cuando no se hagan esas medias estar ahí y poder ganar otro campeonato.
-¿Cree que los bolos deberían aprovechar una desgracia como la pandemia para descongestionar el saturado calendario de competiciones?
-Ahora con la situación que se plantea cuando pasen las elecciones es buen momento, entre el que entre, para que den un pequeño giro a la situación que tenemos hasta ahora. Yo creo que hay un gran exceso de competición. Que le den una 'vueltuca' a ver si se puede modificar algo para bien, será beneficioso para todos.
-El año que viene finaliza contrato con Peñacastillo. Dentro de poco le llamará ya Nel para negociar...
-De momento me siguen gustando los bolos, creo que es lo más importante, sigo motivado y me levanto por la mañana pensando en cómo mejorar. Mientras la salud me respete lo demás no es tan importante. Tanto yo como para la peña estamos contentos y eso es un buen punto de partida, a partir de ahí iremos viendo.
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