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Torneo Nacional de Liga Máster. El pasado 19 de octubre en el Frontón de El Ferial, en la localidad riojana de Haro. Mari Cruz Rodríguez (Santander, 1976), la gran referencia de la esgrima en Cantabria, es una de las tiradoras del Club de Esgrima ... Santander (CESAN). En una de las rondas, «tras un ataque, a la vuelta de una guardia noto dolor en el hombro derecho». Los arrestos de una deportista de élite –cuatro veces campeona de España, tres medallas en Copa del Mundo, 72 veces internacional...– la hacen seguir en la competición. Hasta que la gana. Ya en el vestuario, el dolor aumentaba –se extendía hasta el codo– al punto que le hizo imposible coger la bolsa con ruedas en la que lleva todo su equipo. Ya en casa, los remedios más a mano –hielo, antiinflamatorios...– no resultaron. Rodríguez acudió a la Clínica Mompía y tras evaluarla, una resonancia magnética mostró el origen del daño. «Tenía roto el tendón supraespinoso del hombro derecho». El hombro bueno, ya que Rodríguez es diestra.
Lo que no imaginó en ese momento Mari Cruz Rodríguez es que esa lesión iba a resultar más complicada de batir que mil tiradores enfrente de su espada. Y no por el dolor en sí, sino por ausencia de tratamiento. «Signos de tendinosis con edema y rotura intrasustancia del tendón de inserción del músculo supraespinoso con leve bursitis adyacente. Incipientes cambios degenerativos en articulación acromioclavicular», reza el informe de la resonancia magnética.
En Mompía se aconsejaba un tratamiento de fisioterapia –diez sesiones– y una infiltración. Pero es en la palabra 'degenerativo' donde está el meollo del asunto. Mapfre, la aseguradora contratada por la Española, ha remitido un escrito a Rodríguez en el que le dice que «a tenor de lo expuesto, conforme a la documentación que obra en nuestro poder y una vez revisada esta por nuestro Equipo Médico, se puede constatar que la lesión que usted padece es una patología degenerativa, carecen de carácter agudo, por lo que lamentamos no poder asumir el tratamiento de las mismas, al encontrarse fuera de los términos del contrato suscrito con esta Entidad». Para la santanderina, que nunca en su carrera había ido a tratarse ese hombro, la sorpresa es mayúscula. «Me rompo el tendón y no me atiende nadie. Me parece durísimo. Llevo 24 años en la esgrima, todos ellos pagando el seguro. No sé si a Mapfre o a quién. Y que ahora me digan que no me atienden... No sé en qué se basan».
Rodríguez no da crédito a esta situación. «Dicen que no es un accidente deportivo. ¡Pero yo me he lesionado compitiendo!». Además, en sus 24 años como tiradora, «es la primera vez que recurro al seguro federativo, fuera de lo que es el equipo nacional de esgrima». La responsable del CESAN añade además que «tengo un alumno en el club que en competición se hizo una pequeña rotura de fibras y le están pagando la rehabilitación. Es el mismo seguro». Lo que desembolsa un tirador por la licencia más el seguro médico correspondiente «ronda los 80 euros» al año.
La situación merma más la paciencia que siempre debe tener un deportista de esas especialidades que, como la esgrima, se llaman minoritarias. «Es que estoy ya saturada y cansada de la dejadez para con la esgrima. No nos tienen en cuenta para nada», añade Rodríguez. El equipo femenino del CESAN ha estado cinco años «en la máxima categoría». En enero, luchará de nuevo para el ascenso. Pero la principal tiradora del equipo es ella misma. «La lesión implica que ahora no puedo coger la espada». Es más, no puede ni siquiera hacer su trabajo de dar clase de esgrima. «Mi fisioterapeuta me dice que si lo hago la recuperación no será eficiente». El reposo sin más haría que en esa competición en enero el CESAN se quedase sin su mejor tiradora.
La tentación más lógica sería acudir a la Seguridad Social. Pero la tiradora cántabra sabe que no será posible. «No me han dicho que vaya a la Seguridad Social y mienta, pero es como si va Messi a un hospital público y dice que se ha torcido un pie. Lógicamente, en cuanto vaya verán que mi hombro es el de una deportista de élite ¿Qué digo, que me lo he hecho barriendo mi casa? Lo que harán será remitirme a mi seguro deportivo».
Casi un cuarto de siglo de combates con la espada ha hecho que Mari Cruz Rodríguez no se arredre. «Tengo un lema. 'Hasta el final'. Así que pondré este tema en manos de un experto». La esgrima cántabra no se puede permitir el lujo de perder, por los pocos que hay, a su mejor hombro.
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