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El maestro internacional Enrique Tejedor, del Ajedrez Salcedo, acaba de participar con España en un torneo internacional por equipos. Marina tejedor
La red suple la falta de competición
Ajedrez

La red suple la falta de competición

Mientras el resto de deportes se las ingenian para adaptarse al mundo virtual, el crecimiento de esta disciplina se desborda con los torneos en plataformas online

Adela Sanz

Torrelavega

Sábado, 23 de mayo 2020, 07:51

Añoran tocar madera, como dicen los ajedrecistas para referirse a sentarse frente al tablero con su oponente delante y moviendo las piezas, porque el arte de los 64 escaques es una actividad tan social como compartir una conversación tomando café. Aun así, pocos deportes han evolucionado de la mano de herramientas informáticas y acortado las distancias físicas como el ajedrez. Esta realidad, evidenciada desde hace décadas, toma fuerza ahora, en un mundo casi paralizado por la pandemia del Covid 19.

Cuando el resto se las ingenia para mantener vivo su espíritu mediante opciones virtuales, ninguno se compara con el ajedrez, muy activo sin renunciar a su esencia ni variar las reglas fundamentales, más allá del ritmo de juego y la distancia física entre los jugadores.

Mientras se suspendían los eventos deportivos y las distintas disciplinas estaban haciendo malabares para salvar su actividad, el ajedrez encontró en un problema global, una solución. Este deporte, que causó furor en las décadas de los 70 y 80, aprovechó esta difícil situación sanitaria para conquistar nuevamente a los amantes del juego y, según datos de las cuatro plataformas más relevantes para jugar ajedrez online (ICC, Chessbase, Chess.com y Lichess), el caudal de partidas aumentó hasta un 300% desde el comienzo de la cuarentena con más de dos millones al día.

Desde hace un par de décadas «el ajedrez virtual ha venido sustituyendo gradualmente a la antigua costumbre que teníamos de reunirnos diaria o semanalmente en clubes o bares para jugar de modo amistoso», comenta Juan Carlos Fernández, presidente del Club Solvay, uno de los mas laureados a nivel tanto regional como nacional. Ahora lo novedoso, continúa Fernández, es que, «debido al hecho de que no se pueden jugar las competiciones oficiales, ya que son casi todas presenciales, algunas webs de ajedrez han aprovechado las enormes posibilidades que ofrecen las modernas plataformas virtuales para organizar competiciones, individuales o por equipos, de carácter no oficial».

Competición no oficial

Los clubes son el pilar principal para que la actividad continúe a pesar del virus y, ante la imposibilidad de abrir sus puertas, comenzaron a organizar campeonatos por la web para seguir activos y en lo posible sumar nuevos socios para el futuro.

Javier García, presidente del Torresblancas, explica que se debe sobre todo a que «se ha incrementado la participación de muchos ajedrecistas que no jugaban usualmente y que se han unido porque es una forma de entretenerse en esta situación». Al comienzo del Estado de Alarma, la Federación Cántabra, una de las primeras en tomar esta iniciativa, organizó un centenar de torneos exclusivamente para jugadores autonómicos por Lichess desde mediados de marzo hasta hace unos días. La moda son, actualmente, los desafíos provinciales o autonómicos. Estos duelos virtuales son «casi exclusivamente de la modalidad relámpago, y sirven sobre todo como entretenimiento», explica Juan Carlos Fernández, y son algo que «se disfruta de otra manera».

Uno de los habituales a estas citas es el maestro internacional torrelaveguense Enrique Tejedor, campeón de España en la modalidad de ajedrez rápido (2019) y relámpago (2018). A falta de torneos presenciales, suspendidos a causa de la pandemia, el del Club Salcedo jugó hace unas semanas con el combinado nacional el I Torneo de Ajedrez Online por Equipos SzuperChess & AJCA. «Nos enfrentábamos once países -España, Argentina, Chile, Colombia, Cuba, India, Israel, Mongolia, Perú, Rusia y Venezuela-, con cuatro jugadores por país». Tras perder en semifinales con Argentina y la pugna por el tercer puesto contra la India, España terminó en cuarto lugar, mientras que Rusia se llevó el título.

Tejedor lo tiene claro: «podemos jugar, ver a los mejores jugadores del mundo compitiendo, organizar torneos, dar clases de ajedrez online, organizar simultáneas... hay muchas opciones y todas muy interesantes». Así todo, el cambio del tablero y las piezas físicas por un ordenador, una tableta o un móvil parece temporal. «Nadie sabe con certeza cómo va a ser la 'nueva normalidad' y, aunque volverá a jugarse al ajedrez como siempre, la revolución virtual ha llegado para quedarse. No sustituirá a las competiciones oficiales, pero aumentarán los torneos virtuales», valora Juan Carlos Fernández.

Las dudas, así todo, asaltan en cuanto se trata la posibilidad de jugar de forma oficial, puesto que «se juegan torneos a ritmos rápidos y otras opciones son difíciles de barajar ya que es muy complicado por el uso de módulos o las trampas que puede haber y, aunque las plataformas suelen tener mecanismos para detectarlos a través de módulos de análisis de ajedrez y te deshabilitan la cuenta, no deja de ser un punto complicado», explica Javier García.

En Cantabria, hasta nuevo aviso, no hay competiciones oficiales a la vista y siguen suspendidos la Liga Regional por Equipos, todos los Campeonatos Individuales e incluso la Federación se vio afectada por el cierre de la Casa del Deporte, donde está la sede del organismo autonómico.

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