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Campeones. José Manuel, Víctor González, Sebi Iturbe y Jesús Salmón alzan a Rubén Haya en la celebración del título de Peñacastillo.SANE
La temporada de la resistencia
Bolos

La temporada de la resistencia

Presidentes y jugadores de las catorce peñas de División de Honor hacen balance de una temporada, posiblemente la más difícil de la historia, de la que destacan el esfuerzo realizado por todos para disputar la Liga al completo

Borja Cavia

Santander

Martes, 3 de noviembre 2020, 07:17

La mayoría de los estamentos bolísticos respira aliviada. Con algún retazo en forma de torneo benéfico o concurso social todavía pendiente, la temporada 2020 llegó a su fin el pasado sábado con la disputa de la última jornada de la División de Honor. El año más difícil de la historia se ha dejado atrás pocas competiciones oficiales, se ha salvado con sólo un caso de covid en la máxima categoría y ha tenido público en las boleras hasta la última jornada. Por resumirlo, ha sido un éxito.

Para poder completar el camino de manera satisfactoria fue fundamental el papel de la Apebol. Desde la junta directiva asumieron el rol de líderes en un momento de duda sobre el futuro del curso bolístico y encabezaron el grupo de peñas que apostaba por no dejar atrás los bolos en 2020. «La temporada, a nivel general, se puede considerar muy exitosa», asegura José Manuel González, presidente de Peñacastillo Anievas Mayba y directivo de la asociación de peñas de la máxima categoría. «Nos decidimos a echarla a andar y lo conseguimos, hay que darle el mérito del arranque a la junta directiva que tomó la iniciativa».

Dejar el año en blanco hubiera supuesto un quebradero de cabeza, por lo que todas las partes se pusieron en marcha, Dirección Regional de Deportes incluida, para celebrar una Liga que varias peñas estaban dispuestas a jugar siempre que, eso sí, se garantizase un número de partidos.

«No hemos cogido la onda del juego, ha sido una temporada muy atípica»

Luis Gandarillas - Sobarzo

«Hemos estado entre los ocho mejores en todas las competiciones»

Chisco Ceballos - La Rasilla

Fueron varias semanas de reuniones, conversaciones y decisiones que culminaron cuando el 4 de julio la competición echó a andar con la primera jornada no solo en la División de Honor, sino en el resto de categorías. Quizá ahí radiqué el mayor éxito del curso, en que pese a las bajas de numerosas peñas no se ha quedado sin jugar nadie que así lo ha querido. Un esfuerzo que no hubiera sido posible sin el trabajo de la Federación, que elaboró a contrarreloj hasta siete posibles calendarios en función de la fecha en la que se pudieran lanzar las primeras bolas.

«Creo que era importantísimo y nuestra obligación jugar a los bolos este año si así lo permitían las circunstancias, y al final así ha sido», asegura Isaac López, capitán de J. Cuesta. Precisamente en Cerrazo se dio otro de los pasos decisivos para que el curso saliera adelante, la eliminación de los descensos en la máxima categoría, una medida que después la Federación traslado a todas las demás Ligas.

Año atípico

Si en algo coinciden jugadores y dirigentes es en lo inusual de la temporada, cargada de jornadas dobles y con un calendario más apretado que otros años. «Se ha conseguido sacar adelante una temporada atípica y difícil con mucho esfuerzo por parte de jugadores, patrocinadores, entidades y clubes», cree Chisco Ceballos, presidente de La Rasilla ASV Cantábrico, una de las peñas revelación en la División de Honor.

Para Nacho Migoya, jugador de Comillas, «si nos dicen en marzo que vamos a poder jugar no nos lo hubiéramos creído. Se han hecho muy bien las cosas. Que solo haya habido un positivo, y encima que no se contrajo en la bolera, es para estar contentos».

«Creo que tenemos margen de mejora, hemos estado dentro de lo previsto»

Antonio Saiz - Mali

«Hemos tenido algo de mala suerte y el segundo parón nos acabó de matar»

Nacho Migoya - Comillas

Un esfuerzo extra de jugadores, dirigentes y aficionados que ha dado sus frutos, puesto que solo ha habido un positivo, el de Vicente Diego, que obligó a aplazar tres duelos de Comillas, y otro partido aplazado por precaución. Los demás se han podido jugar con normalidad hasta la última jornada, cuando se tuvieron que disputar a puerta cerrada. «Ha sido una situación difícil, con partidos muy apelotonados, pero al menos hemos podido terminar», aclara Luis Gandarillas, presidente de Sobarzo.

Y es que llegar al final fue uno de los retos que se planteaba la competición casi desde su puesta en marcha. No solo por el bien de la temporada, sino por conseguir el mayor número de ingresos posible para paliar los problemas económicos derivados de la pandemia. «Se han hecho bien las cosas, los jugadores hemos tenido una gran profesionalidad», señala Rubén Túñez, capitán de Riotuerto Sobaos Los Pasiegos, que cree además que el público ha acudido a las boleras en un buen número.

Una sensación de satisfacción general que da paso a la de incertidumbre sobre qué ocurrirá en un 2021 en el que habrá dieciséis peñas sobre la arena y sobre el que ya se especula con un arranque más tempranero que en los últimos años. «Por suerte pudimos acabar la temporada, cosa impensable cuando comenzamos, y ojalá cuanto antes vayan analizando la situación de cara a la temporada que viene, porque creo que estaremos en una situación parecida y ahora se tiene más tiempo para ir reglamentando todo para la Liga de 2021», especifica Alfonso Díaz, jugador de Casa Sampedro, que apunta hacia una decisión que estará sobre la mesa en unas pocas semanas.

«Estoy muy satisfecho con lo conseguido en todas las facetas»

«Estoy muy satisfecho con lo que ha conseguido la peña en todas sus facetas». Nel González hace un balance muy positivo del curso bolístico, un año en el que además del título de División de Honor y el subcampeonato de veteranos, los de Cañas se han llevado la Liga en infantiles. Por si esto fuera poco, en la Mateo Grijuela han podido salvar el año a nivel económico. «Parecía que iba a ser una hecatombe total y, aunque hemos perdido ingresos, hemos cumplido al 100% nuestros compromisos».

Más allá de su peña, para Nel el curso 2020 ha sido un éxito para los bolos. «Se puede considerar muy exitosa si tenemos en cuenta las dificultades, nos decidimos a echarla a andar y lo conseguimos»

Peñacastillo, dominador

Y en medio de geles, mascarillas y distancias de seguridad, la competición. Una Liga con menos alicientes al no haber descensos y que ha tenido un dominador claro de principio a fin. «Este año se dilucidaba solo el título y Peñacastillo ha sido muy superior», apunta Raúl de Juana, jugador de Hermanos Borbolla. Comandados de nuevo por Jesús Salmón a pie de corro, los capitalinos han acabado imbatidos, a un solo punto de la mejor puntuación de la historia y con un juego todavía mejor que años anteriores.

Borbolla hizo sombra al gigante santanderino las primeras semanas, pero un profundo bache les alejó de sus aspiraciones al título. «Empezamos muy bien los diez primeros partidos, luego tuvimos un bajón y en los últimos hemos vuelto a respirar», completa el de Bezana.

«No hay que olvidar el trabajo de la consejería y las federaciones»

Luis A. Mosquera - Torrelavega

«Era importante jugar, pero de otra manera; ha sido como si no pasara nada»

Víctor de la Torre - San Jorge

Junto a los nojeños estaba llamado a plantar cara al campeón El Pendo Bahía Real, que sin embargo se quedó sin opciones pronto tras un inicio rutilante. «El séptimo puesto en Liga no cumple nuestras expectativas, que eran estar entre los tres o cuatro primeros», considera el presidente de los camargueses, Gerardo Castanedo.

La Liga 2020 será recordada por ser la de la revolución de los modestos, un año en el que peñas llamadas a estar en la parte baja se han codeado con las grandes y han ocupado la parte alta de la clasificación. «La temporada de Los Remedios creo que se puede calificar como de 10. Hemos jugado a un nivel muy alto durante toda la temporada y hemos rematado con los subcampeonatos de Liga y de la Copa FEB», señala Óscar Cianca, capitán de la peña astillerense.

«A nuestro año en conjunto le pongo un siete; en Liga, un dos»

Gerardo Castanedo separa la temporada de sus jugadores por competiciones. Y es que el irregular conjunto liguero se transformó para llevarse ante Peñacastillo la Copa Presidente. «A la temporada en conjunto le pongo un siete. A la actuación en Liga, un dos. Ha sido un año de mucha irregularidad».

Castanedo fue de los que siempre tuvo claro que la temporada debía salir adelante, una decisión que a la larga ha resultado acertada para el mundo bolístico. «Se han cumplido las expectativas que teníamos al echar a andar la competición. Se trataba fundamentalmente de no parar y, al final, con algo de riesgo y con algún pequeño sobresalto, hemos podido acabar la temporada safisfactoriamente».

Los de Guarnizo han sido los mejores de los mortales y han encabezado un pelotón que han completado Casa Sampedro y Ribamontán. Una partida, la de Loredo, que además se quedó a una bola de batir a Peñacastillo en Liga. «Ha sido una temporada para estar muy contentos. Hemos conseguido jugar bastante bien y una muy buena clasificación para una peña como la nuestra», sentencia su capitán, Jonathan García.

Pese a que tan solo estaba en juego el título y la clasificación para la Copa FEB, un objetivo que desapareció con el final de la primera vuelta, la falta de tensión solo se ha notado en el tramo final. Las peñas han apostado por los veinte metros, por las rayas máximas y por pelear cada chico hasta el último lanzamiento.

Ha sido un año diferente, comprimido, con un juego irregular y con menos días de descanso, pero, sobre todo, ha sido una temporada en la que se ha podido jugar casi todo. A nivel de peñas, todo. Y eso, en 2020, ha sido un privilegio que nadie imaginaba.

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