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«Digo, ya era hora». Fran Calzón es un sevillano de Utrera. De 1992, para más señas. Lleva una década en Cabezón de la Sal, ... lo que le convierte en uno más. Lo que no ha conseguido ese decenio es cambiar ese acento guasón de los andaluces por el más cantarín y con alguna 'u' al final propio de ese municipio cántabro que hacia el sur mira al hermoso corazón verde y agreste de Cantabria. Y más en un día como hoy. Porque Fran, lejos de ser un cabezonense más, es casi una institución. Es el capitán del Textil Santanderina. Y este domingo, pocas personas había más felices sobre la tierra. El cabezonense de Utrera recogió un trofeo, se fue hacia sus compañeros y lo elevó al cielo del pabellón Juan Ríos Tejera de San Cristóbal de La Laguna, en Tenerife. Y a algunos miles de kilómetros, todo Cabezón de la Sal estallaba de orgullo. El Textil es el nuevo campeón de la Copa del Príncipe. El Matilde de la Torre, el Templo del Norte, ya tiene su primera copa en las vitrinas.
El de hoy no era un día más para los aficionados al voley en la región. El Textil Santanderina jugaba su segunda final de la Copa del Príncipe. La primera, en 2014, se perdió de forma dolorosa ante los catalanes del Llars Mundet. Y como en el periplo en la Superliga lo de jugar finales no estaba al alcance, ha habido que regresar a la Superliga Masculina 2 para intentarlo. El rival que se encontraban los cabezonenses eran los canarios del Sanaya Libby's La Laguna, que llegaban con un tute de consideración al último partido. El sábado por la mañana habían llegado al quinto set ante el L'Ila Grau para acceder a las semifinales. Y en ellas, casi les da el día siguiente para derrotar al Barça en un último set agónico (21-19). Los de Marcelo de Stéfano tenían así una pequeña ventaja. Llegaban un poco más descansados, tanto en intensidad de partidos (todos los habían despachado por 3-1) como por su semifinal, la primera, que había acabado a una hora razonable.
Textil Santanderina
rocha, Hernández, Linares, Bordás, Larrañaga, Rubín, Dos Santos, Contreras, Cebrián, Calzón, Villarruel y Biliatos
3
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0
Sanaya Libby's La Laguna
Soteldo, Castilla, Rodríguez, Ferreira, Martín, Machuca, Anane, Fernández, García, López, Camacho, Rodríguez y González.
Parciales 25-14, 25-14, 25-21.
Árbitro Elena Uruen y María del Mar Vidal.
Incidencias Final de la Copa del Príncipe 2022. Pabellón Juan Ríos Tejera. San Cristóbal de La Laguna (Tenerife)
Fuese por eso, o porque el Textil ha demostrado ser un equipo netamente superior en esta Copa del Príncipe, los cabezonenses comenzaron abrumando a un equipo con el que comparten grupo, el A, en la Superliga Masculina 2 –en el partido de ida, el Textil ganó por 3-0–. Aupados por los zurriagazos de Linares al saque, los cántabros se colocaron con 5-1 de salida. Bocinazo gordo. Tiempo muerto del entrenador del Sanaya, Israel Martín. La cosa pintaba mal.
Los canarios recortaron algo la distancia (7-4). Pero eso. Algo. Más puntos de los locales, errores de los canarios y con 11-5, Martín que se queda ya sin tiempos muertos en el set. Porque la vía de agua ya era considerable, sobre todo por sensaciones. El Textil era una roca. Concentradísimo y efectivo tanto en ataque como en bloqueo.
La diferencia no paraba de aumentar y con 20-12, ya había pocas dudas de para qué equipo iba a ser la primera manga en el Juan Ríos Tejera. Con el 24-13 llegaron las primeras opciones para cerrarlo. No pudo ser a la primera por un fallo en el saque de Hernández, pero sí a la segunda. Villarruel, con un remate paralelo a la pista del Sanaya, hacía el definitivo 25-14 en apenas 21 minutos de juego.
El Textil Santanderina pondrá este lunes rumbo a Cantabria bien pronto, para llegar al aeropuerto Severiano Ballesteros, calculan desde el club, poco después del mediodía. Sobre las 15.00 horas está previsto –las normas para prevenir el contagio de covid así lo aconsejan– un recibimiento en la plaza del Ayuntamiento de Cabezón de la Sal. Después, plantilla, directivos y patrocinadores se irán a comer a un restaurante de Cabezón de la Sal.
El Sanaya Libby's La Laguna quiso salir un poco más espabilado al segundo acto. Isaías López, un ex del Textil, intentaba echarse al equipo a la espalda tal y como hizo en la semifinal con el Barcelona. Pero Israel Martín no terminaba de verlo claro. Con 6-3 pedía su primer tiempo muerto del set, que apenas dio resultado porque poco después pedía otro con 11-7. El Textil, como ha hecho durante toda la Copa del Príncipe, leía milimétricamente el partido y asestaba otro golpe, el enésimo en este torneo, en el momento clave del set. Porque de nuevo la ventaja crecía poco a poco entre aciertos de los de Cabezón y errores canarios. Linares, con otro zambombazo desde el saque, hacía el 20-11 y abría la tierra bajo los pies para el Sanaya. Con 24-13, ocurrió lo mismo que en el primer parcial. La primera bola de set se malogró por red de Calzón, pero a la segunda, el propio capitán certificaba el 25-14. Era el 2-0. La Copa apuntaba hacia Cantabria.
A los canarios no les quedaba otra que arriesgar el todo por el todo. El partido pintaba ya como casi imposible, así que sin nada que perder salieron a bloque en el tercer set. Quizá con más corazón que acierto, apelando al público –poco– del Juan Ríos Tejera. Pero al menos, consiguieron mantener el marcador más o menos igualado. Bien con ventajas de uno u otro equipo, el luminoso estaba empatado a dieciocho puntos. Ahí llegó el primer zarpazo del Textil y que casi resultaría definitivo. Tras un error en el saque de los canarios, un 'ace' de Villarruel, más otro bloqueo del Textil subieron el 21-18. Los isleños, por medio de su bloqueo, subieron el 21-19. Pero ahí de facto se acabó el choque. Otros tres puntos de tacada del Textil, todos con el bloqueo como protagonista, colocaron el 24-19. O lo que es lo mismo, cinco puntos de partido. Un acierto de Isaías y un error de Dos Santos permitieron a los canarios tener alguna esperanza. Pero un error en el saque de Ferreira hacía que todo Cabezón gritase de alegría. El 25-21. El partido. El título.
«Es que son diez años aquí...», rememora Fran Calzón. «Y todo lo que hemos vivido. Otra final de la Copa del Príncipe, el descenso de la pasada temporada... Nunca jugué una Copa del Rey con el Textil. Pero ganar una Copa del Príncipe, eso vale mucho». Fran no duda ni un segundo al mencionar a las primeras personas a las que va dedicado este triunfo. «Para toda la gente de Cabezón. Y también para mi novia, mi familia, mi perro...». Más risas.
«Estamos muertos de cansancio». La voz de Marcelo de Stéfano parecía que sonaba desde el otro confín del universo en vez de desde Tenerife. Pero el preparador argentino, en su segunda temporada en el Textil, no podía estar más orgulloso de los suyos. «El equipo ha estado muy serio, muy comprometido, concentrado en lo que había que hacer. Yhemos jugado con los otros tres descendidos, junto a nosotros, de la pasada temporada en la Superliga». El triunfo en la Copa debe servir de espaldarazo para lo que queda. «La mitad del camino», que debe llevar a la pelea por el ascenso a la Superliga. Su dedicatoria es para «la gente que trabaja en el club, mi pareja, mi familia que me sigue desde Argentina.... Y sobre todo para esa afición que nos alienta». Esa que, a buen seguro por el bicho, está algo remisa a volver a reventar el Matilde de la Torre. «Ojalá que la gente retome el venir al pabellón», señala el míster. Ese Templo del Norte que albergaba a la considerada mejor afición de España en la Superliga y que ya tiene su primer gran adorno. Su primer gran título.
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