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MARCOS MENOCAL
Domingo, 2 de octubre 2022, 08:16
El Textil Santanderina plantó cara al Arenal Emevé hasta donde pudo en su debut en la Superliga, tras el brillante ascenso cosechado el pasado curso. ... Fue víctima de un conjunto gallego ordenado, acertado y con oficio y de sus propios errores en los momentos decisivos. Jugó a ráfagas, con reacciones brillantes en momentos puntuales, pero le faltó regularidad y acierto cuando el partido llegó a los minutos decisivos. Finalmente cayó sin protesta por 0 a 3 y pese a que maquilló el tanteo en alguno de los sets, la derrota fue merecida.
TEXTIL
0
-
3
ARENAL
Textil Santanderina David Redonda, Rodríguez, Dos Santos, Sanchis Igansi, De Carvalho, Sánchez Cano, Víctor Rubín, Miquel Campos, Fabián Corona, Francis Calzón, Frías y Rober Rodríguez.
Arenal EMEVE Gabriel Ferreira, Vitor Alves, Bouza, Gustavo Romaní, Gallardo, Anier Mariño, Barrasa, Anane, Pablo Villar, Aurelio Rodríguez, Pau Mena, Coco Linares, Carlos García y Luca Biliato.
Parciales 16-25, 24-26 y 23-25
Árbitro Erce Alvarez Juan Antonio, González Tabares Rafael
Incidencias 550 aficionados en el Matilde de la Torre de Cabezón de la Sal para ver el primer partido de la Superliga.
Los de Raúl Rocha salieron nerviosos a la pista. En el primer parcial no entraron en el partido hasta que los gallegos ya les habían puesto una ventaja insalvable en el marcador. Muchos fallos en la recepción facilitaron las cosas al Arenal que pronto empezó a jugar cómodo y a sus anchas. Mediado el set, los cántabros reaccionaron, pero ya era demasiado tarde. Al final el tanteo de 16 a 25 arroja claramente la superioridad de los visitantes, que si bien tuvieron un momento en que bajaron el ritmo no se desviaron de su estrategia. Serio, contundente y muy efectivo, el Arenal se hizo con las riendas del partido.
En el segundo parcial, los de Rocha salieron menos presionados. Comenzaron a jugar más largo y pese al dominio del Arenal, los puntos fueron mucho más disputados. Pasó igual que en el primer acto, mediado el set, los cántabros reaccionaron y lograron lo impensable: llegar a los momentos decisivos con una igualdad que hizo dudar quién se llevaría el determinante parcial. Sin embargo, esa reacción se fue al traste cuando en los momentos decisivos se cometieron errores muy inocentes. Miki Campo fue vital en esa reacción del Textil, pero resultó insuficiente y al final el equipo claudicó por 24 a 26. Hizo daño. Demasiado. Porque los cántabros acariciaron el set, algo que hubiera transformado el partido en otro muy distinto.
Raúl Rocha buscó animar a sus jugadores y mover el banquillo en busca de una reacción final que les permitiera forzar a los gallegos y alargar el partido. Lo consiguió en los primeros lances del tercero de los sets, pero sólo fue al principio. Las continuas imprecisiones y el acierto de Koko Linares para los gallegos impidió cualquier alegría. Al final 23-25 y 0 a 3 en el resultado final.
Los cántabros fueron animados en el Matilde de la Torre por 550 aficionados. El próximo fin de semana visitaran Barcelona para enfrentarse al Barça Voleibol en la ciudad condal. En el proyecto de los de Cabezón de la Sal está el mantener la categoría, aunque en su regreso a la élite es evidente que van a encontrarse muchas dificultades. La renovación ha sido total y de la plantilla que logró el ascenso en la pasada temporada tan solo repiten dos jugadores. Buena parte de sus posibilidades pasan por todo lo que se pueda conseguir en Cabezón de la Sal, ante una afición que siempre responde.
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