Un título para estrenar el palmarés

Para las entidades más acostumbradas a levantar trofeos, la Copa Apebol no deja de ser un torneo preparatorio en el que afinar el brazo de cara a compromisos de mayor altura. Sin embargo, para peñas más modestas supone la oportunidad de ser reyes por un día, de ceñirse una corona bolística temporal que las eleve al olimpo de las peñas protagonistas. Por eso, la final de esta tarde tiene el plus de que, el que salga ganador, celebrará el primer título de su historia.

La palabra modesta no encaja del todo para definir como peña a Andros La Serna que, pese a ello, quiere dejar huella en su primera participación entre los grades. Con apenas dos años de vida, los de Las Fraguas no son un recién llegado cualquiera y a partir de pasado mañana mirarán hacia el resto del año con objetivos más ambiciosos. Sin embargo, tienen la oportunidad de estrenar su sala de trofeos, y eso son palabras mayores. Lo hace tras dejar fuera a Peñacastillo, a la Bolística y Riotuerto en un tobogán de juego en el que el valle lo sufrieron en cuartos y en casa ante los de la capital del Besaya.

Sin Carlos García pero con un sólido Pablo Lavín, los del Valle de Iguña parten como favoritos para llevarse un duelo en el que todo apunta a que apostarán por jugar desde la distancia máxima del torneo, los dieciocho metros, el tiro desde el que han disputado todos los chicos de la competición. Con un juego sólido tanto de subida como desde el birle, la partida de Andros ha sabido acertar en los momentos clave, cuando el partido requería sangre fría, un aspecto clave en cualquier final.

Para estrenar su palmarés los de Las Fraguas tendrán que superar a J. Cuesta, verdugo en el camino de San Jorge, Mali y Los Remedios. Si en las dos primeras eliminatorias los de Cerrazo sufrieron en su propia bolera para llevarse el partido, el miércoles en la semifinal desplegaron el mejor juego del torneo, especialmente de birle. Ante el subcampeón liguero Isaac López ejerció de Isaac López, Toñín Sagredo apareció en los momentos decisivos, Javi Puente puso todas las bolas en el sitio y Gonzalo Egusquiza recordó al jugador que fue subcampeón de España en Treceño. Sin fisuras a la mano y al pulgar, fue una demostración de que llegan preparados para la cita.

Con una Copa Federación ganada por el equipo filial como trofeo en las vitrinas, por Cerrazo quieren colocar en un lugar preferente un torneo en el que los bolistas cuentan con el refuerzo extra de Luis Bustamante, que empuja cada bola y hace rodar cada bolo. A los pocos días de su fallecimiento los jugadores se conjuraron para sacar la peña adelante y ahora tienen entre ceja y ceja dedicarle el título a un añorado presidente al que llevan en la manga de sus camisetas. Acostumbrados a jugar de dieciséis, el tiro largo tampoco tiene secretos para J. Cuesta, que tras apostar por jugar al pulgar ante Los Remedios, podría cambiar a la mano para contrarrestar el poderío pulgarista de jugadores como Lolo Lavid.

Tras un año extraño y diferente, la Copa Apebol vuelve por sus fueros, vuelve a abrir la temporada, vuelve a decidir el primer campeón. Un campeón que lo será por primera vez en su historia. Y eso son palabras mayores.

Además del trofeo de la Copa Apebol, los jugadores se disputan este viernes el trofeo José Manuel Riancho, que este año se entregará por primera vez al mejor bolista de la fase final del torneo. El jurado del galardón estará compuesto por los medios de comunicación y por los presidentes de las peñas finalistas, que con sus votos decidirán quién ha sido el mejor en el cómputo de las semifinales y la final.

Dentro de los actos previstos en la jornada se incluye también la entrega de trofeos a los tres mejores clasificados de la División de Honor 2020, una lista que encabeza Peñacastillo, campeón del torneo. Los de Cañas estarán secundados por Los Remedios, segundo clasificado, y por Hermanos Borbolla, que en el sprint final fue mejor que Casa Sampedro y ocupó la tercera plaza de la tabla.