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La primera boxeadora profesional de la historia de Cantabria todavía no tiene padrino para su debut. Marian Herrería (Santander, 1993) se iniciará en el circuito profesional el 27 de noviembre, en la velada homenaje a su gran valedor, Daniel Rasilla, que falleció el pasado mes ... de marzo. «Tenía muchas ganas de debutar pero sólo podía ser ese día», asegura ella. Sin embargo, la boxeadora santanderina todavía no ha encontrado una marca que le patrocine en el circuito profesional, por lo que compagina tres trabajos para subsistir y dedica «todo» su tiempo libre a su pasión, de la que quiere vivir y en la que será pionera. Su primer combate se celebrará en el pabellón Pedro Velarde de Muriedas dentro de la categoría súper gallo —peso comprendido entre 53.5 y 55.3 kilos— frente a la alicantina Eva Cantos.
–¿Cómo se encuentra a falta de mes y medio para el debut?
–Con muchísima ilusión y muchísimas ganas, pero con un poco de precaución y miedo por lo desconocido. Como no tengo cerca a nadie que pelee en el circuito profesional, voy a ciegas, agarrada a lo que me dice Dani. Sé lo que quiero pero realmente no sé adónde voy. Ahora es cuando empezaré a hacer 'sparrings' con otras chicas profesionales para prepararme, pero como no hay ninguna en Cantabria nos tendremos que desplazar.
–Primera boxeadora profesional de la historia de Cantabria.
–Sí, es mucha presión, una mochila bastante grande porque quiero hacerlo todo perfecto para abrir más puertas a otras chicas y poner el listón alto. Sé que mi decisión va a animar a mucha gente que viene por detrás. Ser el referente de alguien es como ganarlo todo.
–Aún no tiene patrocinador...
–No, y estoy preocupada por ese tema. Todo el mundo está muy contento por el boxeo femenino, pero a la hora de la verdad no se vuelca casi nadie. Tengo mis patrocinadores de la carrera amateur, que me quitan muchos gastos pero no es suficiente. Necesito que alguien se implique de verdad conmigo. Tengo tres trabajos y estos horarios son un problema para seguir progresando. Hay semanas que no tengo ni un día de descanso. Es una burrada y al final estoy más agotada psicológicamente que físicamente. No vale con entrenar una hora diaria, esto es serio. Además, voy a pagar por pelear y quizás tengo que hacer tres peleas para no perder dinero. Me está costando dinero hacer deporte y representar a Cantabria.
–¿Cómo lo viven sus compañeras de gimnasio?
–Son mis amigas, llevamos muchos años viajando por España juntas y sé que lo van a vivir con la misma ilusión que yo. Mari Luz Peral es una de mis mejores amigas y sé que lo va a vivir tan intensamente como yo. Ojalá, al verme a mí ahí, sea la siguiente en dar el paso y podamos compartir una trayectoria profesional.
–Pero no quería ser profesional. ¿Cuándo cambió de opinión?
–Hace un año. Dani me lo dejó caer y, aunque yo siempre he dicho que el boxeo profesional no era lo mío y no me veía ahí, fue pasando el tiempo y Dani me convenció de que sí valgo para esto. Entonces tomé la decisión. Creía que mis compañeras de gimnasio tenían mucho más nivel que yo. Así como hace dos años no me veía para nada, ahora sí, puedo hacerlo. No sé hasta donde llegaré, no me marco metas a largo plazo, sino que mi objetivo es el debut. Luego ya iré, poco a poco, poniéndome otras etapas.
–¿Cuál ha sido la clave?
–Dani y su padre.
–¿Y qué supone estar en el combate principal de su homenaje?
–Para mí es un honor. Fue un padre, un amigo… algo más que un simple entrenador. He podido debutar antes y tenía muchas ganas, pero tenía muy claro que sólo puede ser en el día de su homenaje. Me hubiese gustado hacerlo lo más pronto posible, pero tiene que ser ese día. Él quería que yo fuera profesional. Además ese día se cumplen cuatro años de mi debut amateur.
–Empezó a boxear con 23 años. ¿Por qué tan tarde?
–Yo siempre me quise apuntar pero en mi casa no lo veían con buenos ojos, que era mejor me apuntara a baile... Pero con los años me animé. Lo malo de empezar tan tarde es que he tenido que correr mucho porque no he tenido oportunidad de fallar. En poco tiempo he hecho mogollón de campeonatos y combates.
–¿Ha visto crecer el boxeo femenino en este tiempo?
–Sí, se nota mucho. Sólo en mi categoría, en los campeonatos de España hemos pasado de seis o siete chicas a doce o trece. Se ha doblado en apenas cuatro años.
–¿Qué va a echar de menos del mundo aficionado?
–Pues viajar con mis compañeras y juntarnos con un montón de deportistas de toda España. Creo que el mundo profesional es mucho más solitario. Ahora viajaré sola con Dani y otra persona más como mucho.
–¿Qué sabe de su primera rival?
–Pues poco, lo que hemos podido ver en las redes sociales. El trabajo técnico lo delego en Dani, que me dirá lo que tengo que hacer para ganar. Yo no me quiero preocupar de eso.
–Antes combatirá en la Copa Iberdrola el 30 de octubre.
–Sí, esa será mi despedida como amateur. Es un combate difícil y me vendrá muy bien para prepararme de cara al 27 de noviembre, que es el día importante.
–¿Se marca algún objetivo?
–No. El mundo profesional no es como el amateur. No puedes fallar. Una derrota puede hundirte en el ranking así que iré combate a combate. Igual si gano los cinco primeros sí que me marco un objetivo concreto.
–¿Dónde le gustaría pelear?
–Estoy deseando pelear en Santander, en la Ballena o en la plaza de toros. Allí se hicieron muchas peleas hace años y sería muy guay que lo recuperaran para esto ya que me parece un sitio que está desaprovechado.
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