Varias peñas piden que se puedan aplazar partidos en caso de mal tiempo

El cónclave solo tiene en su orden del día un punto, el de la posibilidad de que los equipos puedan aplazar sus partidos por motivos meteorológicos hasta que los aficionados puedan acudir a corros cubiertos. Las bases de competición en División de Honor obligan a las peñas a acudir a bolera bajo techo en caso de no poder jugar al aire libre por culpa de la lluvia o el viento, para así no acumular jornadas sin jugar en el calendario. Sin embargo, la situación actual ha llevado a varias peñas a plantear un cambio puntual en la normativa para que los encuentros no se disputen sin gente en las gradas.

«Queremos que al menos exista la posibilidad, luego ya que sean las peñas las que decidan», asegura Edu Ingelmo, presidente de la Bolística, una de las entidades impulsoras de la propuesta. «Para nosotros puede suponer un problema. Al haber aforo limitado el público viene con tiempo de antelación, hay entradas vendidas, rifa... Si empieza a llover tenemos que decirles que no pueden ir a la cubierta. ¿Qué hacemos con los tickets que ya se han despachado?» El mandatario aclara que, por supuesto, se respetarían los compromisos televisivos y que, en caso de ser retransmitido el partido, este se llevaría a corro bajo techo.

Desde hace un mes los equipos con bolera cubierta han tenido dos opciones, buscar un feudo descubierto para sus encuentros como locales o jugarlos a puerta cerrada. Algunas como Riotuerto o Ribamontán optaron por ir a los corros abiertos de Pámanes o Solórzano, mientras que otras, como Camargo, eligieron jugar sin público. En el caso de Peñacastillo hasta ahora ha disputado sus partidos en la Mateo Grijuela, aunque ya ha anunciado que a partir de la semana que viene lo hará en Camarreal, donde ya compiten sus partidas de veteranos y féminas.

Para evitar que las que optan por cambiar de terreno de juego o aquellas que tienen bolera descubierta tengan que mover sus encuentros, el miércoles se planteará una posibilidad sobre la que, de momento, hay división de opiniones. Los detractores de la medida alegan que la normativa debe cumplirse y que aplazar partidos podría derivar en retrasos en la competición. Una votación dividida que decidirá qué pasará con partidos como el del fin de semana pasado entre Andros y Torrelavega y que se desplazó a Maliaño debido a la lluvia que cayó en Las Fraguas.

Tras plantear la situación a nivel interno dentro de la Apebol algunas de las peñas afectadas decidieron apelar a la asamblea extraordinaria, que puede ser convocada a petición de una de las entidades y con el aval del 20% de los equipos, que, aunque había más dispuestos a ello, en este caso han sido Casar, J. Cuesta y Comillas, tres ejemplos del perjuicio que les puede producir a los clubes tener que desplazarse a corro cubierto, toda vez que las tres dependen en buena medida de la rifa para recaudar dinero de cara a afrontar los gastos de la temporada.

Además del punto del día, la cita contará con el turno de ruegos y preguntas en el que los presidentes expondrán posibles soluciones para una situación que ha llevado a algunas peñas a pedir incluso la paralización de la competición debido al perjuicio que pueda causarles. De momento y tras la finalización del estado de alarma la Consejería de Sanidad es la que tiene la última palabra acerca de los aforos permitidos en recintos deportivos tanto abiertos como bajo techo. Para José Antonio Abascal, mandatario de Riotuerto Sobaos Los Pasiegos, «no están tratando a los bolos como se merecen», al ser el único deporte tradicional de Cantabria.

El pasado año las peñas pudieron disputar la competición con normalidad excepto la última jornada, disputada el 31 de octubre, en la que los partidos se jugaron a puerta cerrada. Una circunstancia extraordinaria que, en 2021, ha afectado durante el primer tramo del torneo.