Vasile Matei será el entrenador de Astillero la próxima temporada

Matei, que se reunirá en breve con sus nuevos compañeros -probablemente la semana que viene- tiene ahora el reto de armar una tripulación que pueda competir por, al menos, mantener la categoría con mayor comodidad que el pasado curso. Una meta importante después de un 2020 muy complicado en el que los cántabros consiguieron sin embargo su objetivo de permanencia. Y a partir de ahí, y según la disponibilidad económica que tenga el equipo, buscar objetivos más ambicioso. El club astillerense se encuentra en pleno proceso de estabilización después de los problemas institucionales y económicos sufridos en años anteriores.

Deberá luchar por quedarse en una Liga ARC1 muy complicada en la que Pedreña volverá a ser favorita al ascenso y en la que también se verá las caras, entre otros, con Kaiku y San Pedro. Un campeonato, en definitiva, muy competido para el que los astillerenses deberán reforzarse con acierto y sacando el máximo rendimiento a cada euro.

Para ello, la directiva trabaja ahora en la captación de nuevos patrocinadores y el pago de la deuda pendiente con Miguel Ángel Ruiz Camus, al que se adeudan cantidades de 2019, para evitar salidas de la plantilla e incluso buscar algún refuerzo.

Javier Pérez, por su parte, todavía no ha oficializado su marcha del equipo como remero (la propia entidad ya ha confirmado que Matei ocupará su puesto como entrenador), pero la salida del santanderino se da poco menos que por hecha.

El principal problema de la 'San José XV' para la próxima temporada son las deudas y el embargo que arrastra de cursos anteriores, y que condiciona todo su planteamiento deportivo. De hecho, el mercado ya se está moviendo y se ha sondeado a algunos de los remeros azules, motivo por el cual Borragán quería cerrar cuanto antes el nuevo proyecto para evitar salidas.

Máxime en un año en el que la segunda categoría del Cantábrico tendrá mucho interés para los aficionados montañeses. Los tres clásicos del remo cántabro, Castro, Pedreña y el propio Astillero se verán de nuevo las caras, y lo harán además con Camargo también en liza. Cuatro barcos que en 2012 competían en ACT, lo que ilustra el fuerte cambio que ha sufrido el remo cántabro como consecuencia de su crisis económica.