Víctor también conquista El Parque

El torneo salió del circuito con la llegada de la pandemia y, desde entonces, la peña local ha preparado un cartel que aúna a los jugadores de la entidad, a los nacidos o residentes en el Valle de Camargo y a varias de las figuras de panorama bolístico. Curiosamente desde el cambio de formato el título no se había escapado del municipio, toda vez que en 2020 fue Salmón el que ganó con exhibición incluida y el pasado curso fue Rubén Haya el que se llevó el gato al agua.

La maratón de tiradas comenzó con dos nombres destacando por encima del resto, los de Néstor Viar y Álvaro Laso. El de Marcos Maza, a punto de cumplir diecisiete años, derribó 91 bolos en las seis tiradas de las que constaba el concurso, mientras que el de Renedo marcó el primer corte con 96. A partir de ahí el nivel subió paulatinamente, hasta que Salmón con 104 palos marcó un registro difícil de superar. El único que lo hizo fue Víctor, que con un concurso muy sólido, con 77 en las cuatro primeras manos, se fue hasta los 111 y se aseguró el pase a la final. Junto al camargués y el de Guarnizo se coló Fernando Ocejo, con 99.

El de Casar no pudo repetir su buen tono en la final, en la que perdió el paso a las primeras de cambio. Como el resto del torneo el epílogo se ponía en juego a seis manos, dos de catorce, dos de dieciséis y dos de dieciocho, con las cuatro primeras a raya alta. Con Ocejo, que finalmente se quedó en 72 palos, casi descartado, fue Salmón -que jugaba en casa- el que se quedó con la responsabilidad de plantar cara a Víctor.

Hasta llegar a raya alta, las cuatro primeras tiradas, el camargués cumplió y llegó a seis bolos, una distancia tan amplia como recuperable. Sin embargo, el mayor de los hermanos González no dio opción y, especialmente al pulgar, firmó un nuevo título en su palmarés al derribar 108 por los 94 de su rival.

Además de en Maliaño este martes los bolos retinglaron en la bolera del barrio santanderino de Camarreal, donde Marta Castillo se impuso en el II Torneo Virgen de Loreto tras derrotar en la gran final a Cristina Cabielles. La corraliega había sido la mejor ya en la primera fase, donde derribó 136 palos, dos más que su rival. Por si había alguna duda de su favoritismo la subcampeona de España y de Cantabria añadió otros 144 bolos a su cuenta particular en la final, mientras que Cabielles se quedaba en 128. La tercera plaza fue para Laura Abascal, ganadora hace apenas cuatro días del concurso de La Cigoña.