«Me veo en el Dakar los próximos tres años»

-La tranquilidad que tengo en mi casa. Han sido doce días muy intensos, de muchas horas encima del coche y llevando un protocolo dentro del campamento. Cuando acaba, lo primero que quieres es salir de allí y estar con tu familia y amigos.

-Era la primera edición en Asia ¿Qué diferencias ha tenido con respecto a las de Sudamérica?

-Nos hemos encontrado con un Dakar en invierno. Las temperaturas durante el día no superaban los veinte grados y durante la noche estábamos a tres o cuatro. Arabia Saudí tiene un gran potencial a la hora de poder organizar este tipo de eventos.

-Con la Supercopa de fútbol hubo polémica ¿Cree que de verdad están cambiando sus costumbres?

-Se nota que poco a poco van cambiando. Todavía hay muchas mujeres que van con el burka con sus maridos. Eso tiene que ir modificándose y lo va haciendo. Desde 2018 ya pueden conducir, ya pueden votar. Poco a poco, pero están consiguiendo organizar eventos como el Dakar que les van a dar mucha imagen internacional.

-¿Es patente la riqueza que hay en la zona?

-Se ve que llevan un nivel de vida muy elevado. El petróleo les ha reportado muchas inversiones. Están planificando muy bien las carreteras y el AVE a La Meca. La organización hizo una presentación en un palacio que estuvo muy bien y en la que estuvieron las principales autoridades. Se ve que los próximos dakares van a estar muy bien organizados.

-Este año David Castera ha sustituido a Etienne Lavigne como director de la prueba ¿En qué se ha traducido ese cambio?

-David quiere que los rutómetros se entreguen por la mañana, cosa que se ha hecho en algunas etapas y que yo apuesto porque se haga en todas. Te dan quince minutos para estudiarlo y ya sales a la especial. Muchos equipos oficiales tienen hombres que estudian la ruta e incluso facilitan los 'tracks', una ilegalidad y una ventaja que no debería existir. Se debe mantener el espíritu de aventura de la carrera.

-Hablando de la carrera, ¿rally de conducción o rally de navegación?

-Las dos cosas, tienes que combinar. Es importante llevar un buen copiloto para llevar el 'roadbook' y llevar bien los horarios, pero lógicamente es una carrera donde convives con camiones, coches, motos... Es un formato que está muy bien creado en el que imprimir velocidad no siempre te da la victoria. Es importante gestionar los diferentes tramos, cada uno requiere un tipo de conducción. Es lo realmente complicado, gestionar que todos los coches son rompibles.

-¿Cuál es el primer paso para preparar el Dakar?

-Lo primero, hay que estar en una buena forma física, tener una actitud de superación constante. Luego hay que elegir bien el equipo técnico y el coche, que aunque no sea el más rápido sí sea el más fiable.

-¿Qué objetivo tenía antes de comenzar la carrera?

-Acabar. Lo que quiero es ir cogiendo experiencia. En 2018 solo puede hacer cuatro etapas y esta vez quería pasar por todos los tramos, estar los doce días conduciendo y ver lo que es estar en un rally tan duro. En febrero habíamos hablado con el equipo de incorporar avances del modelo 2020 ya para la prueba, como el motor turbo. Sin embargo, en octubre se desarrollaron unos chasis tubulares 200 kilos más ligeros que el nuestro que nos han impedido en las rectas ir a la misma velocidad que los oficiales. En las dunas no se nos escapaban, pero ellos llegaban a los 130 kilómetros hora reglamentarios y nosotros a 123.

-¿Qué diferencias hay entre llevar un coche o un buggy?

-Tiene unas limitaciones. Va muy rápido en la arena, en las dunas, y luego en las pistas tiene limitada la velocidad a 130 kilómetros hora. En un coche no tienes limitación de velocidad, los neumáticos son mayores, los frenos son superiores, tienen cajas de cambios más adaptadas... Son categorías diferentes.

-¿Qué es lo más duro del rally?

-Los horarios. Cuando tienes problemas y llegas tarde al campamento todo eso se va acumulando. Llegas de noche, te acuestas tarde y al día siguiente hay que madrugar, por lo que duermes dos o tres horas. Es una falta de tiempo continua.

-¿Y lo más bonito?

-Pilotar en las dunas es lo más bonito que he hecho en conducción en tierra y en arena.

-¿En algún momento pensó en tirar la toalla?

-Nunca. Eso no va conmigo. No lo he hecho en 30 años y en el Dakar lo que hace falta es tener afán de superación, llevar una planificación y saber trabajar en equipo. Son valores que yo he aplicado en mi vida y por eso ante las dificultades siempre hay una actitud positiva.

-Ha acabado sexto ¿Qué balance hace?

-Ha sido un éxito, hemos acabado por detrás de los equipos oficiales. Además ha servido para sacar conclusiones. He visto que con una centralita un poco más desarrollada y con esos 200 kilos menos en el coche puedo estar luchando por la categoría. Por eso desde ya vamos a intentar iniciar un nuevo proyecto.

-Eso quiere decir que Jesús Puras va a estar en el Dakar 2021...

-Ojalá. Acabo de aterrizar, la ilusión ahí está, va a depender un poco de los apoyos que vayamos consiguiendo. Hay muchas opciones ahora encima de la mesa, hemos hablado también con equipos oficiales. Estamos valorando un poco para empezar a movernos. Yo me veo en el Dakar los próximos tres años.

-¿Es más complicado lograr la financiación o acabar el rally?

-Las dos cosas son difíciles. Es un trabajo largo, de muchos meses. Para sacarle rentabilidad al proyecto es importante darle continuidad en el tiempo. Las cifras de rentabilidad en nuestros soportes publicitarios son buenas.

-Por muchos problemas que haya tenido, el Dakar sigue teniendo algo especial.

-Es el rally más duro del mundo, sin ninguna duda. En un día normal te levantas a las 4.30 o 5.00 horas, te vistes, te aseas, desayunas y te subes en el coche. Un día tuvimos que hacer 375 kilómetros de enlace, de noche y en nuestro coche, que no lleva luna. Se hace muy largo, tardas seis horas. Y cuando llegas empieza la superespecial, que son otros 500 kilómetros.

-Este año han sufrido la pérdida de dos compañeros, Paulo Gonçalves -en la séptima etapa- y Edwin Straver, que falleció días después de finalizar la carrera tras un accidente en la penúltima etapa ¿Cómo se gestiona eso en carrera?

-Cuando me dieron la noticia de lo de Gonçalves, al llegar al campamento me quede en 'shock'. Le conocía, es una desgracia para su familia y todo el equipo. No podía articular palabra. Estas cosas a veces ocurren pese a que es un rally que está muy controlado.

-¿Por dónde pasan sus proyectos más cercanos?

-Mi cabeza está en el Dakar, nos vamos a poner a trabajar desde ya en este proyecto. Es muy bonito y a mí no me interesa estar para simplemente participar. Cada vez que monto un proyecto es para hacerlo ganador, sea en buggy o en coche.

-Ha paseado la bandera de Cantabria por la prueba más dura del mundo.

-Es un orgullo. Estoy muy agradecido por la oportunidad que me han dado de enseñar lo que es Cantabria y poner el deporte de la región en el mapa. Hemos podido demostrar al mundo que es una región pequeña, pero que tiene muchas cosas que ver.

-Siendo tan pequeña, ¿qué tiene Cantabria que hay tanta afición al mundo del motor?

-La historia. En los años 80 hubo muchos pilotos que ya empezaban a salir y a asomar la cabeza en el Nacional. Luego yo he estado 25 años en el Campeonato de España y en el Mundial. Ahora ha continuado la labor Dani Sordo. De los tres pilotos españoles que han ganado una prueba del Mundial, dos somos cántabros. Creo que eso influye mucho, hay una buena cantera.