Sainz se da un atracón el día que vuelven los nubarrones a McLaren

Tras las 119 vueltas que había dado Alonso el día anterior, en McLaren acabaron la jornada del miércoles notablemente apesadumbrados. Ha sido un chasco volver a verse con problemas de fiabilidad, máxime cuando está tan cerca la carrera de Australia (apenas 20 días) con la que arrancará la temporada 2016. El nuevo responsable de motores de Honda, Yusuke Hasegawa, explicaba a los medios que aún deben mejorar el rendimiento. No están contentos, y un fallo de motor es lo que menos necesitan.

"No sé exactamente cuál es nuestra posición, pero estamos algo mejor en chasis, rendimiento. etc. Hay que averiguar qué parte hay que mejorar más", afirmaba. Estos test son vitales, ya que si no es este jueves será la próxima semana cuando estrenen la unidad de potencia que ya montarán en Australia. El propio responsable nipón confirmaba que la tienen empaquetada en Barcelona, y que aún tienen tiempo para probar y montar nuevas piezas de cara a un salto de calidad que les lleve a pelear con los de arriba. Lo cierto es que, visto el rendimiento puro, sólo han podido superar al debutante Rio Haryanto, que se estrenó al volante del Manor este miércoles (con salida de pista incluida en la quinta vuelta que daba).

A diferencia de McLaren, que no pudo solventar los problemas, en Ferrari por algo similar sólo se vieron retrasados por la mañana. Kimi Räikkönen sólo dio cuatro vueltas de instalación en Montmeló en la jornada matutina, pero la Scuderia solventó la avería en la inyección de combustible y el finlandés pudo completar 78 vueltas por la tarde, con un tercer tiempo, por detrás de dos inesperados protagonistas: Nico Hülkenberg, que fue el más rápido con Force India, y Romain Grosjean, que alzó al novedoso Haas F1 hasta la segunda posición de la tabla de tiempos.

Hasta para Mercedes fue una jornada distinta, aunque no negativa. La superioridad de los campeones del mundo es tal, que se pueden permitir el lujo de dar descanso a sus pilotos, y por eso Nico Rosberg se montó sólo por la mañana y Lewis Hamilton sólo por la tarde. El alemán dio 74 vueltas y el británico 88, aunque ninguno de los dos llegó a rodar en tiempos competitivos, las 162 vueltas que completaron los de las flechas plateadas da buena muestra de la fiabilidad y durabilidad del espectacular monoplaza que han creado bajo el nombre de W07. Un dato muestra lo sobrados que van: sólo han rodado con los neumáticos medios en estos tres días. En cuanto pongan los blandos.

Susto inicial

Quien se hartó a dar vueltas, y se resarció de paso de las malas sensaciones del lunes, fue Carlos Sainz. El Toro Rosso STR11, aún con los colores provisionales antes de que el próximo martes se presente su nueva decoración, le permitió dar 161 vueltas (sólo una menos que los Mercedes en conjunto) y completar con creces el guión que tenían por la mañana. Y eso que el día empezó con un susto, cuando se quedó parado al final del pit lane y provocó una bandera roja de buena mañana por una tuerca mal puesta en uno de sus neumáticos. Todo fue bien para un Sainz notablemente satisfecho por el trabajo hecho este miércoles: no en vano ha sido el segundo piloto con más vueltas en un día en lo que llevamos de pretemporada, sólo por detrás de la marca de 184 que dejó Nico Rosberg el martes.

Sainz por fin pudo hacer un simulacro de carrera, lo que es la mejor noticia posible para él. "Estoy muy contento por lo que hemos hecho", afirmaba ante los medios. "El coche está mejorando y vamos en la línea correcta. El de la semana que viene será diferente, y espero que sigamos en este camino", aseguró, satisfecho, el madrileño, que descansará hasta que el martes vuelva a ponerse al volante del monoplaza con el que afrontará su segunda temporada en Fórmula 1.