Sainz pega un zarpazo a Red Bull

«Hemos tenido un viernes realmente bueno y hemos comenzado el fin de semana del gran premio de mi casa bien. Estoy feliz y me he sentido realmente cómodo en el coche», admitía un sonriente Sainz ante la prensa nada más bajarse del coche. No obstante, como hace su mentor y amigo Fernando Alonso cuando las cosas salen sorprendentemente bien, ha intentado rebajar la euforia reinante. «Tenemos que seguir trabajando porque mañana (por este sábado) las cosas estarán mucho más igualadas de lo que parece hoy. Parece que podemos tener un fin de semana fuerte en Barcelona y ¡lo estoy deseando!», afirma.

La alegría de Sainz es comprensible. Durante las últimas horas ha tenido que ver, junto a Daniil Kvyat, cómo todos los focos se han ido hacia un Max Verstappen que, en sus primeras horas como piloto oficial del equipo Red Bull, ha claudicado ante el líder indiscutible de la estructura, Daniel Ricciardo. El holandés consumó un óptimo octavo puesto que, sin embargo, no es mucho mejor (pero tampoco mucho peor) de lo que habría logrado con su antiguo Toro Rosso. Con este coche, por el contrario, Daniil Kvyat no ha pasado del 15º puesto, diez por debajo de su compañero Sainz y con más de un segundo de diferencia.

Buena parte de las opciones de Sainz de cara a este fin de semana, en el que se le escrutará por encima de otras carreras, pasarán por hacer una buena clasificación. El español estará arropado por miles de aficionados, y su apuesta es repetir el quinto puesto que marcó en 2015 y este viernes. Salir por detrás de los cuatro 'morlacos' y aguantar en carrera es prácticamente garantía de un buen puñado de puntos.

Alonso apunta al 'top 10' sin miedo

La afición española tiene motivos para tener esperanza con sus dos pilotos. Si en 2015 ver a Alonso acabar ya era toda una proeza, la evolución de McLaren en este arranque de temporada y las novedades que han traído a Barcelona dan esperanzas para verle entre los diez primeros, al menos, de partida. El séptimo puesto con el que despidió el primer día de trabajo en Barcelona dejó muy buenas sensaciones, y la grada, encantada por verle ahí arriba, respondió con un sonoro rugido cada vez que pasaba por esas zonas.

Sin embargo, que el resultado no tape los temores que aún tienen en McLaren. Jenson Button se perdió buena parte de la segunda sesión por una avería en su monoplaza, y tanto Alonso como él se quejaron de la falta de agarre en la zona más virada del circuito. En cualquier caso, las sensaciones con el coche fueron «bastante buenas», en palabras del asturiano. «Tenemos que mejorar algunas cosas para este sábado, especialmente con el agarre atrás. No estoy totalmente cómodo con el coche aún, así que intentaremos algunas cosas más», llamó a la calma Alonso. «Pensando en la clasificación, creo que estamos en la misma situación que en Rusia: los tiempos de los libres sugieren que podemos llegar al 'top 10', pero cuando necesitas un extra para entrar en la Q3, no aparece. En cualquier caso, dado que en este circuito no es tan determinante el rendimiento de la unidad de potencia como lo era en Rusia, podemos ser capaces de dar el salto. Veremos», zanjó.

Alonso tiene ante sí una responsabilidad con el público que no puede eludir. La afición en España a la Fórmula 1, como él mismo admitía en la rueda de prensa previa, ha decaído notablemente, y sólo un resurgimiento puede volver a recuperar la ilusión de una marea, desde hace tiempo, en calma.