La eterna vigilia por Michael Schumacher

Desde entonces hasta hoy, más de 1.000 días después, las noticias acerca de su estado han ido decayendo paulatinamente. Sólo de vez en cuando salta alguna información al respecto, normalmente más un desmentido que otra cosa, para confirmar que no hay nada nuevo. Michael Schumacher está enclaustrado en su mansión en Suiza, acompañado por su esposa Corinna, que sobrelleva como puede la labor de esposa, madre y enfermera forzosa para intentar que su marido, otrora emperador del mundo del deporte, tenga una vida más o menos digna.

Junto a ella está la siempre fiel Sabine Kehm. La representante, mano derecha y muchas veces consejera más allá de lo meramente deportivo de Michael Schumacher se ha convertido en el gran apoyo de Corinna, que a veces siente cómo las fuerzas por pelear se le agotan. Reciben muy pocas visitas, todas ellas previa cita y sólo a los más allegados. Jean Todt, presidente de la FIA y exjefe de la Ferrari más exitosa de la historia, Ross Brawn, la tercera cabeza de ese triunvirato que formaron él, Todt y Schumacher, y pocos más, son los que conocen más de cerca el estado del Káiser.

El 'Keep Fighting Michael' ha pasado de ser un mensaje de ánimo de los fans hacia Schumacher, a un institucionalizado homenaje. Unas semanas antes del aniversario, la familia del heptacampeón decidió lanzar la campaña con este nombre, además de llevar la vida del piloto más grande (en términos estadísticos) de todos los tiempos a las redes sociales. Nueva web, canales de Facebook, Twitter e Instagram. La llama del recuerdo Schumacher empezaba a caer entre los rescoldos de los recuerdos, y los miembros de la familia decidieron dar un lugar de reunión a los millones de fans de todo el mundo para que homenajearan a su ídolo, cuyo aspecto no se volverá a ver, salvo que alguna de las mal intencionadas filtraciones lleguen a publicarse. El ejército de médicos, enfermeras, fisioterapeutas y ayudantes que entran en contacto con Schumacher debe firmar un acuerdo de confidencialidad extremo antes de trabajar a su cargo.

"La salud de Michael no es un asunto público y por ello seguiremos sin decir nada al respecto", dijo Kehm cuando presentaron el proyecto Keep Fighting. El velo de la sospecha ha caído sobre el estado del piloto y su familia y el interés mediático ha crecido notablemente conforme se iba acercando el aniversario del accidente. El foco de información de los Schumacher poco a poco se va moviendo del padre al hijo.

Mick Schumacher, el heredero

Mientras el patriarca del imperio Schumacher sigue postrado en una silla de ruedas, el apellido de la familia camina con paso firme hacia la Fórmula 1. Pocos chicos saben mejor que Mick Schumacher el peso que supone tener sobre sus hombros la leyenda de un deportista como fue el káiser. Por eso, tras aceptar con orgullo el hecho de llamarse igual que él, comenzó a correr por los circuitos con un objetivo: llegar al reino que dominó, aplastó y arrasó su padre.

No será un camino baldosado de oro, pero tampoco estará lleno de espinas. Tras ser subcampeón de las F4 alemana e italiana Mercedes ya le ha fichado para su cantera, y le ha colocado en el equipo Prema para que dispute la F3 Europea, uno de los campeonatos más prestigiosos y que más puertas abren a la Fórmula 1. De ahí salieron directos a la Fórmula 1 Max Verstappen, Esteban Ocon o el campeón de este mismo 2016, Lance Stroll. Los tres estarán en la parrilla del Gran Circo en 2017, esperando a que en un futuro el apellido Schumacher vuelva a estar entre ellos.