McLaren, con Norris al frente, vuelve a frustrar al bicampeón Verstappen

El cambio de ciclo que comenzó hace unas carreras está a un domingo de alargarse. Red Bull volvió a padecer la dificultad de tener un solo piloto en condiciones, y McLaren hizo morder el polvo a Verstappen.

En una sesión larga por los incidentes y la lluvia que se asomó de manera tímida, Aston Martin fue otro de los equipos ganadores en la clasificación. Por segundo Gran Premio consecutivo, sus dos monoplazas entraron en la Q3 y saldrán entre los diez primeros. Las 'peoras' se han descartado y Fernando Alonso, más cómodo, saldrá séptimo. Tres puestos por encima lo hará un Carlos Sainz que demostró que el elegido por Ferrari debería haber sido él y no Leclerc.

La presencia del líquido elemento en la pista solo explica en parte el absurdo accidente que dejó a Sergio Pérez fuera de la clasificación. El mexicano destrozó otro coche más por pisar la parte más húmeda de la pista al inicio de la Q1. Si por este ridículo incidente no queda claro que le sobra asiento por todas partes, otro dato: Logan Sargeant, con un Williams y sus escasas cualidades como argumento, ha clasificado en ocho de las 13 citas de este año por delante de Pérez.

Una vez reparadas las protecciones por la enésima 'checada', salieron a pista para rodar con prisas antes de que la lluvia cayera con más fuerza. Esas prisas pasaron factura a otros pilotos, como George Russell: el poleman hace dos semanas cayó eliminado, con bochorno y escarnio por su parte, mientras su compañero Lewis Hamilton pasaba cómodamente.

Con un solo carril en pista, la progresiva mejoría de las condiciones de la carrera propició que no fuera hasta los minutos finales cuando saltasen las alarmas en todos los equipos. Con Fernando Alonso y Lando Norris confirmando la mejoría de Aston Martin entre los involucrados, todos salieron a pista con una única bala en la recámara.

Así, Lewis Hamilton pasó el corte por solo una centésima, lo que confirma el sufrimiento de Mercedes que ya dejaba fuera a Russell. Norris fue el más rápido, algo que no sorprende a nadie, con un Verstappen detrás que prometió un duelo final en la tanda definitiva.

En cuanto a los españoles, cómodos. Tanto Sainz como Alonso cruzaron el Rubicón hacia la Q3 y sin sufrir. Especialmente positivo es para Aston Martin, ya que por segunda carrera consecutiva metió a sus dos contendientes en la tanda definitiva.

El aviso de lluvia en cinco minutos cuando arrancaba la Q3 puso a todos en alerta. Así, todos salieron rápido a hacer un intento para hacer una vuelta y a rezar para que nadie por detrás mejorase. Max Verstappen, con un riesgo extremo al usar neumáticos usados (y por tanto menos competitivos), se quedó a 3 décimas de Lando Norris en un primer intento de esta tanda, más corta de lo habitual por la lluvia que apareció.

Pero no fue el ligero orballo el que marcó este final de la clasificación, sino un fuerte accidente de Yuki Tsunoda. Lando Norris aguantó la pole por solo 22 milésimas sobre su compañero Oscar Piastri, y con solo 46 milésimas sobre el neerlandés, que volvió a ceder otro sábado a los McLaren. Cuando el tricampeón venía mejorando, Tsunoda se estrelló con violencia y vuelo de regalo al pisar el exterior de la curva 5. No solo destrozó la vuelta de Verstappen, sino de un Fernando Alonso que marcó el séptimo tiempo de la tanda y desde ahí saldrá este domingo, en unas condiciones de pista muy diferentes.

Aunque solo faltaban 2 minutos y 16 segundos, la FIA decidió que debían disputarse y varios pilotos salieron a pista para darlos. No todos, ya que ni Verstappen ni Alonso gastaron ese tiempo en una pista que estaba incómoda y que, pese a que les hacía ceder una eventual bala, no les merecía la pena.

No cambió nada para nadie de los que salieron, entre los que estaba Carlos Sainz. El madrileño partirá cuarto en busca de un nuevo podio. Otro sábado que le moja la oreja a Charles Leclerc.

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